"Esperamos que en poco tiempo podamos estar ya en las viviendas"
Aprobada la licencia de obra de Los Chinchorros
Los afectados de Los Chinchorros se muestran satisfechos con la aprobación de la licencia de obra para continuar con la construcción de la promoción
Cádiz/La aprobación este viernes en la Junta de Gobierno Local de la licencia de obra para terminar de construir la promoción de viviendas del Polígono San Juan Bautista, conocido como Los Chinchorros, devuelve la ilusión a las familias afectadas por la paralización de las obras de estos edificios.
"Estamos muy contentos porque esto es una muestra de que se va encaminando bien la situación. Es un paso más. Es un gran paso, aunque todavía quedan flecos pendientes que se tienen que resolver", afirma Marcelo Villacorta, presidente de la Asociación de Afectados por la paralización de las obras de Los Chinchorros, quien afirma que desconoce la fecha del inicio de los trabajos, pero "se entiende que el comienzo de las obras es inminente y esperamos que en poco tiempo podamos estar ya en las viviendas", comenta.
Hay que recordar que las familias afectadas son en torno a 60, entre compradores y personas que permutaron sus casas por pisos en los nuevos edificios que se iban a construir. Tras quebrar la empresa constructora y hacerse CaixaBank con los terrenos en una subasta pública celebrada en octubre de 2015, los afectados perdieron todos los derechos sobre las viviendas que habían comprado en esa promoción o que habían permutado por sus casas, que se encontraban en los terrenos donde se levantarían los nuevos bloques.
Tras más de dos años de negociación y gracias a la mediación del Ayuntamiento de Cádiz, a finales de abril del año pasado, la entidad bancaria llegó a un acuerdo con los afectados por el que estos recuperarían el 75% de las cantidades reconocidas en el concurso de acreedores. El acuerdo contemplaba dos opciones: continuar en la promoción que construya CaixaBank o recuperar parte del dinero que entregaron en su día y que fue reconocido en el concurso de acreedores.
El banco fue citando a las familias afectadas para negociar cada caso concreto. Según indica Villacorta, aproximadamente la mitad ha renunciado a las viviendas y la otra mitad continuará en la promoción.
En enero de 2019, CaixaBank terminó de pagar el dinero acordado a las personas que decidieron renunciar a sus pisos y ahora, con la aprobación de la licencia de obra, está más cerca el día en el que las familias que optaron por continuar en la promoción puedan disfrutar de una vivienda que compraron o permutaron hace ya casi 20 años.
Para el presidente de la Asociación de Afectados, el acuerdo al que han llegado con la entidad bancaria propietaria de la promoción es "el mejor acuerdo que podíamos conseguir. Era la opción que nos daba más seguridad y garantías". Por eso, expresa su satisfacción tras la aprobación de la licencia de obra, y lo hace "en nombre de todas las personas que represento".
Marcelo Villacorta recuerda todo lo que han "peleado" para poder solucionar la situación de estas familias que se vieron sin casa y sin dinero. "Nos constituimos en asociación y hemos ido a pedir ayuda al Defensor del Pueblo, al Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía, a la propia entidad bancaria... nos hemos involucrado mucho”, expresa Villacorta, quien quiere agradecer la labor de mediación del Ayuntamiento en las negociaciones entre CaixaBank y los afectados, especialmente al concejal Martín Vila y al director del urbanismo del Consistorio, Alejandro Jones, cuya intervención asegura que ha sido clave. También está agradecido a la entidad bancaria, "que ha entendido nuestro problema y la complejidad de nuestra situación, y hemos podido llegar a un punto de equilibrio".
Recuerda también el sufrimiento de tantas familias en estos casi 20 años que ha durado todo el proceso, y sobre todo a las personas que fallecieron esperando sus nuevas casas.
Cuando los afectados llegaron al acuerdo con CaixaBank el año pasado, este periódico tuvo la oportunidad de hablar con algunos de ellos que relataron casos de personas que abandonaron sus viviendas para que pudieran construirse los nuevos edificios con el compromiso del promotor, José Luis Costa, de pagarles el alquiler de un piso mientras duraban las obras; pero solo lo hizo durante un tiempo y algunos se vieron en la calle porque no podían pagar el alquiler con su exigua pensión.
También hubo personas que vendieron sus negocios o casas en el campo para poder comprar una vivienda en esta promoción, otras que invirtieron todos sus ahorros o el dinero de su jubilación, y se dio el caso de una familia a la que le tocó la lotería e invirtió el premio en la promoción.
Volviendo la vista atrás, Marcelo Villacorta espera que las autoridades reflexionen sobre lo que ha ocurrido en este caso y que no vuelva a repetirse una situación como la que han vivido ellos.
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