La limpieza en Cádiz: Otro año con Sufi Cointer
La UTE cumple este 31 de julio su sexta prórroga e inicia mañana su año número 17 al frente de la limpieza de Cádiz en medio de una tramitación excesivamente embarrada
El 31 de julio de 2016 debía haber sido el último día de trabajo de la empresa Sufi Cointer, dando paso a un nuevo servicio de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos en la ciudad, con la correspondiente nueva maquinaria, vehículos más avanzados, menos contaminación, posiblemente menos ruido a la hora de descargar los contenedores y posiblemente también una mayor eficacia en la limpieza y el baldeo de las calles. Al día siguiente se iniciaba un período de prórroga que podía alargarse hasta un máximo de dos años; pero hoy de todo ello se cumplen este domingo la friolera de seis años, y la situación sigue siendo exactamente la misma que el 31 de julio de 2016.
Es cierto que el Ayuntamiento viene chocando una y otra vez contra el muro de los recursos y resoluciones del Tribunal de Contratación Pública respecto al procedimiento que no consigue encauzar y que una y otra vez vuelve al mismo punto en el que las ofertas tienen que ser revisadas y volver a clasificarlas y adjudicarlas.
El proceso de licitación está siendo tan rematadamente malo que en el transcurso de dos años el contrato ha sido adjudicado por el Pleno del Ayuntamiento a las tres empresas que se presentaron al concurso público; concurso, conviene también apuntar, que tuvo que ser anulado y vuelto a convocar porque la tramitación inicial del Ayuntamiento fue también tumbado por los tribunales, en este caso por no ajustarse a los plazos que la ley determina para concursos públicos de este calado.
Tres adjudicatarias distintas
Cointer fue la primera adjudicataria de la limpieza, en junio de 2020. Pero tras los recursos presentados por sus competidoras, el Ayuntamiento varió su punto de vista y sus cálculos y consideró la oferta como temeraria. Llegaría entonces el turno de Acciona, que había resultado segunda clasificada con una oferta prácticamente idéntica en cifras a la de Cointer pero considerablemente inferior respecto a los medios y servicios propuestos. La apuesta por esta segunda empresa fue firme por parte municipal, pero a última hora Acciona decidió retirarse del procedimiento al considerar que los precios presentados en su momento (2019) no se corresponden con los valores actuales del mercado (2022), lo que impediría cumplir los términos del pliego. Y sin pestañear, el Ayuntamiento adjudicó el contrato a la tercera clasificada, Valoriza, que había presentado una oferta mucho más baja en la puntuación técnica y mucho más cara en el plano económico que las otras dos.
Nuevos recursos contra esta adjudicación a Valoriza mantienen en la actualidad el procedimiento paralizado, y con visos de eternizarse. Porque Ayuntamiento y Tribunal de Recursos Contractuales tienen visiones radicalmente distintas respecto al modo de analizar la oferta de Cointer, por lo que el procedimiento vuelve una y otra vez a la casilla de salida, a la espera de que los técnicos municipales o el presidente del tribunal cambien de parecer.
Recursos al TSJA
Por medio, por si todo esto fuera poco, se han elevado hasta dos recursos diferentes al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en contra de este proceso de adjudicación del contrato de limpieza. De un lado, el que aprobó en mayo el Pleno del Ayuntamiento contra la resolución del Tribunal de Contratación, ante esa diferencia de pareceres entre los técnicos municipales y los miembros del citado tribunal dependiente de la Diputación Provincial; y de otro lado, el conocido hace unos días presentado por Valoriza, también contra esa última resolución del Tribunal de Contratación respecto a la decisión municipal y la exclusión de Cointer.
Con todos estos frentes abiertos pendientes de resolver, el futuro sigue siendo bastante incierto ahora que Sufi Cointer va a comenzar su séptimo año de servicio al frente de la limpieza viaria y la recogida de residuos sólidos urbanos de Cádiz una vez expirado el contrato que iniciara el 1 de agosto de 2006 por un período de diez años. A priori, lo normal es que el Tribunal de Contratación se mantenga firme en su tesis sobre la oferta de Cointer, y por tanto obligue al Ayuntamiento a volver a revisarla bajo los criterios establecidos por el tribunal; extremo que vienen rechazando los técnicos municipales, provocando esa suerte de partido de tenis entre el Pleno del Ayuntamiento que adjudica el contrato y el Tribunal de Contratación que suspende ese acuerdo.
Además, habrá que estar pendiente al TSJA y las resoluciones que dictamine respecto a esos dos recursos presentados. Sobre todo porque la decisión del Tribunal se puede demorar varios años, por lo que el fallo puede tener consecuencias bastante graves para la ciudad si no es favorable al Ayuntamiento e impone resarcimientos u otras medidas de carácter económico.
La situación actual y su incierto futuro
A esto hay que sumar el estado actual de una flota que lleva 17 años en funcionamiento (casi el doble de la vida normal de este tipo de vehículos y maquinaria) y el atraso cada vez mayor de un pliego de condiciones técnicas que se hizo hace media docena de años, con los avances y mejoras en equipos y vehículos que han llegado al mercado en estos últimos años. O con las nuevas normas medioambientales que no recoge ese pliego (como por ejemplo la necesidad de incorporar el contenedor marrón que Cádiz no contempla y que ya es obligatorio).
En medio de este entuerto cada vez más enrevesado, cada vez son más las voces que apuestan por suspender el proceso de manera definitiva y empezar uno nuevo de cero. Una operación que también conllevaría recursos de las empresas que verían dañados sus intereses después de años luchando por hacerse con este contrato.
Lo que sí parece claro, el día en que culmina el sexto año de prórroga y que Sufi Cointer inicia su decimoséptimo año al frente de la limpieza de la ciudad, es que la renovación del servicio por parte del Ayuntamiento será cosa del nuevo gobierno municipal que salga de las elecciones del próximo mes de mayo; porque en los diez meses que restan es prácticamente imposible que José María González Kichi, dos mandatos después, sea capaz de firmar el contrato.
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