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La plaza más solitaria de Cádiz

Locales cerrados y no adecentados en Cádiz: los cinco primeros avisos del Ayuntamiento

El Consistorio ha requerido obras de ornato a los propietarios de estos establecimientos clausurados 

Uno de los cinco propietarios advertidos, en Concepción, 5, ya está realizando arreglos

Los establecimientos comerciales emblemáticos que cerraron en Cádiz en los últimos 30 años

El local donde estuvo la tienda de Mobarí en la esquina de San José y Benjumeda, uno de los requeridos. / J.S.R.

El paisaje comercial de la ciudad, aunque con brotes verdes en los últimos tiempos, sigue distando mucho de lo ideal. El centro, principalmente, muestra una gran cantidad de locales cerrados que las crisis, la pandemia y, por qué no decirlo, los altos alquileres que piden muchos de sus propietarios, han ido clausurándolos. Pero el problema se agrava si los propietarios de esos inmuebles cerrados se desentienden de mantenerlos en un estado al menos decente. Y ahí es donde ha entrado el Ayuntamiento de Cádiz para obligarles a adecentarlos, empezando por realizar requerimientos a cinco de ellos, todos en el centro. Y no van a ser los últimos. Porque “su estado de dejadez que perjudica el entorno y la imagen del casco histórico”.

Fue a finales de septiembre cuando al término de una Junta Local de Gobierno el alcalde, Bruno García, anunciaba una campaña de requerimiento de seguridad y ornato dirigida a los propietarios de los locales que presenten un estado de abandono o dejadez, atendiendo además a una petición de Cádiz Centro Comercial Abierto (CCCA) por la mala imagen que estos locales clausurados ofrecen de la ciudad. 

El local que ocupó Confecciones Bilbao en la calle Sacramento. / J.S.R.

Tras este anuncio el Ayuntamiento, también tras Junta Local de Gobierno a mediados de noviembre, ofreció la lista de los cinco primeros locales requeridos. En uno de ellos la propiedad ya está realizando trabajos de resanado del exterior. Se trata del ubicado en el número 5 de la calle Concepción, esquina con Solano, que lleva mucho tiempo cerrado y que fue durante muchos años una tienda de ropa de bebés y niños.  

Muy cerca, en Sacramento, 50, se encuentra otro de los locales sin vida desde hace mucho y cuya última actividad comercial fue Confecciones Bilbao. También se ha efectuado requerimiento al local de Barrié, 17, que hace esquina con la calle Novena, donde estuvo el primer Zara Hombre y que luego fue el almacén de las tiendas de Inditex repartidas por el centro. 

El de Sánchez Barcaiztegui, 2, esquina con calle San Francisco, es el local que menos tiempo lleva cerrado, acogiendo hasta principios de 2022 a Zapatos Cobo. Cabe señalar que la propiedad ya ha colocado en el ‘vestíbulo’ de acceso unos paneles. 

El de San José, 37, haciendo esquina con Benjumeda, es uno de los espacios que acogió a un comercio señero de Cádiz como Mobarí, que vendía muebles y electrodomésticos. 

Este local fue muchos años el almacén de las tiendas de Inditex. / J.S.R.

Desde el Ayuntamiento explican el proceso que le lleva a dar este toque de atención a los propietarios. Una vez notificado el informe de Urbanismo indicando las obras de ornato al dueño del inmueble, se abre un plazo de alegaciones de 15 días. Pasado ese tiempo, si se comprueba que no las han presentado o bien que no han iniciado las obras, se aprueba el requerimiento, indicando que si no se inician las obras en el plazo otorgado se procederá al inicio del expediente sancionador.

Transcurrido el plazo otorgado para la finalización de las obras, se inicia expediente de ejecución subsidiaria, que consiste en valorar el importe de las mismas y emitir recibo para que lo abone, y dar orden a la empresa contratada por el Ayuntamiento para que las ejecute.

Bruno García dijo hace escasas fechas que “vamos a estar vigilantes en el ornato de los comercios porque para nosotros el comercio es fundamental en la ciudad, son muchas las personas que trabajan en el senctor y que hacen una labor fundamental, diría que una labor social porque necesitamos un casco histórico vivo y, para que esté vivo, necesita un comercio fuerte”. El primer edil precisó que una de las premisas para conseguirlo es “también cuidar la estética de una ciudad que es patrimonial e histórica” con el objetivo también de que la disfruten “primero, los gaditanos, y, luego, aquellas personas que nos visitan”.

Esta acción de vigilancia del ornato ya se puso en marcha en tiempos de Teófila Martínez como alcaldesa. Cabe recordar que en 2013 el Consistorio encargó a técnicos municipales un estudio sobre los locales cerrados de la ciudad. El informe arrojó una alta cifra de establecimientos sin uso, 306, de los cuales solo 83 contaban con sus fachadas “en perfecto estado”.

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