El reto de lograr que la inteligencia artificial piense en español

IX Congreso de la Lengua

La vicepresidenta Nadia Calviño interviene en la sesión plenaria del Congreso de la Lengua dedicada a los proyectos del Instituto Cervantes

La cita del español del futuro

La vicepresidenta Nadia Calviño junto a Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero. / Julio González
J. A. L.

29 de marzo 2023 - 20:05

Cádiz/El uso del lenguaje en un futuro dominado por las nuevas tecnologías volvió a centrar una de las sesiones plenarias del IX Congreso de la Lengua Española de Cádiz. El reto apunta a ser titánico si nos fiamos de la cantidad de veces que ese asunto sale a relucir en buena parte de las reuniones de este congreso dedicado al mestizaje y la interculturalidad pero en el que el tema del uso del español en las nuevas tecnologías se convierte en algo más que recurrente. Hoy ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno español, Nadia Calviño, que maneja los asuntos económicos pero que también asume las competencias de la transformación digital, quien ha hecho un llamamiento a afrontar con valentía, y dinero, el reto de lograr que la inteligencia artificial piense en español.

Intervino Calviño esta mañana en el congreso en la sesión plenaria en la que el Instituto Cervantes dio a conocer sus proyectos académicos y culturales para fomentar el uso y la enseñanza del español en todo el mundo a través de su extensa red internacional de centros: hasta 87 repartidos por 44 países.

“Es momento de grandes de retos y de extraordinarias oportunidades en relación con nuestra lengua, porque las nuevas tecnologías suponen, por un lado, el reto de preservar la diversidad y la riqueza de la lengua española y, por otro, potenciar su valor global”, dijo Nadia Calviño deteniéndose en el imparable proceso de digitalización que se ha acelerado tras la pandemia.

Dijo la vicepresidenta que el español es uno de los idiomas más ricos del mundo, un idioma único: “Creo que una de las fortalezas del español es su capacidad de adaptarse a las necesidades culturales y también evolucionar en el tiempo. Y ahora, precisamente, toca adaptarnos a las nuevas tecnologías”.

Fue en este punto cuando Nadia Calviño comenzó a desgranar las inversiones que el Gobierno de España tiene previstas, o ha ejecutado ya en parte, para que el español, un español plural y panhispánico, no pierda comba en el complejo futuro tecnológico. En primer lugar, el PERTE de la nueva economía de la lengua, proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica financiado con los fondos europeos Next Generation y que tiene en su base un primer objetivo claro: “Para que esas nuevas tecnologías, la Inteligencia Artificial, no solamente hablen y entiendan el español disverso que existe en todos los países que compartimos esta lengua común, sino que además comprenda las diversidades, que piense en español”.

“Está claro –continuó la ministra ante la sesión plenaria del Congreso– que si queremos que nuestra cultura, nuestra identidad, esté presente en las nuevas tecnologías, tenemos que asegurarnos de que no piensen solo en chino o en inglés, sino también en español. Y para eso tenemos que actuar ahora, cuando aún son incipientes estas nuevas tecnologías, como estamos haciendo con este proyecto estratégico”.

La representante del Gobierno español aseguró que en este año ya se han destinado unos 340 millones de euros a diversos proyectos encaminados a proteger al idioma y a lograr que el español entre de lleno en las nuevas tecnologías, un esfuerzo que también se harán en algunos proyectos destinados al resto de lenguas oficiales de España.

El Proyecto Leia, desarrollado por la Real Academia de la Lengua; la creación de un centro de inteligencia para la nueva economía de la lengua en La Rioja; inversión en proyectos de I+D relacionados con la tecnología del lenguaje; proyectos para impulsar el catalán, vasco, gallego y valenciano en el mundo digital, y el Centro del Español en la Universidad de Salamanca.

Además de todos estos proyectos y herramientas encaminados a fortalecer el futuro del español ante los nuevos retos tecnológicos, la otra línea de actuación se centra en seguir fomentando la enseñanza del español en el extranjero. Como ejemplo, la ministra anunció un próximo acuerdo, un memorando que se firmará con India y el Instituto Cervantes para formar a los profesores de español en aquel país de 1.300 millones de habitantes y para que también vengan a formarse en España. Un país muy poblado que tiene además una potente industria audiovisual en la que, por ejemplo, una de las películas más vista es la que relata la historia de tres jóvenes indios que recorren España.

El Mapa Mundial de la Traducción del Instituto Cervantes, una herramienta nacida de los datos

‘Diversidad y unidad de la lengua española. Actividad y proyectos del Instituto Cervantes’ fue el título de la sesión plenaria del congreso en la que intervino Nadia Calviño y en la que también participaron el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la directora académica de la entidad, Carmen Iglesias, y la directora de cultura de la institución, Raquel Caleya.

A modo de introducción, y como reconoció para ganar también algo de tiempo por el retraso del vuelo en el que la vicepresidenta viajó hasta Cádiz, Luis García Montero introdujo la sesión plenaria con versos de un poema de Borges y con otros propios, al tiempo que citó los centros del Cervantes abiertos en Dakar o Los Angeles y el que próximamente se abrirá en Seúl, siempre con el claro objetivo de fomentar el uso del español pero, también de extender el peso de la cultura española por el mundo.

Fue Raquel Caleya quien se encargó de hablar de la puesta en marcha del Mapa Mundial de la Traducción, una herramienta impulsada a partir de los datos que se tienen de las traducciones de obras al español desde 1950 hasta la actualidad en diez idiomas: alemán, árabe, chino, japonés, italiano, portugués, ruso, sueco, francés e inglés.

Este mapa recoge y analiza la historia de la traducción desde el año señalado a partir de los datos: “El universo de la traducción contado en datos”. Conocimiento a partir de los metadatos en una labor que, según Caleya, debe servir para “digitalizar las humanidades y humanizar los datos”.

Así, por ejemplo, se podrá saber las obras y los autores más traducidos, el año con más traducciones o los idiomas que más se han interesado por las obras escritas en español. El Quijote, como ya es conocido, es el libro en español más traducido, seguido de las obras de García Márquez, aunque en lo que va de siglo XXI el Nobel colombiano ha adelantado a Cervantes con novelas como Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera.

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