Luis Bueno Lorenzo, un gallego que se hizo gaditano

Durante la primera mitad del siglo XX, numerosos gallegos emigraron a Cádiz para buscar sustento en las actividades pesqueras. Hoy vamos a recordar a uno de ellos, Luis Bueno Lorenzo.

Luis Bueno nació en la villa de Bouzas, Vigo, a finales del siglo XIX. Trabajó desde muy joven en actividades relacionadas con el mar y como tornero. Allí se casó con Alcira Carrera Márquez, con la que tuvo cinco hijos: Luis, Paulino, Alcira, Valentina y Constante.

A finales de los años treinta del siglo pasado decidieron emigrar a Cádiz. Se asentaron como otros muchos gallegos en el barrio de Santa María, teniendo su vivienda en la calle Sopranis. En Santo Domingo montó su primer taller, dedicado a la reparación de barcos.

La familia se adaptó rápidamente a la vida gaditana y por ello decidió construir un chalet en lo que entonces eran las afueras; ‘Villa Alcira’, situado en la calle Jacintos número 2 del actual barrio de Bahía Blanca.

Su negocio se amplió a principios de los años sesenta del pasado siglo fundando Talleres del Atlántico en el Muelle de Levante. La empresa prosperó gracias al trabajo de Luis Bueno y sus tres hijos Luis, Palalo y Tante. El varadero, gestionado por su yerno Quico, estaba situado donde actualmente se encuentra la lonja del pescado.

La empresa llegó a tener 80 trabajadores entre soldadores, herreros, tuberos, pintores, mecánicos y otros oficios. El encargado de la fragua era el padre del conocido carnavalero Manolo Santander.

El 1 de noviembre de 1969 le concedieron la Medalla al Mérito en el Trabajo, en su categoría de Plata, recibiéndola acompañado de todas las autoridades del momento, entre ellos, el alcalde Jerónimo Almagro y Montes de Oca.

Uno de sus trabajadores, Francisco Lima, recuerda a Luis Bueno en su última etapa sentado en una habitación ubicada en la parte izquierda del taller, pendiente de todo lo que pasaba con ese carácter afable y humano que le acompañó durante toda su vida.

Jamás perdió el contacto con su tierra natal, haciendo extensible ese apego a sus nietos, todos gaditanos de nacimiento. Allí en Bouzas, en octubre de 1973, durante sus vacaciones anuales le sorprendió la muerte, siendo enterrado en Cádiz.

Luis Bueno Lorenzo fue un hombre bueno, trabajador, profundamente familiar y culto. Gran apasionado a la música clásica y a la lectura, llegó a tener una gran biblioteca de temática variada.

Como buen gallego, estuvo muy ligado a la cofradía del Ecce Homo y mantuvo amistad con los armadores gallegos ubicados en Cádiz como Pastoriza, Márquez y Freire, entre otros.

Gracias a su empeño existen dos calles en Cádiz, junto al muelle, llamadas Villa de Bouzas y Ciudad de Vigo, aunque falleció sin conseguir su sueño de que en Bouzas existiera una calle llamada Ciudad de Cádiz. En 2015, el Ayuntamiento gaditano celebró un acto para homenajear la labor realizada por toda la emigración gallega que se desplazó a tierras gaditanas durante el pasado siglo.

Agradecimiento a la nieta del protagonista de esta página, Mila Fernández de la Puente Bueno, por la fotografía y colaboración en el texto.