La luz se impone a las nubes en el Corpus

El sol consiguió imponerse a las nubes y la luz fue la protagonista de la jornada del Corpus Christi en la capital gaditana, en la que un clima agradable acompañó en buena parte de la mañana al no apretar el calor en demasía. Una celebración religiosa cuya principal novedad estuvo en el apartado político por la ausencia tras la Custodia de los miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, que dirige José María González. Una falta que ya era conocida y que se une a las que se produjeron en Semana Santa.

La actividad en la calle se inició desde muy temprano. A las 8.30 horas partió desde San Francisco el paso de la Sagrada Cena, que se quedó en forma de altar en la plaza de San Agustín. Un preludio que posteriormente sería el epílogo de la festividad con el regreso a su templo del convento de Santo Domingo.

Desde aquí, la atención se trasladó a la Santa Iglesia Catedral, donde sobre las 9.30 horas comenzó el pontifical de Corpus, que estuvo presidido por el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. Mientras, en la calle los sones musicales de la banda de música Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena, anunciaban la procesión que se iba a celebrar poco después, a la que sólo le faltó el olor a romero en su recorrido, ya que sólo se circunscribió esta alfombra al trayecto central de la plaza de San Juan de Dios.

Mientras que tenía lugar la celebración eucarística, buena parte de la representación de las hermandades y las entidades religiosas esperaban en el patio del Seminario de San Bartolomé para ordenar las diferentes secciones que acompañaron a la procesión. Para ello, la Agrupación Musical Sagrada Cena abrió paso delante de los niños de Primera Comunión.

A las 10.45 horas, tras finalizar la eucaristía, el paso de la Virgen del Rosario, la patrona de la ciudad, enfiló la puerta central de la Catedral para poder atravesarla. Las órdenes de su capataz, Juan Pidre, marcaban un andar sobrio, a la par que elegante. A pie de la plaza, la Banda de Música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María, interpretó a su salida la marcha Cristo de la Vera-Cruz, de Manuel Borrego.

Poco a poco, el público se sumaba a la plaza de la Catedral para ver la salida de la procesión. Incluso, llegó a despertar el interés de los grupos de cruceristas que ayer pudieron conocer la ciudad y una de sus tradiciones.

Durante la salida del Corpus Christi, el cielo llegó a amenazar con la caída de lluvia. Sin embargo, las nubes respetaron al cortejo, aunque sirvieron para dar cierto alivio a una mañana que suele ser calurosa.

Sobre 11.10 horas de la mañana, la Custodia, dirigida por José Julio Reyero, atravesó la puerta de la Santa Iglesia Catedral. Los sones de la marcha Gloria in excelsis, de Mariano San Miguel, fueron interpretados por la Banda de Música de Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena, en sus primeros pasos por la rampa de bajada a la plaza.

Muchas miradas se dirigieron a la representación de la Corporación Municipal, por la novedad de no figurar en ella el regidor municipal. En su lugar, estuvieron por parte del PP Teófila Martínez, José Blas Fernández, Mercedes Colombo, Ignacio Romaní, Paloma Bordons, Fátima Rodríguez y Vicente Sánchez, mientras que por el PSOE estuvieron Victoria Rodríguez y María José Rodríguez. Además, en la presidencia estuvieron también otros cargos como el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre; o el presidente de la Audiencia Provincial, Manuel Estrella.

Durante el recorrido del cortejo, una parte del público dio muestras de cariño y aplausos a la exalcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, tal y como se pudo contemplar en la plaza de San Juan de Dios, en la que fue la primera vez tras 20 años en la que no ostentó el cargo de primer edil durante esta jornada.

Con el avance de la mañana, cada vez más apetecible, se fue más público tomó las calles del casco antiguo. La celebración se cerró con el epílogo de los traslados a Santo Domingo de los pasos de la Sagrada Cena y la Virgen del Rosario.