El macrocentro cultural, social y empresarial de los depósitos de tabaco

El gran proyecto de la Edusi

En el equipamiento de Loreto se contemplan espacios para grandes eventos culturales, salas de lectura, coworking y otros múltiples usos

Se va a comenzar una primera fase de intervención que abarca tres almacenes y dos andenes

Almacenes y espacio entre almacenes donde se habilitará el gran centro cultural, social y empresarial proyectado por el Ayuntamiento. / Julio González

Han prestado una función enorme como almacenes de tabaco, cuando Cádiz era referente en esta industria que, a su vez, tanto trabajo dio a la ciudad. Y después de años de espera y algún que otro tímido proyecto y jornada de puertas abiertas, el Ayuntamiento parece lanzado (de la mano de la Edusi) a dar vida a los antiguos depósitos de tabaco de la barriada de Loreto. Y vaya vida, porque en tres de los depósitos que abarca la actuación ya proyectada por los técnicos municipales se contempla un macrocentro cultural, social y empresarial que tiene como objetivo poner a este equipamiento en el centro de la dinamización y la atención de la ciudad.

El proyecto, cuyo siguiente paso es la realización del estudio geotécnico que ya ha salido a licitación (por 9.419,34 euros), pretende conseguir varios objetivos: crear un foco de oportunidades para llevar a cabo la descentralización del casco histórico, dinamizando y potenciando la transversalidad; convertirse en un importante contenedor de equipamientos en extramuros, acabando con carencias detectadas en este ámbito, generando flujos internos en la ciudad; recuperar y poner en valor esta antigua zona industrial en desuso y degradada; crear ese nuevo espacio multifuncional orientado a la cultura, sector empresarial, ocio, formación, turismo y energías renovables, lo cual se realizará “desde un enfoque social, priorizando la lucha contra la desigualdad de oportunidades, la exclusión social y el desempleo, y teniendo en cuenta los colectivos vulnerables en la zona (jóvenes en riesgo de exclusión, personas dependientes, mujeres…)”, explica el anteproyecto.

El uso cultural

La vertiente cultural del proyecto utilizará dos de los almacenes. En uno de ellos, el que se sitúa más próximo a la Avenida Marconi, se habilitarán salas de lectura, un módulo infantil y otro juvenil, salas de estudio “y un entramado de espacios libres interiores” en los que se quieren crear “diferentes ambientes acogedores destinados a la lectura, consultas informáticas para uso público y zonas de descanso”. Además, en la entreplanta de ese almacén habrá también espacios de trabajo para grupos, con acceso a zona de depósito de material bibliográfico.

En el otro almacén, paralelo al anterior, se mantedrá un espacio lo más diáfano posible para acoger todo tipo de eventos culturales, creando una compartimentación móvil que podrá utilizarse para reducir el espacio si así lo requiere el evento, y habilitando también una zona de camerinos, almacén u otros usos relacionados con esos actos culturales que podrá albergar.

El uso empresarial

Para este fin se ha reservado una superficie del almacén colindante con Marconi para habilitar un espacio coworking, cuyos usuarios podrán acceder al resto de zonas habilitadas allí (salas de reuniones, zonas de descanso y demás).

El uso social

A este fin estará destinado el almacén transversal a los otros dos, concebido en el proyecto como “un espacio diáfano volcado e integrado en la composición funcional de las naves 1 y 2”, a la espera de que futuras fases posibiliten que este almacén cumpla su función como fachada principal hacia la Avenida Juan Carlos I y el nuevo espacio público previsto cuando se derribe el antiguo almacén fiscal. Hasta entonces, se contempla allí usos diversos “como puntos de información en general a la ciudadanía en procesos de formación, de selección de personal, castings, exposiciones en general, vinculadas a procesos formativos y de empresas”.

Espacio entre naves

A todo lo anteriormente desarrollado se le une otra zona objeto de esta primera fase que ya ha diseñado el Ayuntamiento y cuya tramitación ha comenzado: el espacio que separa las dos naves que se van a rehabilitar y dotar de nuevos usos, ocupado hoy por vías de tren y andenes.

En esta zona se contemplan una serie de posibilidades que culminarán el atractivo de este gran complejo cultural, social y empresarial que quiere poner en marcha el Ayuntamiento. Actividades de artes escénicas, teatro, música, conciertos de aforo reducido, exposiciones (incluso de gran escala con esculturas, coches o maquinaria, expone el anteproyecto), muestras de industria agroalimentaria, food trucks, música y arte en directo, zona de ocio… Todo un abanico de opciones, en definitiva, para atraer a la ciudadanía a esta zona de la ciudad y, con ello, revitalizar las barriadas colindantes.

Para ello, el proyecto incluye la sustitución de la cubierta actual de esa zona (que contiene amianto) por una nueva acristalada que además integrará captadores solares. Y es que, además, en todo el conjunto se pretenden utilizar materiales y soluciones constructivas que tienen como objetivo alcanzar un consumo de energía “casi nulo” en todo este equipamiento que asoma en el horizonte como la gran revolución urbanística y dinamizadora de extramuros.

Un tercio de la superficie total

El proyecto que ha empezado a tramitar el Ayuntamiento contempla una superficie de aproximadamente un tercio del espacio total de los depósitos de tabaco. En concreto, se actuará sobre 7.770,33 metros cuadrado de una parcela que suma 20.018 metros cuadrados.

A este respecto, la arquitecta municipal autora del anteproyecto ya advierte de que "dadas las dimensiones del conjunto y el actual estado de conservación, las edificaciones y espacios libres deberán ser objeto de otros proyectos futuros orientados a lograr mejoras en la conservación y calidad medio ambiental, puesta en marcha de nuevas actividades que sigan ampliando la oferta de equipamientos y equilibre la distribución de los mismos en la ciudad".

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