Una madrugada sin pegar ojo

Inundaciones, decenas de vehículos dañados y el desplome del muro de un colegio son el trágico balance de la jornada

Un árbol, desplomado sobre un coche, en la isleña barriada del Parque.
Un árbol, desplomado sobre un coche, en la isleña barriada del Parque.
Fátima Díaz / San Fernando

12 de octubre 2008 - 01:00

Una madrugada de auténtica pesadilla en la que la mayoría de isleños no pegó ojo. Durante todo el día de ayer en la calle no se comentaba otra cosa: los estragos que había causado el temporal de viento y lluvia a su paso por San Fernando. Múltiples problemas, destrozos en viviendas y vehículos y espectaculares estampas de árboles y farolas por los suelos. Afortunadamente, y casi todas las conversaciones a pie de acera concluían en lo mismo, la catástrofe natural no se cobró víctimas ni heridos, aunque los daños materiales fueron numerosos y su arreglo acarreará mucho dinero.

Las cifras hablan por sí solas. Más de un centenar de llamadas recibidas en la Jefatura de la Policía Local; 34 salidas de Bomberos y una treintena también de asistencias por parte de Protección Civil. La noche fue más que movida en La Isla desde que apareció la lluvia y sobre todo el viento, sobre las dos de la madrugada, hasta ayer, en que a lo largo de todo el día continuaron subsanándose los problemas motivados por el temporal varias horas antes.

Las consecuencias, de hecho, se seguirán observando en algunos barrios de la ciudad durante bastantes días más. Es el caso del colegio público Liceo, donde alrededor de las cuatro y media se desplomó uno de los muros laterales que separa al recreo de la calle. La pared se cayó literalmente a trozos sobre la acera al no soportar la presión del agua estancada dentro, ya que había llovido tanto que a los husillos no les dio tiempo de vaciar el agua. Por la hora en la que se produjo el incidente, en plena madrugada, no pasaba nadie por la calle, así que no hubo que lamentar heridos. Pero los escombros aplastaron a seis coches aparcados frente a la pared de este colegio, en la Avenida de la Marina. La Policía Local procedió a cortar el tráfico desde primera hora de la mañana desde la intersección con la calle Real hasta las inmediaciones de Tercio de Flandes a fin de que pudieran recogerse los restos y retirarse los automóviles siniestrados. El tramo afectado continuó cerrado a la circulación rodada durante toda la jornada de ayer, así como la acera donde se produjeron los hechos, que permanece acotada por vallas por cuestión de seguridad.

Las barriadas de Buen Pastor, La Casería, Diputación, la avenida Pery Junquera y el entorno de la plaza de toros fueron algunas de las zonas más castigadas por las inundaciones, aunque lo cierto es que fueron generalizadas. De ahí que Protección Civil, por ejemplo, ayudara en una docena de achiques, tanto en casas como en garajes, sólo por la mañana.

Aparte de las viviendas, los coches fueron otros de los grandes perjudicados por la lluvia y el viento ya que la caída de árboles de gran tamaño en algunos puntos de la ciudad dañó muchas veces a los vehículos aparcados cerca. Así ocurrió en el barrio del Parque (foto superior), La Ardila y en Benjamín López, entre otros.

Desde primera hora de la mañana el Ayuntamiento habilitó un dispositivo especial compuesto por operarios de limpieza y de Vías y Obras para paliar en la medida de lo posible los efectos del temporal sobre la ciudad.

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