Manifiesto íntegro de la Comisión 8M de Cádiz en el Día de las Mujeres 2025
"Volvemos a reivindicar la lucha unitaria de los feminismos diversos. Por todas las vidas que nos ha arrebatado y que ha truncado la violencia machista", dicen en esta proclama colectiva
8M en Cádiz, contra lluvia, viento y marea, por que la vergüenza cambie de bando
Cádiz/Un nuevo 8 de marzo la Comisión 8M de Cádiz junto a la Coordinadora provincial de colectivos feministas salimos a las calles de nuestros pueblos y ciudades para reivindicar el Día Internacional de las Mujeres como una jornada de lucha contra el patriarcado, el fascismo, el capitalismo colonial y sus múltiples violencias. En un momento en el que nos quieren divididas y aisladas, volvemos a reivindicar la lucha unitaria de los feminismos diversos. Por todas las vidas que nos ha arrebatado y que ha truncado la violencia machista. Vamos a convertir nuestro dolor en rabia y al grito de la vergüenza debe cambiar de bando, afrontamos este 8 de marzo. ¡Porque ningune será libre, hasta que la vergüenza cambie de bando!
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO, para señalar a empresarios y administraciones que precarizan a quienes sostienen la vida con trabajos esenciales y de cuidados, precarios y altamente feminizados y racializados: internas, trabajadoras del hogar, limpiadoras, trabajadoras de ayuda a domicilio, camareras de piso… Cada vez nos cuesta más conciliar nuestros curros precarios con la vida familiar y social, pero también sabemos que el racismo y xenofobia epistémico condena a muchas mujeres migrantes a trabajos extenuantes y mal pagados. Recordamos que el pasado 1 de marzo los partidos de Vox, PP y Junts votaron en contra de la Iniciativa Legislativa Popular impulsada por “Regularización ya” en la que participamos recogiendo firmas y que fue rechazada gracias también a la abstención del PSOE y PNV. Sin antirracismo no hay feminismo.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO porque a pesar de la falta de oportunidades, las migrantes y mujeres pobres son cuestionadas y estigmatizadas si eligen el trabajo sexual como medio de vida. Son silenciadas ante sus demandas de formar parte de las mesas donde se debaten sus derechos. En Jerez y Trebujena se preparan ordenanzas municipales que justifican su persecución, pero no al proxeneta, o que persigue al cliente sin crear ninguna alternativa laboral para ellas ¿Cuál es la solución si les quitan la forma de ganarse el pan y además provienen de trabajos anteriores aún más precarios que dejaron porque eran insostenibles? Las condenan a la clandestinidad, al ostracismo y a mayor precariedad y violencia. Somos pro-derechos de las prostitutas porque nada se hará sobre ellas, pero sin ellas. El feminismo será de clase y antirracista o no será.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO Porque las mujeres seguimos encabezando las tasas de desempleo, de temporalidad y de menor salario. Escandalosa la tasa de paro del 41,5% para las mujeres trans. La brecha salarial sigue existiendo en nuestro país con un 18%, y en torno al 36% de las empleadas del hogar siguen sin legalizar. La vida no se sostiene sin los cuidados: ¡Mujer cuidadora, también trabajadora!
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO porque al jubilarnos nos encontramos con la brecha en las pensiones tras esas vidas laborales precarias, pensiones de viudedad mínima, sin opción a residencias donde los cuidados sean un valor. La feminización de la pobreza en nuestras mayores hay que señalarla y combatirla.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO. Falta perspectiva de género al abordar la salud mental y las discapacidades con una infra-atención de mujeres al minusvalorar sus dolencias. Faltan medidas alternativas para atenderlas y nos solidarizamos con aquellas personas a las que se propone la farmacología como única opción. Reivindicamos personal profesional formado para construir un modelo de salud mental y atención a las discapacidades psicosocial feminista y anticapitalista, que escuche a quienes lo viven en primera persona. Luchamos contra una sociedad que nos enferma, pero que nos estigmatiza cuando nos rompemos: se nos acepta mientras seamos útiles y produzcamos. El feminismo también es orgullo loco y orgullo tullido.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO Nos solidarizamos con las mujeres presas y los contextos de precariedad que empujan a muchas de ellas a cometer delitos o ser marionetas de mafias y se encuentran en cárceles que ni las ayuda a las reinserción, con escasez de recursos para salir a buscarse la vida en una sociedad que las estigmatiza como ex reclusas. Mientras, políticos se codean con grandes traficantes y los delitos de guante blanco quedan impunes al cometerlos gente rica.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO Que los procesos judiciales se simplifiquen y ponga en el centro a las víctimas. Que recurrir a la justicia no suponga la revictimización y que el personal implicado en la atención y detección reciba formación especializada para dejar de cuestionar y desproteger a supervivientes y sus criaturas. Las mujeres racializadas y migrantes en situaciones de violencia viven los prejuicios racistas en comisaría y juzgados, o con el miedo a denunciar cuando no tienes los papeles en regla. La justicia sigue siendo patriarcal, racista, clasista y cuerdista, por ello caminamos a modelos antipunitivistas. Justicia restaurativa que promueva la prevención de delitos con sociedades más justas, igualitarias y críticas.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO porque el PP en Andalucia, tras 6 años de gobierno ha puesto en peligro los servicios públicos, nuestro ecosistema y los derechos conquistados tras décadas de lucha feminista. Ha rechazado 19.000 millones de euros de la condonación de la deuda histórica andaluza y el pasado septiembre rechazó 112 millones de euros para la escolarización de 12,000 plazas para educación infantil públicas y gratuitas. Mientras, vemos progresiva privatización de la sanidad, con un infradiagnóstico de mujeres con enfermedades crónicas y una deficiente atención a las personas trans e intersexo tanto en sus unidades especializadas como en otras áreas de la salud. Además, empujan a las familias a acudir a la concertada con una disminución de plazas y cierre de centros educativos como el Adolfo de Castro en el Cerro del Moro y perjudican en la conciliación ante la escasa oferta en 0-3 años. Mientras el PP gaditano continúa sin aplicar normativas contundentes ante los problemas de vivienda de la ciudad pero gastando dinero público en grandes eventos. Reclamamos la inclusión de las personas no binarias e intersexo en las leyes LGTBiQA+ y Trans. Las políticas neoliberales y privatizadoras, están tomando una deriva fascista, antifeminista, ecocida, racista y LGTBIfóbica. Como siempre quienes estamos abajo somos las grandes perjudicadas. Contra el fascismo desatado, feminismo organizado.
LA VERGÜENZA TIENE QUE CAMBIAR DE BANDO ante los oligarcas y políticos que permiten genocidios y las guerras ante evidentes intereses económicos y geopolíticos, sin miramiento ante las violaciones de los derechos humanos. Exigimos fin del genocidio al pueblo palestino y la ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas con el Estado sionista de Israel y con todos los estados que apoyan esta masacre. La participación en cualquier guerra y en el rearme europeo supone hacerle el juego al capitalismo salvaje y a la destrucción de territorios con una crisis migratoria derivada de la expulsión de los pueblos ante las masacres. Esto promueve otras violencias como la trata de personas, la explotación y será utilizado por los sectores fascistas y derechistas que no querrá acoger refugiados. ¡No a las guerras, no al genocidio Palestino, no al colonialismo, al fascismo y no al rearme! Nos sobran los motivos. Y aquí seguiremos luchando cada día, cada minuto cada suspiro por tener vidas que merezcan la pena ser vividas y por romper con el sistema capitalista, racista y heterocis-patriarcal. Seguiremos denunciando las situaciones de violencia y desigualdad dentro y fuera de nuestras fronteras. Seguiremos luchando por servicios públicos de calidad, por nuestros derechos sociales y laborales, y por la dignificación de las tareas de cuidados. Seguiremos luchando contra todas las normas sociales que nos violentan que recaen sobre nuestros cuerpos, nuestra forma de hablar, nuestra cultura, nuestro deseo o nuestras maneras de relacionarnos. Seguiremos practicando la autodefensa feminista para combatir la violencia en cualquier ámbito de la vida. Seguiremos pidiendo y exigiendo que el miedo y la vergüenza cambie.
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