Los médicos de Cádiz alertan que la sanidad privada está en peligro
Salud
Denuncian que los baremos de los precios que les aplican las compañías aseguradoras no cambian desde hace 30 años y hablan ya de una situación "insostenible"
Guerra fría de los médicos de Cádiz de la privada contra las aseguradoras
Hasta ahora la propia legislación impedía a los colegios médicos a interferirse en el capítulo de los salarios que obtenían los médicos privados por sus actividades particulares, como autónomos, pero una directiva de la Unión Europea que está ya en cocina y a punto de salir adelante les levantará este veto y y está calentando motores para entrar de lleno en defensa y apoyo de aquellos médicos que dedican su tiempo al desempeño de su actividad médica en el ámbito de lo privado.
Un alto porcentaje de estos médicos, por no decir casi la totalidad, dependen de una compañía aseguradora que es, al fin y al cabo, la que decide cuánto cobra el colegiado por cada acto médico. Estos médicos, según denunciaba este martes el presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, Juan Antonio Repetto, que participó en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Antonio Aguado, y el portavoz de Ejercicio Libre del CACM, Alfonso Carmona, cobran lo mismo en los últimos 30 años.
Los tres participantes en la convocatoria ante los medios coinciden en que la figura del médico privado tiende a desaparecer a no ser que se ponga por fin pie en pared y, entre todos, consigan sentarse con las distintas compañías aseguradoras no sólo para verse las caras sino para negociar y para llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes, pero, sobre todo, para los facultativos que están viendo como cada vez es más difícil mantener una consulta privada con los emolumentos que les llegan desde estas empresas mediadoras que "son los que realmente se llevan buena parte de los beneficios", según indicó el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Médicos, Antonio Aguado.
"Las cosas han cambiado mucho en los últimos 30 años, ¿no?" preguntaba Aguado a los medios de comunicación que respondieron ayer a la llamada de auxilio formulada desde el Colegio de Médicos de Cádiz que ha demostrado la clara intención de mediar entre los médicos y las compañías para evitar que la figura del médico privado termine por desaparecer.
En este tono apocalíptico hablaron los tres ponentes. Carmona, por su parte, no sólo quiso hablar de dinero sino que también tocó casi de paso la falta de contratos adecuados, mejoras de las condiciones laborales e incluso habló de una cierta "desprotección" que sufren estos profesionales que, de pronto y porrazo, pueden encontrarse de un día para otro que la compañía ha optado, de manera unilateral y sin previo aviso, por eliminar el nombre de un médico del listado de su aseguradora por el simple hecho de estar pidiendo demasiadas pruebas complementarias para la investigación y hallazgo del origen del mal o de la enfermedad que ha podido llevar a un paciente hasta su consulta.
Repetto, desde el Colegio Médico de Cádiz, puso sobre la mesa una serie de cifras que revelan que de los 5.068 médicos colegiados, 1.704 dedican parte de su tiempo a una consulta privada. Es decir un 33%. Es decir, que uno de cada tres médicos de Cádiz es un médico de la privada. Cierto es que 948 de estos facultativos lo hacen de manera exclusiva, mientras que 756 conjugan su trabajo en la Seguridad Social con la sanidad privada.
El doctor Aguado trajo bajo su brazo cifras andaluzas y comentó que el 96% de los médicos andaluces ejercen actividad en la privada. "Este sistema no puede seguir así y lanzamos un SOS antes de que desaparezcan las consultas privadas".
De hecho, más cifras. Aguado dijo que si hubiera que subir esos baremos congelados hace ya 32 años teniendo en cuenta sólo el IPC, los precios que pagan las compañías aseguradoras a los médicos que componen los cuadros que venden a la hora de contratar con un particular un seguro tendrían que subir un 145% para intentar amortiguar las pérdidas.
Pero el motivo de esta visión apocalíptica no sólo se basa en los precios que pagan por una consulta que que puede rondar los 8 euros cuando es una primera consulta y la mitad si se trata de una segunda visita, y teniendo en cuenta de que ya el seguro no le paga nada al médico por una tercera consulta. A todo esto le suman que los médicos de menos de 35 años ya tienen muy claro que no quieren la sanidad privada ni en pintura, lo que provoca que la mayor parte de la plantilla que conforman esos listados de la privada esté compuesto por personas de más de 65 años. De esto se desprende que en un plazo de unos diez años, estos profesionales dejarán de ejercer y las compañías privadas se las verán canutas para encontrar médicos para sus consultas.
A esto, el doctor Aguado, en nombre del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, dejó también caer que más del 70% de los médicos que salen de nuestras facultades son mujeres y que se está produciendo una especie de feminización de la profesión. Según la tesis de Aguado, las mujeres suelen valorar más y mejor el tiempo libre que los hombres por lo que, al igual que los jóvenes menores de 35 años, tampoco parecen dispuestas a dedicarle ni un minuto de sus vidas a la sanidad privada a la vista de los emolumentos que reciben por parte de las compañías de seguros.
Y no hablan sólo de los precios de las consultas sino que ya van más allá y hablan de las intervenciones quirúrgicas, por las que pagan en ocasiones hasta 40 euros por intervenciones cuyos precios suelen pagarse desde el SAS a precios que nada tienen que ver con esos 40 euros.
"A los médicos no les interesa tanto los precios y los baremos sino que nuestra vocación nos lleva a velar, sobre todo, por la salud y la curación de nuestros pacientes, pero tenemos que confesar que la situación se hace cada vez más insostenible y con esos precios no podemos mantener los gastos de luz, agua, internet, alquileres que supone tener abierta una consulta privada", indicó el doctor Aguado. De hecho, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos calculó que para que les salgan las cuentas tienen que ver unos 50 o 60 pacientes para equilibrar los gastos.
De ahí esta llamada de socorro por parte del Colegio de Médicos de Cádiz y, en general, de los andaluces. Esta misma alerta la han puesto sobre la mesa de las distintas administraciones y ahora están en conversaciones con la Junta de Andalucía. Además afirman haber mantenido ya encuentros con todos los partidos que forman parte del espectro parlamentario y que el PSOE es el único que "nos ha salido por peteneras".
Y un matiz singular que dejaron caer estos representantes de la medicina andaluza y es que denuncian que las compañías privadas han llegado a tener que "engordar sus listas incluso con médicos que ya están jubilados o incluso fallecidos". "La sanidad privada puede deaparecer" y esto, según el doctor Aguado, no sólo perjudica a los profesionales sanitarios sino que los clientes y pacientes se están encontrando ya con listas de espera en los médicos de las compañías privadas que tardan meses en poder recibirlos.
Por su parte, Alfonso Carmona, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, que ya habló de "guerra" en la que la única luz que se atisba en el horizonte es esa directiva de la UE que permitirá a los colegios médicos entrar en esta polémica y ejercer de grupos de presión para que las compañías lleven a cabo esa actualización de sus baremos antes de que sea demasiado tarde y de que el término "médico de pago" pase a la historia.
Carmona: "Los médicos no nos unimos ni para pedir dinero"
"Si los médicos acudiéramos a esta guerra unidos, se solucionaría todo en 24 horas". Así de claro lo tenía este martes Alfonso Carmona, también portavoz de Ejercicio Libre del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Indica que en todo este tipo de batalla no han conseguido aún resultados más positivos "porque los médicos nunca vamos unidos: "Nos nos unimos ni para pedir dinero". "Seríamos así capaces de colapsar la sandiad en cuestión de horas". Las compañías se escudan en esto, según Carmona, y en que "los médicos no miramos ni el tiempo ni el dinero sino que cuando un paciente se nos pone delante sólo lo vemos a él o a ella y sólo buscamos soluciones a sus problemas. Y más cifras que ahondan en este sin sentido. Si el SAS tiene que pagar a un médico por una consulta privada por una situación concretar por falta de profesionales en algún lugar concreto de la geografía española, paga 53,75 euros la consulta y si el paciente va sin cita, lo paga a 83 euros, nada más lejos de lo que pagan desde hace 30 años las compañías aseguradoras.
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