El megayate 'Azzam' permanecerá en Cádiz al menos hasta febrero

A Cádiz y a la imagen de su puerto le ha venido de perlas. La mirada de decenas de medios nacionales e incluso internacionales han puesto sus miradas en el puerto gaditano por la simple estancia de un megayate.

Realmente el Azzam no es cualquier barquito al uso. Se trata del yate más largo del mundo, con 180 metros de eslora y una manga (ancho del buque) de 20,8 metros. Y no sólo eso sino que se da la circunstancia de que es propiedad del jeque Jalifa bin Zayed Al Nahyan, presidente de Emiratos Árabes Unidos y actual emir de Abu Dabi, miembro de la familia real que precisamente acoge estos días al rey emérito Juan Carlos I tras su polémica salida de España.

Los gaditanos y los pocos turistas que han podido acercarse a la Cádiz por culpa del covid han aprovechado para hacerse sus selfies desde detrás de la reja del muelle, ya que la imagen es especialmente singular, sobre todo de noche, cuando el buque se engalana con sus luces.

De momento, en el puerto de Cádiz, casi por desgracia no hay problemas de "aparcamiento", ya que la total ausencia de cruceros desde mediados del mes de marzo pasado, cuando se decretó la suspensión de las escalas a nivel nacional, ha dejado al Muelle Ciudad huérfano de buques, situación que parece que se podria alargar hasta bien entrada la próxima primavera.

Pero el buque Azzam sigue ahí y tanto la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) como varios de sus servicios portuarios siguen haciendo caja, y más a sabiendas de que su estancia podría prolongarse hasta finales del mes de febrero, según apuntan fuentes cercanas al recinto portuario.

No hay que olvidar que el el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahyan le paga a la APBC unos 1.300 euros al día. A estas tasas habría que sumarle lo que este señor paga en concepto de otros servicios que le son necesarios durante su estancia en Cádiz.

Los gastos de su estancia en Cádiz

Según las citadas fuentes, en el interior del buque tan sólo se aloja una parte de la tripulación que se ocupa de mantener el buque limpio como una patena, con más de dos y tres limpiezas diarias. Según c ometan, es especialmente singular la discreción con la que esta tripulación se pasea tanto por el exterior del buque como por la ciudad, a pesar de que indican que son pocas las salidas que protagonizan. Además, al parecer, están obligados a mantener siempre el megayate en perfecto estado y preparado para salir en una hora si su servicio fuera solicitado o bien por su propietario o por parte de cualquier persona de su entorno.

A los 1.300 euros que el jeque paga a la Autoridad Portuaria, a la que no le viene nada mal, dada la sequía de unos cruceros que le han provocado una pérdida de ingresos de unos 3 millones de euros, habría que sumarle los gastos de otro tipo de servicios que necesita tanto el mantenimiento del barco como la propia estancia de la tripulación, cuyo número total no ha trascendido. De esta manera, a esos 1.300 euros diarios habría que sumarle los gastos de agua, recogida de basuras, provisionistas, talleres, etcétera. Así, si finalmente se quedara hasta febrero, la APBC y el resto de servicios portuarios podrían sumar en torno a medio millón de gastos por esta lujosa estancia en Cádiz.

Es cierto que ya sobre el Azzam se ha escrito ya casi de todo. Desde que está provisto de un sistema de defensa antimisiles hasta que en su interior habita de vez en cuando el jeque al que se le ha visto llegar con una espectacular limusina, algo que parece del todo incierto, según fuentes del Muelle de Cádiz.

Mientras tanto, su estancia sigue colocando la mirada de muchos en el puerto de Cádiz y más a raíz de que saliera a la luz que precisamente este emir de Abu Dabi tiene como invitado especial en su tierra al rey emérito.