El monumento a las Cortes de Cádiz, a punto de cumplir 100 años y necesitado de un plan de rejuvenecimiento

El Estado lo incluye como “Lugar de la Memoria”, sin aportar fondos

La última limpieza se realizó con motivo del bicentenario del Doce

El monumento a las Cortes pierde la espada

Los daños evidentes en el monumento a las Cortes.
Los daños evidentes en el monumento a las Cortes. / Julio González

Dentro de cinco años el monumento a las Cortes de Cádiz cumplirá su primer centenario. Como otros referentes de nuestro patrimonio histórico, este homenaje a la Constitución de 1812 está necesitado de una profunda restauración, pues desde 2012 no se actúa sobre el mismo.

Fue entonces cuando, de cara a los fastos del bicentenario del Doce, se realizó una limpieza en profundidad del monumento, a cargo de la empresa Ars Nova, ejecutando también trabajos de consolidación en el mismo.

Desde entonces sólo se ha actuado tras la caída, en 2020, de la espada que portaba la figura que representa a la Constitución. Más allá de ello, nada.

Entre tanto, el gobierno central incluyó recientemente al monumento dentro de los denominados como “Lugares de la Memoria”, con el fin de “proteger, conservar y explicar aquellos sitios de especial relevancia histórica de España”.

Que se sepa, por el momento esta catalogación no ha ido acompañada por fondos para su mantenimiento. Igualmente, a pesar de esta catalogado como Bien de Interés Cultural, la Junta de Andalucía tampoco tiene previsto aportar fondos para su restauración y cuidad, aún cuando en 2020, tras la caída de la espada, no tardó en ofrecerse al Ayuntamiento para “ayudar en todo lo necesario”.

Desde los trabajos ejecutados de cara al 2012, ha vuelto a aparecer la suciedad superficial en buena parte del conjunto, con hongos y algas en determinadas zonas, afectados por el sol o las sombras. Son problemas ya casi estructurales, de difícil eliminación aunque sí de control con un tratamiento continuado, que hoy no se realiza.

Igualmente se constata la suciedad en el mármol y en la caliza, a la vez que es evidente la pérdida de las facciones de muchas de las figuras que componen el monumento debido a la erosión. También es necesario renovar los productos que protegen las dos grandes esculturales laterales del conjunto.

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