El monumento funerario de la Casa del Obispo puede verse por primera vez en Cádiz

El espacio Entre Catedrales abre al público con la puesta en valor de este importante enterramiento donde se encontró el famoso anillo signatario fenicio y una exposición sobre los rituales funerarios en Gadir

El balance de Cádiz fenicia

Restos del monumento funerario con el panel interpretativo al fondo
Restos del monumento funerario con el panel interpretativo al fondo / Lourdes de Vicente

El Espacio Entrecatedrales abre por primera vez al público con la puesta en valor de la tumba monumental fenicia del siglo VI a. C, en el marco de una interesante exposición sobre los rituales funerarios en Gadir, cuya inauguración se enmarcó en programa 'Orgullosos de nuestra historia'. El estreno es doble, por tanto, el del espacio expositivo que se abre paso bajo el mirador del arquitecto Alberto Campo Baeza, y la exhibición pública del importante monumento donde se encontró el famoso anillo fenicio.

Nada más poner un pie en el espacio destaca la maqueta en la que se interpreta el enterramiento por parte del arqueólogo municipal José María Gener, que fue director de la excavación, pues la tumba no se conserva completa, tal y como puede verse in situ al fondo del recorrido. La obra ha sido ejecutada por la Asociación Gaditana de Belenistas de Cádiz y sus esculturas por Francisco Javier Guilloto, y en ella se observa la entidad de aquella tumba, al hilo de la relevancia que daban al más allá. Una pieza que, por cierto, tapa uno de los paneles, por lo que probablemente cambie su ubicación actual.

Maqueta del monumento funerario fenicio
Maqueta del monumento funerario fenicio / Lourdes de Vicente

La tumba monumental: el proceso constructivo

Reza una inscripción en la entrada que "Gadira está situada en el confín de Europa y sus habitantes son gente exageradamente dedicada a la religión (Philostr)", y así se pone de manifiesto en el resto del recorrido expositivo en torno a la necrópolis de Gadir, que con ilustraciones y paneles explican y contextualizan cómo se enterraban los fenicios, desde el más poderoso al más modesto. Falta por colocar el panel del monumento funerario que puede visualizarse desde una pasarela. En él se cuenta el proceso constructivo de aquel monumento, que ha sufrido fuertes alteraciones, y del que se "solo se conserva la tumba, inserta en una plataforma sobre la que se erigía la construcción que guardaba la tumba". Toda la obra fue realizada con sillares en piedra ostionera y construida en fases claramente diferenciadas.

Los banquetes junto al enterramiento

El resto de la exposición lo integran los paneles explicativos con la información más destacada de los hallazgos del yacimiento y el proceso de excavación de la tumba monumental con textos de José María Gener y fotografías de Francisco Blanco, e ilustraciones basadas en los ritos de muerte y funerarios de Fabio Castro. También se exhibe la ilustración e interpretación de la tumba monumental fenicia de Arturo Redondo, y una escultura del porta amuletos creada por Emilio Santander.

Un recorrido que narra cómo se realizaba el ritual mortuorio en la propia vivienda del gadirita, y cómo eran a posteriori las inhumaciones y se celebraba el ritual de despedida en torno a un banquete, tras el que se realizaban las ofrendas de los restos de vajillas que vertían a la fosa "para no volverlos a usar debido a su contaminación con el más allá". De hecho, la necrópolis estaba en otra isla (Kotinoussa), separada de Erytheia (donde estaba la ciudad) por el Canal Bahía Caleta.

Fue precisamente en aquella zona de necrópolis donde se encontraron los dos sarcófagos antropoides -el masculino en 1887 en Punta de Vaca y el femenino en 1980 en la calle Ruiz de Alda- que hoy lucen en el Museo de Cádiz, y cuya reproducción a escala real puede verse en este recorrido.

El anillo y otras reproducciones

También se muestra cómo era un porta amuletos con cabeza de cabra, a falta de las recreaciones con cabeza de león y halcón, así como el famoso amuleto escarabeo. Pero entre las piezas más importantes del ajuar del interior de la tumba figura el anillo signatario fabricado en oro con el simbolismo de dos delfines que también luce en el Museo de Cádiz.

Un panel cuenta que los anillos eran elementos de carácter personal e identificativo, que podía representar la jerarquía social, política y religiosa, por lo que se sabe que la persona aquí enterrada tuvo que ser muy relevante.

Completa el recorrido una proyección con hallazgos de la necrópolis de época fenicio arcaica y códigos Qr en varios puntos de realidad aumentada que traslada a escenas de Gadir. Y faltaría por limpiar algunas zonas del circuito y paneles.

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