Muere Joaquín Seisdedos, el terror de los coches mal aparcados en Cádiz

Joaquín Seisdedos Gordillo, el terror de los conductores que aparcaban sus coches en las aceras de la capital gaditana, ha muerto. El recordado policía local, que se significó por su implacable seguimiento a los vehículos mal aparcados, se había jubilado en diciembre de 2012 después de 36 años en el cuerpo, habiendo jurado su cargo en abril de 1976 siendo alcalde Emilio Beltrami. Seisdedos, en una entrevista concedida a este periódico en abril de 2013 y realizada por nuestro compañero Emilio López, presumía que al frente de la grúa municipal, junto con otros tres compañeros, “conseguimos que todas las aceras de la ciudad estuvieran libres de coches”.

Seisdedos, cuyos primeros trabajos fueron como electricista, fue incluso criticado en coplas de Carnaval y en la ciudad apareció alguna que otra pintada en su contra, asunto que se tomaba con filosofía.

También fue un acérrimo seguidor de la Semana Santa gaditana, a la que estaba muy vinculado. Era hermano de Sanidad, Aguas y Sentencia, escoltando en algunas ocasiones, como agente de la Policía Local, los palios de la Virgen de las Angustias del Ecce-Homo y el del Buen Fin de Sentencia, y también los de misterio de Medinaceli y Buena Muerte. Asimismo formó parte de la junta de gobierno de la cofradía de la Piedad a comienzos de los años 70. De la misma manera ejerció como vocal del Consejo Local de Hermandades y Cofradías con Rafael Corbacho de presidente. Precisamente con este compitió para ser presidente del Consejo, perdiendo las elecciones, y luego se presentó a otros comicios en los que acabó retirándose antes de las votaciones.

Era un entusiasta de los carteles de Semana Santa, acopiando una importante colección de ejemplares de toda España que se contaban por miles. Además, editó durante varias décadas un itinerario cofrade.

En agosto de hace dos años recibió un homenaje de sus amigos en el bar Los Platillos Volantes. Descanse en paz.