La muralla de la vergüenza
La fortificación que da a la estación está en mal estado, lo que choca con la preocupación por el patrimonio
Cádiz/La construcción del previsto hotel sobre el edificio del vestíbulo de la estación de Adif, incluido dentro del Plan Plaza de Sevilla, suscitó la protesta de varios colectivos ciudadanos al considerar que se dañaba al patrimonio del casco histórico: un edificio de gran altura en la misma entrada a la ciudad antiguo y que restaba visión de la Bahía.
Sin embargo, el mayor daño al patrimonio histórico de la ciudad se viene haciendo desde hace años sobre la muralla ante el silencio del conjunto de las administraciones y de la mayoría de los colectivos que ahora se quejan por el futuro hotel.
Las murallas centenarias que sirven de frontera entre la Cuesta de las Calesas y los terrenos ferroviarios presentan un evidente estado de abandono que afecta desde el lateral del baluarte de Santa Elena hasta los restos del que fue baluarte de Santiago, hoy ocupado en parte por el aparcamiento en superficie que Emasa gestiona junto a la Cuesta. Esta última zona es la que ofrece una imagen más deteriorada, con grandes grietas en sus esquinas, y con la piedra casi erosionada en las zonas más cercanas a la balaustrada.
Hay que tener en cuenta que mientras que en el resto de las fortificaciones de la ciudad se han realizado actuaciones de mantenimiento en los últimos años, aquí no se ha actuado desde hace décadas. Significativo es el baluarte de Santa Elena, en buen estado en lo que se refiere a la cara que da a la Audiencia y que, sin embargo, ofrece su peor imagen junto a la red de vías, en lo que es la principal estampa que divisan los viajeros al llegar en tren al casco antiguo.
El Plan Plaza de Sevilla tiene previsto actuar en los restos de las murallas, con el riesgo de caídas de piedras si el proyecto continúa acumulando años de retraso en su ejecución.
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