La naviera Carnival amenaza con no reparar ni un crucero más en Navantia Cádiz
A la corporación de cruceros con sede en Estados Unidos no le ha caído nada bien que el astillero le anuncie que vaya a dejar de trabajar los domingos
Carnival, que podría llevarse también por delante a Royal Caribbean, advierte que tiene a mano ya los contactos con otros astilleros como los franceses de Brest o Marsella
Navantia Cádiz es, desde 2022, el astillero que más cruceros repara en el mundo
Cádiz/Se avecina una tormenta y un oleaje que podría llevarse por delante el idílico momento que vive la factoría de reparaciones de Navantia de Cádiz. La naviera Carnival Corporation se ha puesto seria con Cádiz y ha lanzado un ultimátum: si los trabajadores de Navantia dejan de trabajar los domingos y la factoría se paraliza este día de la semana romperán cualquier convenio o contrato con Cádiz y no traerán ni un buque más a reparar.
Hay que tener muy claro que el 85% de los cruceros que llegan a reparar a la factoría gaditana pertenecen a la flota de Carnival Corporation o bien a Royal Caribbean, de manera que la vida de esta factoría está en manos de estas dos empresas. Pues una de ellas, Carnival, ha tomando una decisión que parece ya firme y parece ser que el otro gigante, Royal Caribbean, ambas con sede en Estados Unidos, no tardará en comunicar un ultimátum similar, algo que supondría el apocalipsis total para el astillero gaditano y posiblemente su cierre definitivo.
¿El motivo? En septiembre del año pasado ya olía a quemado pero parecía que bastaría un maguerazo para acabar con cualquier posible foco de incendio y destrucción, pero parece que no ha sido así.
En aquel momento, con el objetivo de poner fin al “incumplimiento de los tiempos de descanso, diario y semanal”, de “la realización de horas extras en turnos de noche, así como de acabar con los turnos de 19.00 a 7 de la mañana, los trabajadores del astillero de Cádiz y de un total de 16 empresas auxiliares acordaron exigir a Navantia que se tomara una serie de medidas.
Todas ellas tenía como objetivo suavizar los “altos ritmos de trabajo”, que “junto al incumplimiento de los descansos legales aumentan exponencialmente los riesgos en seguridad laboral".
Los representantes de los trabajadores habían dejado caer ya meses antes proponer a la empresa dos medidas concretas. Una sería “proponer a Navantia una solución barata, contundente, eficaz y definitiva” que sería “bloquear de manera automática el torno de acceso al astillero de aquel trabajador que no cumpla los tiempos de descanso legalmente establecidos”.
La otra medida que los representantes de los trabajadores pusieron sobre la mesa, que ya, en su momento, indicaron que entendían, de anteano “que no es la mejor”, “sería evitar la realización de trabajos en domingo”.
Así, desde el comité de empresa del astillero gaditano advirtieron a Navantia que contemplaban esta acción “como último recurso, ante la inacción de Navantia y empresarios," trasladándolo a la asamblea de los trabajadores para que se valore por el colectivo la posibilidad de no trabajar los domingos, u otras alternativas, con el objetivo de asegurar el descanso de los trabajadores”.
De estos encuentros salió la decisión de proponer a los responsables de Navantia que no se trabajaran los domingos, al menos, en el astillero de reparaciones. En esa decisión participaron tanto delegados sindicales del comité de empresa de Navantia, el delegado de prevención, representantes sindicales así como delegados sindicales de un total de 16 empresas auxiliares que suelen trabajar con Navantia.
Fue un anuncio que de cara a la galería quedó ahí, en el limbo de las propuestas. Pero no fue así, ya que desde la propia UGT, mayoritaría en la factoría gaditana de reparaciones, han confirmado que ya llevan dos fines de semana sin trabajar los domingos. Lo bueno, o lo malo, según se quiera ver la cosa, es que durante este tiempo no ha habido ningún crucero sino que lo que ha estado reparando en la capital ha sido un ferry de Balearia y una plataforma, la Tarifa 1.
Pero esta decisión de no trabajar ya los domingos, es decir que en la factoría no se mueve ni un bolígrafo ni una grúa en el séptimo día de la semana, ha caído en los principales clientes de Navantia Cádiz, entre los que se encuentra Carnival, como un auténtico rayo.
Y es que, al parecer, este gigante del mundo de los cruceros ya llegó a Cádiz huyendo de otros astilleros como el de Brest, en Francia, porque precisamente sus trabajadores decidieron no trabajar los domingos. A Carnival ya no le salían las cuentas ni los calendarios, de manera que se pusieron a buscar en Europa otro astillero en el que se trabajaran los domingos. Y ahí fue cuando se encontró con la factoría gaditana.
Para el sector de los cruceros cada minuto es oro, es dinero. Cada día de más que un crucero pasa de más en un astillero le supone pérdidas millonarias, algo que les ha llevado a convertirse en un sector con la piel muy fina, muy sensible, y con los cálculos milimétricamente calculados para que si el crucero tiene que entra en dique el día 11, entre el día 11, y si tiene que salir el 25, que salga el 25, porque seguramente el 26 estarán esperando a este buque en algún puerto en el que miles de cruceristas aguardan ya con las maletas listas y con los billetes en las manos para ocupar sus cabinas en el crucero.
Un retraso de un simple día se puede traducir en el hecho de tener que suspender una ruta, con los miles y miles de euros o dólares que esto supone en el pago de indemnizaciones a esos miles de cruceristas que se han quedado tirados en el puerto engalanados con sus camisas hawuaianas y las maletas más que echas y cargadas de bañadores y chanclas, o simplemente en la mala fama que adquiere esta naviera, que se llevarán meses o años sufriendo a los cientos de "heaters" que están deseando que algo les vaya mal para destruirlos.
Por eso mismo, no se lo han pensado dos veces y ante el anuncio oficial de que Navantia Cádiz no trabaja ya los domingos no les queda más remedio que llevarse los barcos que tenía programado reparar en Cádiz en 2025 y, de ahí, para adelante. Y tan fácil lo tienen porque da la casualidad (nada es casualidad) que el astillero de Brest del que ya vinieron huyendo porque tuvieron la "feliz" idea de no trabajar los domingos ha tomado ahora la "feliz" decisión de recular y volver al tajo las 24 horas del día los siete, sí, lo siete, días de la semana incluyendo la jornada dominical.
A Brest se le suma otro astillero francés, el de Marsella que ya se frota las manos como las moscas ante un manjar viendo que la gigantesca Carnival ha roto o va a romper con Cádiz y que las alianzas se las han quitado y están a punto de arrojarlas por la borda.
Cierto es que Carnival lo tiene así de fácil a pesar de que se ha demostrado muy complicado que puedan recibir en ningún sitio del mundo un servicio de calidad y con tanta disciplina como el que vienen recibiendo desde hace muchos años en Cádiz.
Y lo peor es que los dirigentes sindicales que representan a los trabajadores del astillero de la capital saben a ciencia cierta que detrás de Carnival se irá Royal Caribbean, con lo que Cádiz se quedaría sin el 85% de sus operaciones por lo que habría que dar una pensada si Navantia-Cádiz puede o debe seguir abierto con el resto de las navieras que representan un casi insignificante 15% del mercado de las reparaciones de cruceros.
"Nos obligará a considerar trasladar nuestros barcos a otros astilleros"
Cierto es que en septiembre del año pasado todo era una propuesta, una idea, una posibilidad, pero este periódico ha tenido acceso al intercambio de correos electrónicos entre Navantia y Carnival en el que tratan esta cuestión y el gigante del mundo de los cruceros lo dice bien claro: "Se entiende que, aunque Navantia es nuestro astillero preferido en Europa, la falta de disponibilidad de mano de obra durante los domingos probablemente nos obligará a considerar trasladar nuestros barcos a otros astilleros en Europa para los diques secos en 2025 y 2026".
"Esta política nos coloca en una posición en la que tendremos que cancelar varios cruceros que actualmente están reservados. El impacto es grave tanto desde el punto de vista de la reputación como desde el punto de vista financiero".
Y la propia Carnival lo dice claro en sus misivas: "Teníamos la impresión de que todavía era un punto de discusión, pero ahora parece que se está convirtiendo en una política definida". O sea que es ya una decisión en firme, por lo que Carnival ya tiene más que pensado un plan B y se teme que, tras Carnival, le siga los pasos el otro gigante con el que se reparte los miles de millones que genera el sector de los cruceros en el mundo: Royal Caribbean.
Desde el ámbito sindical se muestran muy preocupados porque han tenido que tomar esta determinación de no trabajar los domingos para evitar lo que algunos de sus líderes sindicales denominan "esclavitud" de sus trabajadores que "se ven obligados a trabajar sin descansar de lunes a domingo".
Pero, a la vez, prefieren no dar por perdida cualquier posibilidad de negociación y conseguir que Navantia entre en razón y que dialogue para conseguir que esto tenga aún remedio, ya que la marcha de Carnival y de Royal Caribbean podrían significar el cierre definitivo del astillero de la capital, que se quedaría sin apenas carga de trabajo, ya que desde hace años se ha volcado de lleno y especializado en la reparación de buques turísticos, obteniendo unos resultados impecables y adquiriendo una fama internacional que ha hecho temblar los cimientos de otros muchos astilleros europeos que están deseando verle mala cara a Navantia para robarle la clientela e ir contratándole una esquela, con lo que cientos de trabajadores de Navantia podrían quedarse en la calle y otros muchos de la industria auxiliar tendrían que olvidarse de Navantia como posibilidad y pasar a depender sólo de empresas como Dragados.
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