Las navieras de cruceros británicas se plantean dejar de venir a puertos como Cádiz ante las protestas anti turistas

Cádiz/España se enfrenta, en general, a un boicot vacacional después de que cada vez son más las capitales españolas en las que grupos minoritarios aunque muy ruidosos salen a la calle para gritarle a los turistas británicos un "Váyanse a casa".

Es por eso que los operadores, touroperadores y finalmente las navieras de cruceros se estén planteando muy seriamente buscar destinos "más amibagales para sus clientes". En esta advertencia inciden en su inteción de alejarse de los puntos más calientes como están siendo las ciudades de Cádiz o Málaga, de manera que las navieras de cruceros, sobre todo las británicas, están calibrando la posibilidad de cambiar sus rutas y dejar de venir a puertos como el de Cádiz.

La propia Marie Caroline Laurent, directora europea de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), afirma que "La turismofobia no es sólo un problema en España, sino también en Francia y otros países del Mediterráneo. Los visitantes son cada vez más sensibles y las escenas que se han visto en lugares como Barcelona tienen un impacto en la reputación del destino".

Ya en España, el director general de CLIA, Alfredo Serrano, se muestra precoupado por el impacto directo que tienen estos "disturbios" y "manifestaciones, sobre todos aquellas que son más violentas". El propio Serrano recuerda que esta respuesta no está en consonancia con el esfuerzo en inversiones y con la firme apuesta de grandes navieras por puertos como Cádiz, La coruña, Alicante, Almería, Bilbao, Cartegena, Ceuta, Baleares o Ferrol.

De hecho, se acumulan ya las reacciones de los turistas británicos en las redes sociales en las que muestran su malestar y su firme intención de huír de este tipo de destinos "calientes" como Cádiz para evitar el enfrentamiento directo con esa parte de la población que les mira con malos ojos cuando llegan en cruceros a sus puertos, cuando pasean por sus calles o cuando se sientan en restaurantes para consumir y apostar por el comercio local.

Ciertos medios de comunicación británicos hacen mención de muchas de estas reacciones y detacan algunas como la de un británico que escribió en las redes sociales: "Mientras tanto, volvamos al mundo real. España recibe 38,7 millones de pasajeros en los primeros cinco meses de 2024, un 13,6% más que en el mismo periodo de 2023. En mayo, destaca el fuerte crecimiento de mercados lejanos como China, Canadá y Chile, con incrementos superiores al 35%". De ahí se deduce que esta desviación de estos turistas británicos hacia destinos como Cádiz o Málaga o de otros puntos de Europa en la que su presencia era más que habitual, es más que evidente y que ya hay cifras que revelan que mercados como el chino, el canadiense o el sudamericano está recogiendo los beneficios de este boicot que se está llevando a cabo en ciertas poblaciones españolas como ha ocurrido ya en Cádiz.

Otro turista afirmana en las redes que ya había cancelado dos viajes este año a España y que había optado ya por Grecia y Chipre.

La versión digital del diario The Mirror confirmaban en sus ediciones que las principales empresas de viajes podrían boicotear los destinos vacacionales españoles debido al aumento de las protestas con el lema "Los turistas se van a casa". Los habitantes de la zona, indignados, han organizado marchas, han colocado carteles contra los turistas e incluso han lanzado pistolas de agua a la gente en los cafés y restaurantes de España y sus islas, en una serie de enfrentamientos.

Las navieras cambiarían sus rutas

Ante estos acontecimientos, el rotativo británico confirma que las navieras de cruceros de origen británico, tales como Fred Olsen, la propia Cunard o P&O está sugeriendo la posibilidad de modificar sus rutas en favor de destinos más “turísticos” y "amigables", dejando de lado puertos como el de Cádiz. Según la prensa británica las imágenes de las protestas en Cádiz han sido de las más comentadas en sus entornos geográficos, por lo que es eviente que la ciudad y su puerto como destino se han colocado en el punto de mira de las grandes navieras y touroperadores para buscar destinos opcionales, con lo que eso conllevaría de daños en la imagen de la ciudad así como pérdida de beneficios millonarios de estos turistas que dejan en la ciudad y en sus comercios y establecimientos de hostelería.

Cabe recordar que la llegada de un crucero a una ciudad no sólo supone beneficios para la Autoridad Portuaria que, es evidente, que recibe el pago de una serie de tasas y que éstas suponen un porcetanje elevado de los ingresos anuales de sus puertos. Pero hay otros muchos beneficios que se quedan en la ciudad, en su hostelería, en su comercios locales, en las tiendas de souvenirs, sin dejar de lado los ingresos que suponen para los touroperadores locales que se ocupan de llevarse de excursión a todos los turistas británicos o de donde sean para que conozcan no sólo las capitales sino también el resto de la provincia. Así las cosas, esta pérdida de beneficios repercutiría igualmente en poblaciones como Jerez, El Puerto, Arcos, Vejer o Sevilla, que reciben multitud de turistas que llegan en barco a Cádiz y que optan por hacer sus excursiones e incluso comer en esos destinos.

Efecto dominó

Aparte de todo esto, actitudes como la de las navieras podrían provocar un efecto similar en otros sectores turísticos como el hotelero, ya que por imitación o por simpatía o solidaridad, la clientela británica podría optar por no venir a Cádiz y dejar de lado este destino, en un momento en el que la ciudad de Cádiz y su provincia se encuentran viviendo un momento feliz que podría entrar en crisis si no se pone pie en pared a las continuas protestas anti turistas que se están llevando a cabo.

Cabe recordar que a principios de este mes, en las protestas de Barcelona, turistas que comían en cafeterías y restaurantes fueron atacados con piedras y rociados con pistolas de agua. Estos ataques iba acompañados de gritos y cartelees con el lema "Turistas, volved a casa". Las manifestaciones han llegado incluso a destinos como Mallorca, donde el turismo británico, junto al alemán son los que más dinero dejan.

Desde CLIA citan también ejemplos de Francia, donde pequeños grupos de personas atacaron a los pasajeros, lo que provocó que las compañías de cruceros suspendieran inmediatamente sus actividades en esas zonas. Dijo: "No debemos subestimar el impacto directo de los disturbios o de algunas de las manifestaciones, pero especialmente de aquellas que son violentas".