¿Y si se construyen pisos en los grandes solares vacíos en Cádiz desde hace años?

En el endémico problema de la falta de vivienda en Cádiz, tanto pública como de promoción privada, hay una premisa clara: en la ciudad no hay suelo disponible para dar respuesta a la demanda de pisos existente, lo que se constata cada vez que se pone en el mercado una nueva promoción, rápidamente vendida.

Esta falta de suelo donde construir, o las dificultades que supone rehabilitar, chocan con la existencia de grandes terrenos sin uso alguno a la espera de equipamientos públicos aún en espera, en muchos casos desde hace cerca de dos décadas.

A la vez, el casco antiguo mantiene en pie fincas de propiedad pública deshabitadas y con escasas perspectivas de recuperación por el alto coste de las obras.

Terrenos vacíos como los de la antigua Institución Provincial, Construcciones Aeronáuticas, Loreto o Navalips contrastan con la búsqueda de suelo donde levantar promociones que se podrían contar por decenas, o centenas, de nuevas viviendas.

Con esta perspectiva, desde la Federación de Empresas de la Construcción se plantea la necesidad de tener un debate ciudadanos, "sosegado", en el que se ponga sobre la mesa el plano de la ciudad, se vean los espacios libres, los terrenos sin construir, y se vea dónde se pueden levantar nuevas viviendas que al mensos palien algo el déficit que sufre la ciudad, constata el secretario general de esta organización, Jorge Fernández-Portillo, durante una entrevista con este diario.

Se es consciente de que no se puede esperar a que se elabore un nuevo Plan de Ordenación Urbana, lo que supondría un parón de años, pero sí actuar de manera puntual en estas zonas.

Lo cierto es que en suelos como en el de CASA, donde hace quince años se iba a levantar el Hospital Regional, la propia Zona Franca ha llegado a plantear su conversión en suelo residencial ante la pasada indefinición de la Junta respecto al centro médico. Hay que tener en cuenta que si se hubiera trasladado este equipamiento a Puntales el suelo vacante en la Avenida, donde hoy está el Puerta del Mar, se hubiera destinado a la construcción de más de 400 viviendas.

Lo mismo pasa con el solar de San Severiano para la fallida Ciudad de la Justicia o Navalips, destinado a un Centro de Espectáculos en el PGOU, proyecto que tampoco saldrá adelante.

Junto a estos espacios con capacidad para centenares de pisos, desde la Federación se menciona también actuaciones de colaboración pública-privada que, afirma, facilitaría nuevas actuaciones a cambio de alquileres por parte de la administración durante determinados años.

En el casco antiguo, donde ya apenas se pueden realizar operaciones de microcirugía, el actual equipo de gobierno ya planteó hace meses la posibilidad de acuerdos de este tipo para una decena de fincas de propiedad municipal, aunque por el momento no se ha adelantado en esta idea. En todo caso, apenas serían en conjunto unas decenas de nuevas viviendas.

En este sentido, y ante el debate sobre la proliferación de viviendas turísticas en la ciudad (se acerca a las dos mil, en su mayor parte concentradas en el casco antiguo) y como éstas restan pisos residenciales, Fernández-Portillo tiene claro que "el problema de la vivienda no se soluciona acotando la cuestión únicamente a las viviendas con fines turísticos", al tener un mayor calado.

Junto a ello, la falta de una suficiente oferta y la persistencia de una demanda que, en el caso de Cádiz capital va en incremento alcanzado en los últimos meses niveles récord en este negocio, hace imposible una bajada en los precios, tanto en las promociones de nueva planta como en las de segunda mano.