Lo que necesita Cádiz para arropar al Congreso Internacional de la Lengua

Cádiz/¿De qué hablamos cuando hablamos del Congreso Internacional de la Lengua Española? La pregunta –en apariencia de perogrullo– o, mejor, su respuesta, nos da la medida no sólo del tamaño de la oportunidad económica y turística que supone para Cádiz, ya sede oficial del IX encuentro, sino también de la altura del reto a batir en apenas tres meses. Porque son muchas las necesidades que cubrir en un evento en el que se esperan –al menos, en su celebración inicialmente prevista en Arequipa– a unas 250 personas, entre congresistas y medios acreditados, más un número todavía sin cifrar que dependería del entorno de las personalidades invitadas. “Unas 3.000”, calculaban esta semana desde la Asociación de la Prensa de Cádiz.

Es decir, cuando hablamos del Congreso Internacional de la Lengua, hablamos, en primer lugar, de preparar a la ciudad para recibir a un buen número de visitantes, y justo antes de comenzar la temporada turística de Semana Santa. Y es que los días del Congreso son del 27 al 30 de marzo, fecha que antecede al Viernes de Dolores de 2023 (31 de marzo). “En ese aspecto, no hay problema, la misma Cádiz, la capital, está preparada”, asegura el presidente de Horeca, Antonio de María, que en el área que le toca, “hotelería, pero también hostelería”, no se muestra inquieto al mirar el calendario.

“Si ya con lo que teníamos antes éramos capaces de asumir las pernoctaciones que genera un evento como éste, ahora, con la reciente inauguración del Cádiz Bahía, que tiene 500 plazas, no habría ningún problema para cubrir lo que es el Congreso”, reflexiona el representante del sector en Cádiz que no sólo habla de cantidad, “también de calidad, pues en Cádiz estamos al máximo nivel”.

De María se muestra expectante porque bien sabe que “cuando hay una convocatoria extraordinaria en la ciudad, el sector siempre saca un beneficio, al igual que todo lo que es restauración, comercio, imprenta, montadores, decoradores... Lo del Congreso va a generar un movimiento enorme de muchas actividades”, espera sobre una cita que en su pasada edición (Córdoba, 2019) generó un impacto económico en la ciudad argentina de 44 millones de pesos, es decir, más de 237.000 euros.

“Y, lo más importante, el nombre de Cádiz se coloca casi a nivel mundial porque la lengua española la hablan muchos millones de personas. Hablamos de una promoción muy fuerte a nivel marca Cádiz pero también que tantas personas de alta cualificación intelectual y científica se pongan en contacto con Cádiz a nivel individual es otra oportunidad, porque contamos con que quien conoce Cádiz, se enamora y repite”, anhela el presidente de Horeca.

Quien conoce Cádiz... De María dibuja, inconscientemente, la segunda columna que la ciudad necesita levantar para sostener un exitoso IX Congreso Internacional de la Lengua Española. Y es que 250 personas, como mínimo, dormirán y comerán (“muy bien”) en Cádiz pero también suponen una gran masa a la que habrá que sorprender, distraer y enamorar con una programación de actividades paralelas que ya son tradición en esta cita con 25 años de historia.

Y es que desde su germen (en la Expo 92 de Sevilla donde se pusieron las bases para la convocatoria del I Congreso en Zacatecas, México), los congresos de la Lengua han evolucionado hasta erigirse en grandes acontecimientos culturales que van más allá de las fronteras marcadas por la programación académica propiamente dicha.

Y ahí reside uno de los grandes retos del Congreso de Cádiz, rectifico, del Congreso de Arequipa en Cádiz, pues en un cita con una programación académica preparada a la medida para su sede original y para los retos del español en el país andino, es en la oferta de actividades paralelas donde la capital gaditana podrá aportar su carácter y su grano de arena.

Actividades paralelas que en Córdoba, el último congreso celebrado, adquirieron tal dimensión que desde la organización lo tildaron “del congreso de los congresos”, por su cantidad de actividades celebradas en distintas carpas instaladas por diferentes puntos de la ciudad; o en Cartagena de Indias (Colombia, 2007) donde se alcanzó el centenar de propuestas paralelas entre teatro, conciertos de música clásica y popular, presentaciones de libros, seminarios y exposiciones.

En este sentido, Cádiz, en su candidatura para acoger el Congreso de 2025, sumó hasta más de un centenar de apoyos de instituciones y organismos de la sociedad civil que desde el Ayuntamiento de Cádiz esperan que se adhieran a la celebración del próximo año con sus actividades. Y es que hay que recordar que mientras la programación académica está totalmente financiada por el Gobierno de España, la oferta cultural deberá ser asumida por Ayuntamiento, líder de la candidatura, junto a esas instituciones que le han apoyado, entre las que se cuentan a Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Universidad de Cádiz, que ya han reafirmado su complicidad.

La Universidad, por ejemplo, fue determinante en la elección de Arequipa donde el Congreso iba a tener como sede a la Universidad de San Agustín –con 194 años de historia– junto al Teatro Municipal de Arequipa, mientras que en Córdoba -en el último congreso celebrado- se contó para las sesiones oficiales con el Teatro del Libertador General San Martín, que fue renovado para la ocasión. El Teatro Falla, el Palacio de Congresos y la Casa de Iberoamérica, en Cádiz, son los espacios que tienen liberadas las fechas de la cita.

¿De qué hablamos cuando hablamos de un Congreso Internacional de la Lengua Española? Hablamos de un foro de reflexión académica, de un acto diplomático y de un hecho cultural. Dimensiones que también se materializan en los márgenes de las sesiones plenarias. Y ahí es donde habrá que ver de qué es capaz Cádiz si camina unida.

Algunos de los nombres previstos

Entre los autores previstos están escritores como Héctor Abad Faciolince, Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Santiago Roncagliolo, Jorge Volpi y Martín Caparrós. También el reciente ganador del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, Eduardo Matos Moctezuma, el neurobiólogo Rafael Yuste o el economista José Luis García Delgado. Además participarán los académicos José Manuel Sánchez Ron, Pedro R. García Barreno, José María Merino, Pedro Álvarez de Miranda, Manuel Gutiérrez Aragón, Paz Battaner, Juan Luis Cebrián, Guillermo Rojo, José Manuel Blecua, Salvador Gutiérrez Ordóñez, Darío Villanueva, Soledad Puértolas o Carme Riera, entre otros.