"Nunca he tenido la necesidad de estar en primer plano"

Hay muchas formas de presentar a Milián Oneto. La más mediática sería introducir su figura al lector como el nuevo fichaje de la comparsa de Jesús Bienvenido; la más general, supone acercarla como una corista de estudio y directo con una lustrosa trayectoria; pero, quizás, la más fidedigna, la que puede arrimarles más a la dimensión artística de esta gaditana que se emociona cuando habla de música y se sonroja si recibe algún halago, es obra de ese milagro musical que es Mayte Martín, que de esto del buen gusto y el cante sabe un rato: "Entre las cualidades que la distinguen están su seductora naturalidad, su delicadeza expresiva, una maravillosa elegancia en el fraseo y una voz con la textura y la densidad perfectas. Sin embargo, el buen gusto con que reinventa cada tema en el que se sumerge es, para mí, su virtud más preciosa y también aquella por la que puse en ella mi atención". Así es Milián Oneto (como les cuento, se le suben los colores) que mañana noche inundará el café teatro Pay Pay de boleros, tangos y canciones acompañada al piano por Jesús Lavilla.

-Vaya palabras le dedica...

-Fíjate, me emociono aún cuando lo leo... Este texto lo escribió Mayte cuando nos invitó a Jesús y a mí al Medi a cantar, un lugar en Barcelona donde programa a los artistas y los presenta siempre con unas líneas escritas por ella en el cartel... La verdad es que para mí que una artista del calibre de Mayte, que además es una persona generosa y bondadosa, se pusiera en contacto conmigo y me invitar a cantar... Imagínate...

-¿Cómo fue el contacto?

-Ella vio vídeos míos en internet y me buscó y contactó conmigo. Fue hace un tiempo y desde ahí pues hemos estado en contacto y, bueno, en la gira que hizo con la que vino a San Fernando yo fui con ella.

-¿El concierto en el Pay Pay tiene el mismo contenido, por ejemplo, que el de Barcelona?

-Siempre vas cambiando algunas cosas. Hay veces que te sientes de una manera y te apetece cantar tal tema o que tienen más sentido en un momento dado, o te enamoras de otro, te remueve y lo incluyes... Pero, básicamente, sí que son boleros, como El reloj, tangos, como En esta tarde gris, y canciones como Honrar la vida.

-La acompaña su marido, el músico Jesús Lavilla al piano, y, bueno, son ustedes padres de mellizos, ¿cómo lo hacen para cuadrar agendas?

-La agenda se cuadra gracias a los abuelos, ¡qué buen titular, ¿verdad?! (ríe) Pero es cierto, sin los abuelos, sin la familia, en general, sería imposible hacer todo esto. Además, también Jesús tiene sus compromisos propios y yo también tengo los míos pero, afortunadamente contamos con la familia. Ahora estamos viviendo de nuevo en Sevilla (antes de tener sus hijos la pareja residía en la capital andaluza pero volvieron a San Fernando mientras los niños eran pequeños) pero si tenemos cualquier cosa venimos a San Fernando y los dejamos con los abuelos.

-¿Qué sigue para cuidar su voz?

-¿La verdad? Nada. Nunca he sido muy disciplinada y encima mi voz es caballo de batalla (ríe), nunca me ha dado problemas. Cantar, cantar y cantar. Aunque sí es cierto que he tenido un aprendizaje brutal como cantante de orquesta, estuve con La Gran Orquesta, en Sevilla, eso son 8 horas cantando y bailando con apenas tres descansos, y de ahí sí que sacas técnicas que en el momento me parecían una tontería pero que luego se han vuelto fundamentales.

-¿Qué escucha en casa?

-Uff... De todo... A ver... Escucho a Eliane Elías, a Mayte Martín, a David Palomar, a Paco Cifuentes, a Mariza, a Dexter Gordon, un saxofonista de jazz muy bueno, a Martirio, al guitarrista Larry Carlton... ¡Ah a New York Voices! ¡Son buenísimos! A Arturo Sandoval, a Paquito D´Rivera... Me vuelve loca el Latin Jazz...

-¿Por qué la música y cómo?

-Pues mis padres cantaban pero no profesionalmente y en casa siempre se ha escuchado flamenco, desde La Paquera, a Rocío Jurado a Juanito Valderrama... Y yo no soy muy flamenca pero mi ramalazo lo tengo... Además mi padre presentaba actos flamencos y tenía espacios en radio y televisión también sobre el tema. El caso es que en el año 1989, que yo tenía 8 años, y mi padre presentaba la fina del Concurso de Saetas de San Fernando. Y ahí yo que le tiré del pantalón y le dije que quería cantar. Y así debuté en las tablas, cantando una saeta (vuelve a reír).

-Y ya no se quiso bajar...

-Bueno, a ver, a partir de ahí mis padres tampoco es que me metieran mucho... También el miedo, supongo, que se le tiene al mundo de la música y yo soy la chica de cuatro hermanas... El caso es que yo seguí haciendo alguna cosa y ya después conocí al que hoy es mi marido que empezó a contar conmigo para hacer coros de estudio y de directo. He estado con José Mercé, con Marta Quintero, con José Manuel Soto, con Mariana Cornejo, con Juanito Makandé... También hago cuñas de radio, figuraciones televisivas... A ver, que si a mí me preguntan lo que soy, yo lo digo claro, yo soy corista, es mi profesión.

-Pero ahora está delante...

-Te aseguro que yo nunca he tenido la necesidad de estar en primer plano; yo estoy cómoda en ese segundo plano, formando parte de la banda soy feliz. Pero sí que los amigos y compañeros de profesión me han animado mucho a que salte adelante pero, como te digo, yo lo que quiero es hacer cosas que me hagan feliz y si a mí lo que me hace feliz son los boleros y las canciones que estoy haciendo pues es lo que voy a cantar... Yo estaba y estoy muy bien como corista pero cuando me vi en casa con los niños pequeños, criando, sentí la necesidad de cantar y de cantar boleros... Y eso es lo que estoy haciendo porque me hace disfrutar y creo que así puedo hacer disfrutar también.

-Pues ahora con la comparsa de Bienvenido el foco mediático está en usted, ¿cree que el concierto de mañana causará más expectación por este motivo?

-Puede ser , claro y, sinceramente, nunca dejaré de agradecerle a Jesús (Bienvenido) el regalo que me ha hecho porque, además de participar en el Concurso y en una comparsa de primer nivel como la suya, él me ha dado transcendencia. Mucha gente quen o sabía quién era yo pues ya lo sabe, habrá gente que no lo sepa, ¿eh? (ríe), pero me ha dado a conocer a buena parte de un público que no me conocía y si se acercan y me escuchan y les remuevo por dentro pues, con eso, seré muy feliz.