"No habrá duchas ni lavapiés en las playas de Cádiz este verano", insiste el alcalde

El alcalde de Cádiz, Bruno García, insistió esta mañana en que no habrá duchas ni lavapiés esta temporada en las playas de Cádiz, una medida de ahorro contra la sequía que no está dispuesto a levantar el Ayuntamiento, pese a las lluvias de la pasada Semana Santa y pese a que la Junta de Andalucía sí que ha suavizado ciertas restricciones en la comunidad autónoma.

"Nosotros vemos el tema del agua con la misma preocupación que lo veíamos antes de las lluvias de la pasada Semana Santa", respondió el alcalde a los periodistas cuando uno de ellos le argumentó el hecho de que Chiclana sí que dispondrá de esos servicios gracias al uso de aguas residuales depuradas.

"El tema del agua no es de si llueve una semana o dos, es un tema de largo plazo; tenemos que ser conscientes de la dificultad a la que nos enfrentamos en los próximos años y, por tanto, lo vamos a tratar con la máxima prudencia. Las decisiones las tomamos una vez que se producen decisiones en la Junta de Andalucía, que es a quien compete ese primer camino", contestó Bruno García.

"Luego hay un plan de sequía, que es un planteamiento nuestro, pero vamos a ser muy prudentes. En este punto que estamos ahora, mucho tienen que cambiar las circunstancias para que cambiemos nuestra decisión. En cualquier caso, tenemos que seguir mirando a largo plazo y seguir insistiendo con la comunicación, con la campaña de 'el agua se está agotando'. Queremos insistir en que esto no es un problema que solo tenemos nosotros, sino que es un problema general que tenemos en Andalucía y en otros sitios", recalcó el alcalde.

"También vamos a seguir trabajando en el tema del baldeo con terciario [agua procedente de la depuradora], en colaboración con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando [en tanto que es compartida la estación de depuración de aguas residuales]. A esto le queda mucho camino todavía. La semana que viene será el próximo comité de sequía", añadió García.

"Nosotros tenemos nuestro objetivo. Hasta ahora, el agua con la que se baldea es potable. Y eso ha sido así siempre. Lo que estamos trabajando con San Fernando es para que el terciario pueda usarse en los próximos años. Es una medida a medio y largo plazo. A corto plazo, cada uno ve su situación y debe ser lo que determine las decisiones", concluyó.