Los novios a la fuga del Estadio Carranza
Ayuntamiento de Cádiz
Hasta una decena de firmas nacionales e internacionales han trasladado por escrito su interés por el hotel de la Tribuna del Carranza desde 2016
Ninguna de las operaciones ha llegado a materializarse hasta la fecha
En la conocida película estadounidense, la actriz Julia Roberts suma varios intentos de boda que quedan en huida cada vez que se dirige al altar. Algo parecido es lo que le ha ocurrido al Ayuntamiento con la venta de la tribuna del Estadio Carranza para convertirla en hotel. Hasta una decena de veces se ha quedado el Ayuntamiento en el altar esperando la llegada de alguna de las firmas que habían mostrado la intención –ya no sólo el interés– de hacerse con esa superficie de más de 17.000 metros cuadrados.
Este periódico ha tenido acceso al expediente en el que se acumulan los escritos firmados por empresas. Un objeto que ha codiciado estos años la oposición y que el equipo de gobierno nunca ha dado a conocer, lo que en no pocas ocasiones ha llevado a pensar que realmente no había ningún interés en el mercado por hacerse con la tribuna del Estadio.
Al mes de julio de 2016 se remonta el primero de los escritos de firmas que obran en poder del Ayuntamiento. Se trata de un conocido grupo hotelero con más de medio centenar de negocios que opera principalmente en Francia y España, y que asegura estar “interesados en llevar a cabo la gestión de venta de dicho local” después de haber estudiado el proyecto y haber mantenido contactos con el arquitecto municipal. Primera operación fallida.
En septiembre de ese año 2016, después de que la subasta para la enajenación de la Tribuna hubiera vuelto a quedar desierta (por segunda vez) el Pleno acordó prorrogar el plazo, pero incorporando la adjudicación directa. Y fue entonces cuando se dispararon los intentos de compra (hasta siete que exista constancia por escrito).
Ese mismo mes de septiembre, se dirigió al Ayuntamiento una empresa nacional dedicada a la actividad inmobiliaria. “Quiero dejar constancia no sólo del interés del grupo representado sino además informar que en la actualidad existe un grupo de trabajo encargado de desarrollar todo lo relativo a gestión documental para y por la adjudicación directa del hotel enajenado y además se trabaja en lo relativo a lo logístico en cuanto a adecuar la pieza urbanística a lo que se busca en cuanto a la inversión se refiere”, reflejaba ese grupo inmobiliario.
Un grupo internacional dedicado a la compraventa de bienes inmobiliarios también se dirigió al Ayuntamiento en diciembre de 2016. “Estamos de acuerdo en proceder con esta operación”, aseguraban.
Dos días después de ese documento llegó otro, en esta ocasión de una empresa andaluza que mostraba también su interés por construir un hotel “con categoría de tres estrellas como mínimo”; una oferta condicionada “al análisis de toda la documentación relativa a la finca así como los requerimientos del Ayuntamiento”, advertía.
Y a finales de diciembre, una nueva misiva. Un grupo nacional de creación y gestión de espacios comerciales anuncia oferta “condicionada al plazo que pudiéramos disponer para el análisis de toda la documentación”.
Otra empresa nacional mostró interés en febrero de 2017. Y al mes siguiente, llegó propuesta de un grupo inversor que poco tiempo después sería noticia por su oferta para hacerse con un club de fútbol. Este grupo inversor llegó a mantener distintos encuentros con el concejal de Patrimonio, David Navarro, y con el director de Urbanismo y cursó varias visitas al Estadio, trasladando su interés “firme” y su decisión de “apostar decididamente por la operación de compra”.
“Somos conocedores que existen otros grupos que están igualmente interesados en adquirir el activo inmobiliario que nos ocupa”, llegaron a reflejar, asegurando que en cuestión de días “presentaremos oferta de compra”, remitiendo un nuevo escrito una semana después formalizando la oferta y anunciando que la garantía solicitada (980.000 euros, un 10% del precio de venta) “será depositada mediante aval bancario”. La operación entonces estaba prácticamente cerrada... pero tampoco resultaría en última instancia.
Otro grupo español contactaría en junio de 2017 “ratificando nuestras conversaciones” para manifestar “nuestro interés en la operación de subasta para la concesión administrativa de un hotel en el nuevo estadio Ramón de Carranza”. Aseguraban representar un grupo “que reúne la capacidad financiera, técnica y la visión de negocio inmobiliario para liderar un proyecto de esta envergadura” y que de su mano llegaría un “operador hotelero de primer nivel”.
Ninguna de estas operaciones prosperaría, finalizando así esa prórroga de varios meses (en julio de 2017) sin que saliera un comprador. Y así, hasta la fecha actual, se mantiene intacta la Tribuna del Carranza.
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