Una nueva vía para aliviar las largas listas de espera
Se están fomentando las donaciones a corazón parado por el descenso de muertes cerebrales
El Hospital Puerta del Mar ha realizado recientemente la extracción de órganos de un donante en asistolia controlada (o a corazón parado). Esta práctica no suele ser la habitual, ya que lo más frecuente es que la extracción se realice cuando el donante se encuentra en muerte encefálica o cerebral y su corazón todavía late. Pero la disminución de fallecimientos por traumatismos craneoencefálicos a consecuencia de accidentes y el mayor control de las patologías vasculares han contribuido a que descienda el número de donantes con muerte cerebral, mientras que los posibles receptores siguen aguardando sus trasplantes y aumentan las listas de espera. Por eso, cada vez se está valorando más la extracción a corazón parado.
Esta es la segunda vez que se realiza una donación de estas características en Cádiz -la primera fue en julio de 2013 y se extrajeron los riñones y tejidos-, pero la primera que se extrae el hígado.
Según el coordinador de Trasplantes del Hospital Puerta del Mar, Julio Pastorín Rodríguez, antes de llegar a una donación en asistolia controlada, "hay un proceso que es diferente al de la donación por muerte encefálica o muerte cerebral".
El médico intensivista de la UCI del hospital gaditano Antonio Guerrero Altamirano, que participó en el proceso de donación a corazón parado, explica que el punto de partida de este tipo de donaciones es una persona que se encuentra gravemente enferma y se le han limitado los cuidados o el soporte vital a propuesta de los médicos o de la propia familia, porque los tratamientos resultan inútiles y ha llegado a un proceso irreversible. Cuando un paciente se encuentra en esas condiciones, "detectamos si cumple una serie de características y es un potencial donante. Entonces, dada la situación de que el enfermo va a fallecer, se le propone a los familiares si querrían donar los órganos. Si aceptan, se valora al paciente como donante y, de acuerdo con la familia, elegimos el momento para retirarle todo el soporte vital".
"De esa forma, en algunos casos, se respeta doblemente el deseo del enfermo y su familia de no verse abocado a unas secuelas graves y ser donante de órganos", expresa Julio Pastorín, quien afirma que es positivo el poder pactar con la familia en qué momento se retira el tratamiento de soporte vital, ya que eso "permite hacer la donación de manera más controlada".
En el caso concreto de la última donación en el hospital gaditano, afirma que se pactó una hora concreta para que pudiera venir un equipo sanitario de Sevilla para recoger el hígado y el equipo de urología de Cádiz para los riñones.
Pastorín resalta que la donación en asistolia controlada limita más el número de órganos que se pueden obtener, ya que al estar el corazón parado, puede haber complicaciones y dañarse los órganos, mientras que cuando se trata de muerte cerebral, el corazón sigue latiendo y los órganos funcionando. "Hay que sacar los órganos en las mejores condiciones y eso supone actuar rápidamente y de forma secuencial. Primero actúan los cirujanos hepáticos y a continuación, los urólogos", explica el coordinador de Trasplantes del Puerta del Mar. "Es una técnica quirúrgica difícil porque el tiempo juega en contra, y esto supone un mayor nivel de responsabilidad", apuntan los urólogos María José Ledo y Jesús Rosety, cirujanos del equipo de trasplante del hospital gaditano.
De esta última donación, tanto el hígado como los dos riñones fueron trasplantados con éxito a tres pacientes que ya recibieron el alta.
Julio Pastorín indica que hay un programa nacional de donación en asistolia o a corazón parado, con el que se está fomentando más este tipo de donaciones y se está formando a los profesionales. Afirma que la práctica está facilitando que aumente el número de órganos que se extraigan en cada donación.
"Para nosotros, es un incentivo para seguir mejorando en la obtención de órganos y que la lista de espera disminuya, siempre en estrecha colaboración con los médicos intensivistas", señala Pastorín, quien advierte que cuando se produce una donación, se pone en marcha una cadena con muchos eslabones en la que intervienen más de cien personas. Destaca que en las que se realizan a corazón parado, la participación de los médicos intensivistas es fundamental "porque conocen a los pacientes y son los que deciden junto con la familia cuándo se limita el soporte vital. La parte de coordinación de trasplantes es distinta que en otro tipo de donación". Añade que el principal objetivo es que disminuyan las listas de espera y mantener el porcentaje de donantes en Andalucía, a pesar de que hayan descendido las muertes cerebrales, "algo que es muy positivo".
Por su parte, Lourdes Benítez Ruiz, también coordinadora de Trasplantes del Puerta del Mar, llama la atención sobre "la solidaridad de los donantes y sus familias, que son los verdaderos protagonistas de las donaciones. Son los que hacen posible los trasplantes. Sin esa solidaridad y esa generosidad en un momento tan crítico, no somos nada". Para ella, es "muy importante que la sociedad se conciencie de la necesidad que hay de órganos. Además, hay que pensar que podemos vernos en los dos lados: en dar los órganos de un familiar o necesitarlos nosotros. Tenemos que concienciarnos de la importancia de ser generosos unos con otros".
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