La nueva subdelegación del Gobierno se cae ya de la lista negra de los proyectos eternos en Cádiz

El niño recién nacido que, junto a sus padres, fue testigo en Cádiz de la demolición de la antigua sede de Radio Juventud y de las dependencias del Ministerio de Obras Públicas, ya está en el primer tramo de la edad madura. Incluso es posible que ya tenga a su propio hijo.

Este niño fue testigo del derribo, mediante una explosión controlada, de varios edificios administrativos. No sabía, claro, que en su lugar se iba a construir un gran complejo para acoger a una veintena de dependencias del Estado. El plan incluía también las nuevas dependencias de la Subdelegación del Gobierno, pues el viejo edificio del Gobierno Civil también iba a caer, aunque para ello habría que esperar hasta 2008.

Si este pequeño ha permanecido todas estas décadas en Cádiz habrá sido testigo de como el desarrollo de este proyecto se ha ido dilatando en el tiempo. Tanto que, tres décadas más tarde, el solar sigue tan vacio como quedó tras el primer derribo de Radio Juventud y la sede de la jefatura provincial de Obras Públicas, mientras que él ha ido apuntando años a su vida.

Un tiempo de espera tan largo que esta operación en materia de infraestructuras ha ocupado un puesto relevante en el amplio listado de proyectos pendientes en la ciudad, de solares y edificios abandanos que, afortunadamente, se está reduciendo poco a poco.

Ahora todo hace indicar que el complejo administrativo del Estado está a punto de dejar este listado y que, a medio plazo, será una realidad.

Por lo pronto, según destaca a este diario la subdelegada del Gobierno, Blanca Flores, el proyecto de ejecución están ya en fase de supervisión, por lo que se espera que se pueda recepcionarlo a lo largo del mes de diciembre. A la vez, se preparan los pliegos para la licitación de las obras. Aquí se espera publicar el anuncio durante el primer semestre de 2025, teniendo en cuenta que necesita contar antes con la autorización del Consejo de Ministros.

El proyecto que al final se va a ejecutar no tiene nada que ver con el que se planteó hace más de dos décadas y que preveía aglutinar en el complejo a una veintena de dependencias del Estado en Cádiz, entonces desperdigadas en numerosos edificios casi todos de alquiler. La capacidad de inversión ha ido a la baja abandonando proyectos de gran calado. El plan inicial, con un proyecto de los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz (los mismos que rehabilitaron el Baluarte de la Candelaria), suponía una inversión de 35 millones de euros. El hundimiento del petrolero Prestige en aguas gallegas paralizó el plan al desviarse todos los fondos estatales a Galicia, para luchar contra la contaminación del mar y de la costa.

La crisis financiera, la pandemia y, al final, la nueva mentalidad de las administraciones a la hora de ser más comedidos en el gasto público, reordenaron el complejo administrativo, con menos cemento, más zonas verdes y aparcamientos subterráneos y un coste ostensiblemente inferior, cifrado por el momento en 15 millones de euros. La parcela, donde en su día se localizaron restos arqueológicos, cuenta con una superficie de 5.152 metros cuadrados, de la que se va a utilizar unos 1.700 metros, los vecinos a un bloque de viviendas y a la sede de Trabajo, que dan tanto a la Avenida como a la calle Acacias. El resto se dedicará a espacios libres.