Nuevos museos para reforzar el carácter cultural de las bóvedas en la muralla de Cádiz

El Ayuntamiento de Cádiz ha pedido a los fondos del Plan Next Generation unos 10 millones de euros para actuar sobre el conjunto de las fortificaciones de la ciudad. El dinero se centraría en la rehabilitación de las amplia red de castillos, baluartes y bóvedas así como prepararlo para el uso de las nuevas tecnologías, uno de los pilares defendidos por la Unión Europea.

Mientras tanto se está trabajando en el diseño de la mejora de los equipamientos ya existentes. En todo el frente de la Puerta de Tierra hay una amalgama de centros a cada cual más dispares y algunos de uso privado.

Por lo pronto, según indica a este diario el concejal delegado de Patrimonio Histórico, Paco Cano, se pretende introducir sustanciales mejoras en el Museo Litográfico, renovando su proyecto expositivo y ampliándolo con la historia del diseño hasta la actualidad. Este museo podría ampliarse también con salas dedicadas a la historia de la prensa y la fotografía, tras una propuesta en este sentido ofrecida al Ayuntamiento por diversos colectivos.

El Litográfico ocupa parte de las bóvedas de San Roque. En este lateral de la muralla quedan aún algunas libres o utilizadas como depósito municipal. Otras la utiliza un colectivo de Carnaval y dos más fueron cedidas al área de Juventud.

En la zona de Santa Elena se quiere aprovechar las antiguas dependencias de la Farmacia Municipal para abrir un Museo dedicado a la Electricidad. Hace años se puso en marcha en precario uno en la calle Suárez de Salazar utilizando antiguo material de Eléctrica de Cádiz, pero nunca llegó a contar con un horario de visitas.

Paco Cano indica que en una segunda fase se planteará la continuidad o no de equipamientos como las oficinas de Procasa, la asociación Aires de Cádiz, la peña Paco Alba y la sede de los Legionarios.

Igualmente permanece sin uso, salvo su utilización puntual para rodajes cinematográficos, los antiguos Talleres Velasco, que con su amplitud tienen un potencial más que relevantes, especialmente cuando se descartó con lógica su conversión en un Museo Cofrade.

En el otro extremo no hay previstos cambios en los usos actuales, públicas y privados, del baluarte de San Roque.