El objetivo de Cádiz: ganar espacios en una ciudad sin suelo

San Sebastián como una gran plaza pública, otro recurso para la ciudad, para su esparcimiento, para su paseo, para los juegos de los más pequeños, para eventos de pequeño formato… La apertura del castillo se contempla en el Ayuntamiento como una oportunidad para que Cádiz gane espacios, para que la ciudad sin suelo encuentre un balón de oxígeno que pueda aprovechar.

Ese es el objetivo que se marca el alcalde, Bruno García, este verano con la reapertura de San Sebastián que sabe que supone todo un reto para un Ayuntamiento que le ha dado la espalda los últimos seis años y que ahora quiere retomar el pulso de la vieja fortaleza, reactivar ese proceso de recuperación, mantenimiento y uso que se frenó en seco en 2018.

De hecho, San Sebastián se concibe como uno de los distintos proyectos urbanísticos que tiene el gobierno del PP en la agenda y que, de hecho, el alcalde quiere desarrollar a lo largo de estos cuatro años. La apertura del Castillo, por ahora sin ningún uso concreto definido más allá de una gran plaza, de 40.000 metros cuadrados, abierta en plena playa de la Caleta, lo que en cualquier ciudad del mundo sería un auténtico paraíso. Un primer paso.

Junto a San Sebastián, ha empezado el Ayuntamiento a reactivar también la operación del Campo de las Balas, que tanta polémica está generando. Defiende Bruno García que lo que va a ocurrir en el actual solar es que la ciudad “va a ganar un espacio abierto al público, que ahora no lo es”, logrando completar el anillo transitable junto al mar en todo el contorno del casco histórico uniendo Santa Bárbara con el castillo de Santa Catalina. Un paseo por la muralla, una zona de juegos infantiles y una nueva calle donde ahora un muro impide el uso bajo los pisos de Hollywood está en la mente del equipo de gobierno, más allá del hotel que ocupará 4.000 de los 24.000 metros cuadrados que ocupa el área donde se va a actuar.

Otro punto de la muralla de la ciudad también está marcado en el plano de actuaciones del Ayuntamiento. Se trata de la zona contigua a la plaza de Sevilla, en el denominado Parque de la Muralla, donde el PP ha ideado la construcción de un aparcamiento subterráneo justo debajo de la actual bolsa de aparcamientos de zona azul y naranja, para habilitar allí una gran zona ajardinada que ya el anterior gobierno intentó, sin éxito, que financiara Europa por medio de los Next Generation y con un proyecto medioambiental en el que participaba también la UCA.

Un parque de considerables dimensiones, casi 20.000 metros cuadrados, está proyectado desde hace años también en el Cementerio de San José; y el alcalde se muestra igualmente decidido a afrontar esta gran reurbanización en estos próximos años. De hecho, el Ayuntamiento ya sabe cuánto costará acabar definitivamente con la actividad que ha tenido este equipamiento (algo más de 700.000 euros) y cuánto tiempo le llevará proceder a la definitiva clausura del camposanto (seis meses). Un penúltimo paso antes de acometer las obras de urbanización de este futuro Parque de la Memoria que quedará también abierto a la ciudad.

En estos nuevos espacios que va a ganar Cádiz para el disfrute ciudadano, también señala Bruno García a la trasera de Valcárcel, esas naves que serán derribadas según el proyecto de reurbanización y que finalmente -a priori- no serán sustituidas por ese edificio anexo que necesitaba una Facultad de Educación que ya se da por hecho que no se va a trasladar a la capital. En su lugar, ganará la Viña una nueva plaza pública, colindante con la calle José Celestino Mutis y que conectará con todo el entorno del histórico edificio de Valcárcel.

Todos estos espacios están pendientes de generar como suelo público, para uso y disfrute del ciudadano. Y todos ellos está convencido el alcalde de que podrán ser una realidad en estos próximos años, dando a una ciudad sin suelo varios miles de metros cuadrados hasta ahora no aprovechados.