Empiezan las obras de emergencias en el Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz por varios desprendimientos
Los trabajos se desarrollarán durante un periodo de tres meses, y han sido adjudicados a la empresa Astreo SL por un importe superior a los 106.000
Primer capítulo del enorme pecio del XVII que surcó el Atlántico y se hundió en las aguas de Cádiz
Las obras de emergencia en el Centro de Arqueología Subacuática por los desprendimientos de un fragmento del recubrimiento de hormigón de uno de los pilares del edificio y de los revestimientos de cornisas y elementos estructurales se ponen en marcha en la que fue sede del antiguo Balenario de la Palma.
Con esta actuación el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) pretende subsanar las deficiencias que tiene este inmueble, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, y que ya fue vallado el pasado mes de mayo ante el peligro que entraña esta serie de desprendimientos, pues suele ser un lugar muy concurrido para cobijarse cuando llega el buen tiempo, al encontrarse en plena playa de la Caleta.
Estos trabajos se desarrollarán durante un periodo de tres meses, y han sido adjudicados a la empresa Astreo SL por un importe superior a los 106.000, IVA incluido, como ha informado la Junta de Andalucía en una nota.
Reparación de los elementos estructurales
En concreto, las obras consisten en la reparación de elementos estructurales de hormigón con fisuras y grietas, de elementos estructurales con desprendimientos de fragmentos de hormigón, de cornisas y molduras, remates de pretiles y cornisas dañadas, así como en la reparación de daños en revestimientos de fachada y en miradores y la pasarela de acceso.
Previamente al inicio de las obras, se encargó el correspondiente estudio de diagnóstico con la finalidad de tener un conocimiento actualizado del estado de la estructura del edificio, realizado por el laboratorio Cemosa Ingeniería y Control. En él se detectó patologías de oxidación de armaduras con pérdidas de sección de acero y desprendimientos y fisuraciones en el hormigón que suponen problemas a nivel de estabilidad, resistencia y seguridad.
La exposición al ambiente marino del antiguo Balneario de la Palma y del Real provoca que el edificio presente diversas patologías, que se han manifestado de manera reiterada en fisuras, grietas y desprendimientos fortuitos de los recubrimientos de hormigón de los elementos estructurales del edificio, provocados por la expansión de las armaduras de acero por efecto de la corrosión.
Vallado desde mayo
El pasado mayo la Comisión Provincial de Patrimonio de Cádiz autorizó los trabajos de restauración y mantenimiento en la sede del CAS, que desde hace un tiempo presenta visiblemente mal estado en algunas zonas del edificio ubicado en plena playa de la Caleta, y tan expuesto a las inclemencias meteorológicas y al ambiente marino.
Al al tratarse de un espacio cuyos bajos son muy concurridos especialmente cuando llega el buen tiempo y los días de playa, fue vallado y se impidió el acceso a los bajos del edificio.
La recuperación integral del Balneario hace 33 años
El 12 de noviembre de 1991 el entonces consejero de Cultura, Juan Manuel Suárez Japón, anunció que el ruinoso edificio del Balneario de la Palma se convertiría en un "centro de investigación de arqueología submarina", vinculando patrimonio y arqueología en el emblemático espacio caletero.
Se daba la circunstancia favorable de que recientemente este inmueble había sido declarado BIC por el Estado, justo un año antes. "Hasta 1991 fue competencia del gobierno, nos regíamos por el Estado, pero desde que fue incoado el expediente teníamos que protegerlo, era mi deber", narraba a este medio con motivo del 25 aniversario de la reforma, pues se inauguró en el año 1998.
Todo esto ocurrió en un momento clave para el patrimonio gaditano y andaluz, pues lograron sacar adelante la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz justo ese mismo año.
El uso definitivo vendría con la sugerencia que le hizo José María Luzón, que tras obtener la cátedra de Arqueología en la UCA, fue nombrado Director General de Bellas Artes del gobierno, y posteriormente director del Museo del Prado. "Trabajábamos mucho juntos y me informó de que el único centro de arqueología subacuática que había en España era el de Cartagena y que su nivel de trabajo era deficiente".
Le sugirió la posibilidad de hacerlo en Cádiz, un punto estratégico por la riqueza subacuática de su litoral. Fue cuando pensó en el Balneario, que consideró como "el lugar perfecto" , tras lo que puso a trabajar a su equipo técnico, "en su rehabilitación de cara a su conversión en Centro de Arqueología Subacuático". Aquello no sentó muy bien al alcalde y también amigo de Suárez Japón, el recién desaparecido Carlos Díaz, que tenía unos planes bien distintos para el centro, derruirlo y ceder todo el espacio que ocupaba a la Caleta. Pero aseguraba entonces que "ambos nos entendimos, él sabía que yo tenía que defender el patrimonio y yo entendía que su propuesta formaba parte de su modelo de ciudad".
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