La orden de los mercedarios deja Cádiz para unificarse en El Puerto
Los religiosos se marcharán cuando tome posesión el nuevo párroco de Santa Cruz, Balbino Reguera, que también se hará cargo de la parroquia de la Merced
La Iglesia gaditana perderá en próximas fechas la presencia y vinculación de la orden religiosa de los mercedarios descalzos. Los actuales rectores de la parroquia de la Merced han anunciado su marcha de la capital, aunque la fecha de la misma está aún por determinar.
El todavía párroco de la Merced, Isaac Vaquero, confirmaba ayer la noticia facilitada por el Obispado de Cádiz a raíz de los últimos nombramientos de Antonio Ceballos publicados el pasado viernes. Vaquero explicaba que la orden se concentrarán en El Puerto de Santa María, en el templo que tienen en Valdelagrana. "La parroquia no es nuestra, es de la diócesis. Se ha estado prestando un servicio todos estos años y ahora habrá otros que sigan con esa labor", comentaba el párroco mercedario al respecto de su marcha.
El escaso número de religiosos pudiera ser el motivo de esta marcha y de su concentración en El Puerto. De hecho, Isaac Vaquero explicaba ayer que ahora serán cuatro mercedarios -tres sacerdotes y un hermano- los que vivan en Valdelagrana. Todo ello si la orden no estableciera ninguna otra acción al respecto, un dato que desconoce Vaquero.
El Obispado de Cádiz, por su parte, ya ha reaccionado a este hecho. Y para ello el pasado viernes anunciaba un nuevo párroco para Santa Cruz (Balbino Reguera) que sustituirá al vicario general, Guillermo Domínguez Leonsegui, y que al mismo tiempo se hará cargo de la administración de la parroquia de la Merced. Junto a él, ha sido nombrado también un vicario parroquial para la Merced, Pedro José Rodríguez, con lo que la actividad en este templo queda asegurada en el futuro.
El traslado de los mercedarios y el inicio de la etapa diocesana de la Merced no tiene aún fecha concreta, aunque Isaac Vaquero adelantaba ayer que se producirá cuando Balbino Reguera tome posesión como párroco de Santa Cruz e inicie su labor en la capital gaditana. Será entoncés cuando la ciudad pierda la vinculación de una orden que llegó en el año en 1626 y que tuvo especial protagonismo en la construcción de la iglesia de la Merced.
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