El futuro pabellón Fernando Portillo ya tiene financiación y proyecto

El Pleno aprobará este jueves la cesión del actual solar al IMD para que encargue el proyecto de ejecución con idea de iniciar las obras en 2025

Hoy se firma el convenio para la participación de Diputación en el proyecto

Dos ciudadanas pasan por delante del solar donde se levantará el nuevo pabellón Fernando Portillo. / Julio González

El Ayuntamiento de Bruno García ha cogido el testigo que dejó Kichi en lo que al pabellón deportivo Fernando Portillo se refiere. En la etapa final del gobierno anterior de Adelante Cádiz, levantar de nuevo este equipamiento deportivo fue una apuesta fuerte, que superó la caída de posibles inversiones externas (se presentó, sin éxito, el proyecto a los fondos Next Generation, y se planteó una participación privada en la actuación) y que empezó a recaudar partidas hasta llegar a los 5,5 millones de euros que entonces garantizaba -según anunciaban los entonces concejales- el inicio de las obras. De hecho, el proyecto de futuro pabellón fue objeto de campaña, de infografías colocadas con nocturnidad en las vallas exteriores del solar (que luego hubo que retirar a demanda de la Junta Electoral) y de ruedas de prensa garantizando su construcción.

Ese camino iniciado por el Ayuntamiento hace pocos años, en definitiva, no ha hecho sino cobrar más fuerza en estos primeros meses de gobierno de Bruno García. Tanto, que los 5,5 millones se han convertido ya en casi 14 millones de euros; 3,3 millones ya efectivos, a raíz de la modificación presupuestaria que aprobó el Pleno municipal el pasado mes de agosto; y otros 5 supuestamente comprometidos por la Diputación Provincial.

Con la financiación, por tanto, garantizada, el siguiente paso en la hoja de ruta del gobierno de Bruno García llegará este mismo lunes, para cuando se anuncia la firma de un protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y la Diputación para la financiación de este nuevo equipamiento. Esto garantizará, a priori, la financiación que necesita la reconstrucción del viejo polideportivo.

Además, este próximo jueves el Pleno del Ayuntamiento aprobará la adscripción del actual solar de titularidad municipal al Instituto Municipal de Deportes (IMD) para el desarrollo del proyecto de construcción del nuevo pabellón Fernando Portillo así como del aparcamiento subterráneo que tendrá debajo.

Este trámite coincide con la culminación del último proyecto básico redactado para este futuro edificio, que ha sido objeto de varios diseños y propuesta a lo largo de los últimos años. El proyecto final, redactado por Urbanismo, divide en tres usos la parcela de 5.152 metros cuadrados del cruce de las calles Brunete y Ciudad de Santander.

El uso principal, qué duda cabe, será el deportivo, con un pabellón de dos plantas de altura y capacidad para 2.000 espectadores que permitirá el “uso ordinario para la práctica del deporte a nivel local o entrenamiento” y un “uso extraordinario de encuentros con el público”.

La planta baja del nuevo edificio se habilitará como espacio comercial, para lo que se dotará un único local de 315 metros cuadrados. Y el aparcamiento subterráneo tendrá también dos plantas, que permitirán albergar hasta 409 vehículos.

Con todo esto ya diseñado, y toda vez que se formalice el ‘traspaso’ del solar del Portillo al IMD, el concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi, avanza que el siguiente paso será sacar a licitación un contrato de asistencia técnica para redactar el proyecto de ejecución y la dirección técnica de la obra. Y es que reconoce el edil que la Oficina de Urbanismo acumula en la actualidad excesivo ritmo de trabajo y no puede asumir proyectos de este tipo, que se externalizan o se eternizarían.

Será en ese proyecto de ejecución cuando se concrete el presupuesto final del pabellón, cuyas anteriores estimaciones no están para nada actualizadas; menos aún en el momento actual en el que el precio de los materiales viene experimentando cambios tan contínuos. Las estimaciones iniciales giraban de 11 a 14 millones de euros, que es la partida que ha logrado reunir el Ayuntamiento.

El objetivo del Ayuntamiento es que este proyecto de ejecución esté terminado en el segundo semestre del año 2024, para a partir de ahí comenzar toda la maquinaria de la licitación de la obra (con la certeza de contar con la financiación, o buena parte de ella) y empezar a levantar el nuevo Portillo en el año 2025.

En cualquier caso, la cesión de la parcela a Deportes que se aprobará en el Pleno de este jueves tiene una cláusula que obliga a cierta agilidad: “Transcurrido el plazo máximo de tres años sin haberse iniciado actividades dirigidas a la construcción del edificio (…) se producirá la reversión del bien al Ayuntamiento”. Cláusula que suena a lo ocurrido con el edificio Valcárcel, que desde el mes de diciembre pasó nuevamente a manos de la Diputación al no haber conseguido iniciar las obras en el plazo que se fijaron las administraciones de cinco años.

José Manuel Cossi, concejal de Urbanismo

"La única instrucción que había era hacer el parking y la plaza"

La construcción del pabellón Fernando Portillo lleva años anunciándose. Las hemerotecas están llenas de anuncios marcando plazos o garantizando el inicio de unas obras que a día de hoy siguen a la espera. De hecho, a este respecto, José Manuel Cossi ha asegurado que la única instrucción que había en el Ayuntamiento respecto al Portillo por parte del anterior gobierno “era que había que hacer el parking y la plaza”. “Y luego, ya veremos”, añade el concejal, que rechaza por completo esta hoja de ruta marcada por el equipo de Kichi “porque supondría un importante aumento de costes” al urbanizar una plaza sobre la que posteriormente habría que levantar el nuevo equipamiento.

Emasa, el responsable lógico del subterráneo

Asegura Cossi que aún no se ha tomado decisión alguna sobre el uso futuro del aparcamiento subterráneo, que tendrá 409 plazas. Es consciente el Ayuntamiento de la alta demanda de aparcamientos que puede haber en esa zona, por lo que tendrá que decidir si el estacionamiento se destinaría exclusivamente para residentes o bien si se abriría (en su totalidad o parte del mismo) a la rotación, teniendo en cuenta la actividad deportiva que se realizará sobre el aparcamiento. En cualquier caso, entiende Cossi que lo más lógico sería que una vez finalizada la obra, el IMD inicie un nuevo expediente para que la parte del equipamiento correspondiente al subterráneo sea traspasada a Emasa, para que esa sociedad municipal se encargue de gestionar (y explotar, en su caso) este nuevo estacionamiento que ganará la ciudad.

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