¿Y todo esto quién lo paga?
El presupuesto de la Cumbre de Cádiz se acerca a los cinco millones de euros pero las cuentas se conocerán a final de año · Casi todos los gastos corren por cuenta del anfitrión, pero una gran parte son patrocinados
Como en las ofertas comerciales, el presupuesto oficial de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado se ha quedado a un poquito del número redondo. No son cinco sino 4,9 los millones de euros que costará la cita de Cádiz, aproximadamente la mitad de lo que supuso para el contribuyente la de Salamanca, la última vez que España se encargó de organizar este acontecimiento, hace ya siete años, y como corresponde a la conveniencia de un país que se encuentra inmerso en una gran crisis económica. Los recortes también han llegado a la alta diplomacia.
Lo primero que conviene saber es que esto lo paga España, como hace un año lo pagó Paraguay, es decir el país anfitrión lo es en el más amplio sentido. "Ponemos la sede -cuenta Javier Molina, de la Unidad de Apoyo a la comisión organizadora de Presidencia del Gobierno-, los alojamientos, todos los lugares donde se celebran las reuniones, las comidas, los desplazamientos... Y por supuesto, la seguridad, puesto que este asunto afecta a la soberanía española, los mandatarios invitados que vengan tienen obviamente que adaptarse a la legislación española en esta materia".
Eso sí, como los tiempos vienen malos, el Gobierno español se ha buscado la novedosa forma de financiación a través de patrocinios de grandes firmas como sistema de ahorro de buena parte de los gastos. Pero de momento no nos podemos enterar de cuánto supondrá esta modadlidad. "Aunque suponen un ahorro muy importante, aún no podemos cuantificarlos con exactitud -dice Molina- porque no todo será en dinero, de hecho la mayoría de las aportaciones va a ser en especies: obras, coches, ejecuciones... conceptos todos que pueden variar sobre lo previsto".
Es decir, que paga España pero muy repartido. De lo que se ha ido sabiendo llama la atención el ahorro que supondrá el patrocinio de Seat y Volkswagen-Audi España, que pondrán a disposición de la organización 155 vehículos para el traslado de los mandatarios y sus delegaciones, y que se ha estimado desde Moncloa en 600.000 euros.
Esas empresas se encargarán de transportar 160 coches de los modelos Alhambra, Exeo, A8, Phaeton y T5, hasta Cádiz, así como de su mantenimiento y limpieza durante la Cumbre. En este caso, el gasto del Estado vendrá de aportar los chóferes, funcionarios del parque móvil del Estado, cuyo gasto extra viene dado por su desplazamiento. La gasolina la pondrá Cepsa y, claro, "tampoco sabemos los litros que se gastarán ni el precio que tendrá en ese momento", justifica Javier Molina para no dar una cifra.
En cuanto a lo que más afecta a la ciudad de Cádiz, las constructoras Acciona y FCC se han hecho cargo de varias obras significativas de manera gratuita, o más bien a cambio de publicidad. La primera se ha encargado de acondicionar el Palacio de Congresos expresamente para esta cita. Ha construido en la segunda planta la sala del Plenario, donde se reunirán los líderes, y diversos despachos de arquitectura efímera para la celebración de encuentros bilaterales.
Por su parte, FCC ha construido y acondicionado un comedor para las delegaciones y la prensa en el interior de la antigua estación de ferrocarril, actualmente en desuso y esperando mejores tiempos.
En otros aspectos, Renfe trasladará gratuitamente a miembros de la organización y delegaciones y ofrecerá también descuentos a otros; El Corte Inglés se encargará de los regalos institucionales, en versión de caballeros y señoras, y de ofrecer los servicios de su agencia de viajes. El Banco Popular colaborará con una aportación económica que no se conoce, y el BBVA ha prestado el Palacio del Marqués de Salamanca para reuniones previas.
El Estado español corre también con los gastos de las delegaciones, pero sólo una parte, igual para todos. Todo lo que exceda ese límite de cortesía, va por cuenta de cada país.
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