El palacio de Veedor vuelve a salir a la venta por 4,5 millones de euros
Varias firmas hoteleras se han interesado ya por la histórica finca, que comercializa una inmobiliaria especializada en fincas de lujo.
El mercado inmobiliario de la ciudad ha vuelto a recobrar una intensa actividad después de los años de la crisis. Y entre las joyas que están disponibles actualmente se encuentra el palacio de la calle Veedor. La histórica finca situada en el número 3 de esta calle que une San Antonio con el Mentidero vuelve a estar en venta. Su precio, cuatro millones y medio de euros.
Una inmobiliaria especializada en viviendas de lujo y con sede en Marbella es la que se está encargando de comercializar este activo, por el que indican que ya han mostrado interés varias empresas, sobre todo firmas hoteleras que se han interesado por convertir el palacio en un hotel, retomando así el proyecto que en su día quiso poner en marcha el último propietario conocido que ha tenido el edificio, el empresario gaditano Pablo Grosso.
Precisamente, el uso hotelero -para el que incluso existe un proyecto redactado- es una de las opciones que ofrece la inmobiliaria en la comercialización de este activo.
Ese hotel planteado por Grosso (que adquirió el palacio en el año 2007) fue descartado finalmente en 2010, cuando se derivó el uso de la finca para eventos sociales; algo que finalmente, salvo en ocasiones puntuales, no se ha desarrollado.
También recuerdan en la inmobiliaria que la finca dispone de un "espacio para negocio de hostelería", que en los últimos años albergó un restaurante japonés y que en su día también fue otro restaurante, La Montera, que abrieron los anteriores propietarios a Grosso.
Junto a estas opciones de negocios, resalta la inmobiliaria que la finca dispone de 1.450 metros cuadrados de superficie, con 16 estancias, ocho baños y otros 16 dormitorios repartidos en las tres plantas del edificio, que igualmente dispone de un patio central, un jardín privado con arboleda o "detalles de relieve y pintura en techos, paredes y carpintería".
A todo ello hay que sumar la historia que arrastra el palacio, construido en el siglo XVII -existen documentos con las cuentas de la casa desde el año 1647- y en el que han pernoctado, entre otros personajes conocidos, el duque de Wellington (en diciembre de 1812), la familia Aramburu (que fue propietaria del edificio entre 1880 y 1986), Anthony Quinn o Simon Duton, truncándose a última hora la estancia del actor Pierce Brosnan en su rodaje en Cádiz de la serie de James Bond en el año 2002.
Todo ello hace de este palacio una auténtica joya inmobiliaria de la ciudad, que ahora vuelve a salir al mercado para poder darle un nuevo uso después de años de inactividad y algunos proyectos fallidos que han quedado en el camino. Por el momento, parece que la opción de convertir el palacio en un hotel es el camino con más posibilidades, lo que demuestra el interés que diversas firmas hoteleras han mostrado ya en la finca (aunque hasta el momento ninguna de las ofertas haya convencido a los propietarios actuales).
Esta salida al mercado de la finca de Veedor coincide en un momento en el que las ofertas y la demanda en el sector hotelero en la ciudad han cobrado especial relevancia. Así, hace unos días anunciaba este periódico la salida al mercado de un apartahotel en plena calle Ancha (a pocos metros de Veedor) o el interés del grupo Pascual por hacerse con la Casa del Almirante (otra fincas histórica de alto valor patrimonial de la ciudad) para poner en marcha un hotel con encanto. Proyectos de futuro que se unen a un buen número de pequeños hoteles o apartamentos turísticos que se están habilitando en fincas del casco histórico y que han aumentado la capacidad de camas de la ciudad, coincidiendo con el aumento del turismo.
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