El paro tiene un efecto sanador entre la población gaditana

La huelga general en la sanidad gaditana fue más de pacientes que de personal. Podría decirse que el paro convocado por los sindicatos mayoritarios tuvo un efecto sanador entre la población, que dejó de acudir en gran número a los servicios de urgencias, alguno de los cuales, que normalmente muestran una actividad frenética, presentaba un aspecto inusual. En urgencias pediátricas del Puerta del Mar, al filo del mediodía, el personal de admisión informaba que prácticamente toda la plantilla había acudido a sus puestos de trabajo. La tranquilidad era absoluta, con sólo dos pequeños esperando a ser atendidos por los profesionales. Esto podría servir para reabrir el debate de la correcta utilización de estos servicios de urgencias, que en algunos casos son tomados por meras consultas de médicos de familias. Al menos es llamativo que ayer el número de visitas a urgencias se redujera tan significativamente.

En urgencias general la actividad tampoco era llamativa, y eso que la Consejería de Salud ya informó que urgencias, junto a diálisis, oncología y radioterapia sería una de las unidades que funcionaría con normalidad. El triaje y las cinco consultas trabajaron con fluidez y sin incidencias durante la mañana, en la que el número de pacientes también disminuyó.

Donde sí se notó más la huelga fueron en las consultas externas, ya que funcionaron con servicios de fin de semana y apenas atendieron a pacientes.

En los bajos del hospital gaditano, las ambulancias circulaban con carteles de servicios mínimos. Un ATS algecireño relataba que estaban trasladando enfermos pero cumpliendo con unos parámetros ya establecidos. En la administración del propio hospital la afluencia de trabajadores también fue notable, si bien, en las ventanillas de admisión se pudo comprobar un descenso de solicitantes.

En cuanto a las intervenciones quirúrgicas previstas para el día de ayer hay que decir que se llevaron a cabo sin problemas y que el personal de cocina también acudió mayoritariamente a su puesto de trabajo para atender una función clave en el centro gaditano. Los alrededores del Puerta del Mar, con la apertura de algunos bares y comercios, apenas dejaban entrever el seguimiento de una huelga que en esa zona de la capital gaditana fue menor que en otras, quizá por el influjo que ejerce el propio centro hospitalario.

En cuanto a los centros de salud basta citar un par de ejemplos. En La Laguna acudió a trabajar el 100% del personal sanitario, aunque una doctora reconocía que estaban muy tranquilo porque muchos de los pacientes que tenían concertadas citas no habían acudido a las mismas. En el área de pediatría, habitualmente saturada a estas alturas del año, con el inicio del curso escolar, reinaba la tranquilidad absoluta, con las puertas de las consultas abiertas de par en par esperando la llegada de pacientes.

Fuera, en la zona administrativa, varios funcionarios atendían teléfonos y daban citas como un día normal, aunque las colas eran menores que en días laborables.

En otro centro de salud, en este caso el de La Merced, situado en el casco histórico de Cádiz, la situación fue muy similar al de La Laguna, con una incidencia mínima del paro. De hecho, ninguno de los médicos que prestan servicio atendieron a la llamada de los sindicatos, y sólo un celador y una enfermera se sumaron a la jornada de protesta por la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Zapatero. Por la mañana la afluencia de pacientes fue similar al de otros días, sobre todo en la consulta de extracciones dentales, que suele ser una de las más demandadas de este recinto. Por la tarde aún había personas esperando para ser atendidas y la normalidad era la tónica general.

Otros centros sanitarios privados de la ciudad, como la Clínica Astarte, también funcionaron con normalidad y los profesionales que se encargan de ofrecer su atención médica ejercieron su labor sin incidencias dignas de mencionar.