La parroquia de la Castrense traslada su culto a la capilla del Beato Diego

Desde el día 2 celebra misa diaria en la calle Bendición de Dios ante el cierre del templo de la plaza del Falla tras el derrumbe de la cúpula el pasado mes de junio

Así ha quedado el techo de la cúpula de la Castrense
Imagen del derrumbe de la cúpula de la Castrense el pasado 7 de junio. / Lourdes De Vicente

La parroquia del Santo Ángel Custodio, la Castrense, ha vuelto a trasladar de manera provisional su culto, que desde este jueves se celebra en la capilla del Beato Diego, en la calle Bendición de Dios. Una decisión que viene obligada ante el cierre que se mantiene desde principios de junio por la caída de parte de la cúpula del edificio.

El 7 de junio, en concreto, se vino abajo el remate exterior de la cúpula del templo; y desde entonces están en la Castrense no ya a la espera de recibir autorización para abrir de nuevo las puertas, sino de conocer al menos qué solución hay que procurar para que el templo pueda volver a tener vida. Algo que se sigue demorando a día de hoy, cuando se van a cumplir ya cinco meses desde el derrumbe, más que llamativo porque se produjo meses después de la rehabilitación integral que se había dado por culminada.

Así las cosas, y una vez iniciado el curso, el párroco del templo (César Sarmiento) ha decidido retomar el culto diario, que ante el impedimento de hacerlo en la plaza del Falla lo ha trasladado a la capilla del Beato Diego, en la calle Bendición de Dios.

En este punto, conviene recordar que en tiempo reciente la parroquia castrense asumía unos nuevos límites geográficos tras la desaparición de la parroquia del Carmen, quedando así bajo su jurisdicción toda la zona del Mentidero desde la mitad de Bendición de Dios hacia el paseo Carlos III. En ese espacio es donde se ubica, precisamente, la capilla del Beato, que ocupa la hermandad del Prendimiento; y ahora, de manera provisional hasta que se solucionen los problemas en el Santo Ángel, es también la sede parroquial.

En este caso, conviene también reseñar que el traslado del culto no ha conllevado, a diferencia de lo que ocurrió hace años cuando la parroquia se marchó a la iglesia de Santa Catalina en la Viña, el movimiento de ninguna imagen, precisamente por esa imposibilidad de acceder a la Castrense por el peligro que sobre el edificio se mantiene por parte de las autoridades tras la caída de la cúpula. De modo que los titulares de las cofradías de Expiración y Desamparados, por ejemplo, llevan desde principios de junio sin recibir culto, habiendo tenido que suspender la hermandad de Gloria la procesión que debiera haber celebrado el pasado mes de septiembre.

Estos cultos en la capilla del Beato se celebran ahora de martes a sábado a partir de las 19.30 horas (hora prevista para el rezo del rosario, que está seguido de la misa) y los domingos a las 11.00 horas, cuando se celebra la misa parroquial.

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