El paseo y el torreón de las Puertas de Tierra 'elevan' el patrimonio visitable de Cádiz
El conjunto BIC vuelve a abrir sus puertas este 11 de diciembre tras algo más de cuatro años clausurado al público
Además de las preciadas vistas que ofrece este símbolo del antiguo sistema defensivo de la ciudad, la visita suma atractivo con una experiencia inmersiva sobre su historia
El Torreón y el paseo de las Puertas de Tierra de Cádiz abre al público este diciembre
Cádiz/Esta jornada de cielo plomizo, con las nubes justas para recortar la silueta del torreón, pero sin nublar ni un ápice la espectacularidad de un Cádiz que se derrama hasta la mar, parece hecha de encargo para celebrar la reapertura de la Puerta de Tierra, clausurada al público desde hace más de cuatro años. Los primeros visitantes, los representantes del movimiento asociativo de la ciudad, toman el paseo superior, sacan sus móviles, echan la foto y celebran un pasito más -que no el definitivo- en la recuperación de esta joya del antiguo sistema defensivo de la ciudad. Un pequeño trozo de territorio ganado en la siempre lenta y trabajosa puesta en valor de los espacios culturales de una ciudad suspendida en el tiempo por las capas de su historia.
Porque con el regreso de la ciudadanía a este Bien de Interés Cultural no sólo se eleva, en cantidad, el número de enclaves visitables del istmo trimilenario; también se eleva, en calidad, la manera de afrontar la visita ya que supone un primer acercamiento a las propuestas de experiencia inmersiva, tan habituales en otros espacios y productos culturales del territorio nacional. Porque este 11 de diciembre no se abrían por primera vez al público torreón y paseo superior del frente de tierra, no, pero sí se han visto de una manera "diferente".
"Aunque yo, cuando era concejal de Turismo, tuve la oportunidad de abrir la primera vez este espacio al púbico (en junio de 2013), os tengo que confesar que Maite (González) y José Carlos (Teruel) lo han hecho mejor que yo", ha reconocido el alcalde de Cádiz, Bruno Garcia, durante la primera visita que se ha realizado este miércoles, a las once de la mañana, a este símbolo que, de alguna manera, separa (o une, todo es cuestión de perspectiva) las dos grandes áreas de Cádiz.
La nueva visita
Mejor une, y más en palabras de la teniente de alcalde de Cultura que idea esta nueva vida para las Puertas de Tierra como "el punto de encuentro" para iniciar una "ruta cultural por las diferentes fortificaciones de la ciudad". De hecho, ya desde el inicio de la visita, en el acceso situado en la bóveda central del enclave, una serie de paneles explicativosconectan este monumento con otros bastiones de la arquitectura defensiva de Cádiz que no pierden de vista la mar como el Castillo de Santa Catalina, el Baluarte de la Candelaria y San Lorenzo del Puntal, además de las vecinas bóvedas de Santa Elena y San Roque, donde actualmente se levantan el Museo Litográfico y el Museo del Títere.
En esta misma antesala del verdadero cuerpo de la visita, también se han apilado en coquetas montañas las 62 bombas de mortero de hierro fundido datadas a finales del siglo XVII, principios del XIX, que han sido restauradas debido a su estado con oxidación, corrosión del metal y suciedad. Un proceso de rehabilitación al que también están siendo sometidos los cañones que tradicionalmente se situaban en el paseo superior de las puertas de tierra y que brillaban por su ausencia en esta reapertura. "Pero sí, en cuanto estén listos, volverán a su lugar", ha confirmado la responsable de Cultura.
Pero ascendamos y alcancemos este paseo no sin antes percatarnos de las diferentes visiones históricas de las Puertas de Tierra que cuelgan de las paredes de la escalera de acceso. Reproducciones de imágenes propiedad del Archivo Municipal de Cádiz que nos ofrece un resumen de algunos de los cambios que ha sufrido el monumento hasta llegar a la actualidad. Un viaje por la historia que resultará aún más atractivo, y adecuado al siglo XXI, cuando el visitante acceda a la experiencia inmersiva, pero antes... Antes merece la pena salir al exterior.
Recorrer el propio paseo y mirar de frente al imponente torreón y todo lo queda a sus pies: una vista de la ciudad y de la Bahía de Cádiz. Que no es poco. Hitos como la Catedral, el puente de la Constitución 1812, el Muelle de Cádiz, las grúas símbolo de la industria naval, entre otros, son asumibles desde la altura. Eso sí, se echa de menos algún que otro panel más que explique al foráneo qué le devuelve su vista, amén del texto situado cerca de la garita que mira a la explanada del lado de la estación ferroviaria donde se habla de la posible Ruta de Castillos y Baluartes Gaditanos. "Pero la intención siempre ha sido recuperar este espacio para los gaditanos, ¿que vienen turistas?, bien, es positivo, pero es no es el objetivo principal", ha querido dejar claro Bruno García.
Para conseguirlo, ha sido necesaria la ("inmejorable", ha definido el primer edil) colaboración "entre Cultura y Mantenimiento Urbano". Así, el teniente de alcalde José Carlos Teruel ha recordado "la dejadez" y el "no correcto estado, para el valor que tienen estas murallas," en el que se encontró el paseo superior. "Hemos tenido que desbrozar y hacer un gran trabajo de adecentamiento para que se pudiera visitar y todo con medios y personal propio del Ayuntamiento", ha referido sobre unas labores que, en total, han supuesto una inversión "de unos 120.000 euros".
Pero además de pasear en altura por toda la extensión de la Puerta de Tierra -con el seguro de que el usuario no se puede asomar al murete más bajo, el de la faz que mira al casco histórico, por un cordón de seguridad y un vigilante encargado de hacer respertar los márgenes-, la visita se corona con esa experiencia inmersiva que tiene lugar en la sala de la planta superior del torreón, mientras que para las personas con movilidad reducida que no puedan acceder a este espacio, se proyectará el audiovisual en la planta baja, en una sala a la izquierda de la entrada.
De esta forma, con pases cada media hora desde el horario de apertura del monumento -de martes a sábado de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas y domingos de 11.00 a 14.00 horas y con un horario especial de Navidad (de 11 a 15 horas y de 17 a 21 horas, de martes a sábados, y los domingos, de 11 a 15 horas) entre el 22 de diciembre y el 4 de enero-, el audiovisual de algo más de 10 minutos de duración se erige como un pequeño viaje por la historia de la ciudad y su sistema defensivo, situando la importancia del Frente de Tierra, y su relación con los glacis, en diferentes contextos hasta llegar a su último servicio en la Explosión del 47.
Un contenido, que ofrece la empresa Tripmilenaria (la misma que gestiona el yacimiento Gadir, que ha contado con la definitiva revisión del catedrático emérito de Historia Contemporánea, Alberto Ramos Santana, y los técnicos de Onda Cádiz, a los que Maite González ha agradecido su implicación con el proyecto de experiencia inmersiva que, hay que recordar, se licitó durante el anterior gobierno municipal para este equipamiento que, finalmente, no se logró abrir en dicha etapa después de cerrarlo tras pasar el verano de 2020.
El audiovisual, al que accederán por pase entre unas 11-15 personas, se proyecta en un espacio totalmente a oscuras donde el espectador está encerrado entre las pantallas en las que podrá seguir la historia de esta joya del patrimonio defensivo gaditano. Una historia, ahora cultural, y que todavía no ha acabado.
Lo que queda por hacer en las Puertas de Tierra
Y es que hay que apostillar que las Puertas de Tierra se abren este 11 de diciembre con varias tareas pendientes. De hecho, esta misma función de enclave visible todavía no está completa pues el lugar da más de sí. "Sí, estamos preparando un proyecto de musealización tanto para las salas que quedan abajo como para las del interior del torreón. Una musealización que girará en torno a esta idea de las puertas de tierra como punto de partida para comprender el sistema defensivo de Cádiz", ha adelantado Maite González.
Pero además, como ha recordado el primer edil, las Puertas de Tierra serán objeto de "una rehabilitación global" presupuestada "en unos 4 millones de euros" que "ya están asegurados" pues se desgajarán de la partida de 27 millones de euros que Bruno García ha pedido (y ya se le ha concedido) a diferentes entidades bancarias. "Las murallas siempre nos exigen una inversión constante y un cuidado especial, pero efectivamente era necesario acometer esa rehabilitación integral que ya está asegurada", se ha congratulado.
Junto a estas dos acciones, hay que recordar que en la pasada Junta de Gobierno Local también se aprobó el proyecto de reparación en el intradós de las bóvedas para el paso de los vehículos tras la actuación de urgencia por los desprendimientos que se produjeron el pasado mes de agosto.
"Las Puertas de Tierra es uno de los grandes patrimonios que tenemos que cuidar, y la manera de cuidarlo, desde luego, es con inversión", ha subrayado el responsable de la ciudad que tampoco ha dejado al azar las fechas para esta "ansiada" reinauguración. "Ha sido una manera también de darle otro tipo de contenido a la Navidad y aprovechar que lo puedan visitar las familias, pero desde luego a la vuelta de las vacaciones también haremos visitas para los colegios porque creemos que los niños y niñas de Cádiz tienen que conocer el patrimonio de su ciudad", ha declarado García sumando esta iniciativa a la que ha avanzado su concejala de Cultura de "realizar un ciclo de charlas y conferencias" alusivas al contexto en las Puertas de Tierra.
El Museo Litográfico, "un gran tema"
Unas Puertas de Tierra que se extienden en sus extremos con las bóvedas que en la actualidad corresponden a los Museos del Títere y Litográfico que necesitan como el comer de una reactivación en su puesta en valor. "Sí, tenemos el Títere ahí pendiente, que ya tengo el dinero, pero tenemos que ir paso a paso, y el Litográfico, que en breve tendremos noticias", ha asegurado Maite González que habla de realizar "un convenio con la Escuela de Arte de Cádiz" para que el Museo Litográfico, "que es una joya" pueda ser utilizado "por los alumnos" de este centro "y para hacer talleres y visitas".
"El Litográfico es un gran tema", ha sonreído a su vez el alcalde que no ha ocultado que para las muchas bóvedas vacías con las que cuenta el espacio (las que se atisban desde el patio de la Casa del Niño Jesús) existen ya "varias propuestas". "A esas bóvedas las tenemos muy presentes y cuando definamos su contenido os vamos a informar. ¿Pero saben qué persona está aquí ahora mismo que pelea muchísimo para que ese espacio tenga contenido? José Rodríguez, presidente asociación de vecinos Tres Torres del Barrio de Santa María", saludaba Bruno García al líder vecinal que junto a muchos de sus homólogos no se han querido perder la visita inaugural a las Puertas de Tierra. "A ver si veo yo eso, hombre, antes de que cumpla los 80 este 28 de febrero...", le ha puesto fecha.
Breve repaso por la historia de la construcción de las Puertas de Tierra
El aspecto actual de la Puerta de Tierra responde a distintas épocas y fases de construcción del enclave desde el momento en que, en el siglo XVI, las murallas medievales se volvieron insuficientes para el crecimiento de la ciudad. En su lugar se construyó una muralla con puerta de acceso, aún hoy visible, incorporada a una de las murallas del actual conjunto defensivo. En 1574 se realizó una primera ampliación para protegerlo con dos baluartes. El edificio adquirirá su aspecto definitivo recién en el siglo XVIII.
En el centro, la torre baja, destaca el conjunto sobre el que se abre el vestíbulo de entrada, enmarcado por un frontispicio de mármol, fechado en 1756 y diseñado por José Barnola. Una inscripción hace referencia a la construcción de la puerta, en la que está presente el escudo real y el de la ciudad seguida de una alegoría militar. Para la fachada al centro histórico se construyó un elegante pórtico de mármol en forma de arco triunfal, obra de Torcuato Cayón. Las murallas de San Roque y Santa Elena, llamadas así por su cercanía a sus respectivas ermitas, avanzan a ambos lados del complejo, y fueron demolidas en 1737 debido a la construcción del cuartel dentro del área del complejo defensivo.
La ampliación extramuros llevó a proponer, durante la primera mitad del siglo XX, el derribo de todo el conjunto, aunque afortunadamente se decidió tapar los fosos y abrir dos grandes arcos a lo largo de los muros, para permitir el paso de vehículos, una labor realizada por el arquitecto Antonio Sánchez Esteve.
En la actualidad, la Puerta de Tierra ha pasado a ser uno de los puntos culturales de la ciudad con la incorporación de los Museos Litográfico y Títere en las arcadas de las bóvedas de San Roque y Santa Elena, respectivamente.
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