"Nunca se me pasó por la cabeza agredir a nadie"
El presidente del tribunal, Manuel Estrella, permitió ayer a Simone Righi explayarse en el turno de la última palabra. El italiano llegó a Cádiz en septiembre de 2007, dejó a sus tres perros en la guardería de la perrera de Puerto Real, que daba servicio a la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, a la que pertenece Cádiz, y cuando fue a buscarlos, dos habían desaparecido y uno estaba muerto. Responsables de la perrera, que fue clausurada por irregularidades, están imputados de maltrato animal y pendientes de juicio. "Nunca se me pasó por la cabeza agredir a nadie. Es una lástima que policías y políticos digan mentiras. Es una ofensa a mi inteligencia", dijo Simone.
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