El patio neomudéjar del Casino Gaditano

Historias de Cádiz

Por encargo de la directiva de 1889, las obras fueron diseñadas por la Casa Pelli, de Sevilla Fueron ejectuadas por el decorador Adolfo López Rodríguez

José María Otero Cádiz

18 de mayo 2015 - 08:02

Entre los interiores que más llaman la atención de la ciudad de Cádiz, se encuentra, justamente, el patio neomudéjar del Casino Gaditano. Una singular construcción que cumple en estos días 125 años.

El edificio de la plaza de San Antonio fue durante muchos años la residencia familiar de los Istúriz, familia de enorme influencia política durante gran parte del siglo XIX. Allí se celebraron infinidad de reuniones para derribar el régimen absolutista de Fernando VII y restaurar la Constitución de 1812.

Posteriormente la casa fue adquirida por Félix Colarte, marqués del Pedroso, y desde 1848, es la sede del Casino Gaditano.

Según el profesor Cirici Narváez, hacia 1857, el arquitecto Juan de la Vega realizó una gran reforma del edificio, cuya fachada, tanto a la plaza de San Antonio como a la calle Veedor, sigue conservándose en la actualidad

A finales del siglo XIX el edificio propiedad del Casino era una casa típica andaluza, con patio central y amplios salones en al planta baja. La necesidad de una amplia reforma en el local social hizo que la directiva del Casino propusiera en 1889 a los socios la construcción de un patio de estilo árabe, algo que por entonces estaba de moda en toda España. Se daba, además, la circunstancia de que el entonces presidente, marqués de Casa Recaño, era un experto en arte árabe y se comprometía a supervisar directamente la obras.

La directiva estaba formada en 1889 por el marqués de Casa Recaño, presidente; Juan Manuel Lacoste, vicepresidente; Federico Gil de los Reyes, contador; Juan Arámburu e Inda, tesorero y Manuel del Castillo y Gutiérrez de Prio, secretario.

Aprobada la reforma por los socios, la directiva contactó con la acreditada Casa de José Pelli, de Sevilla, para que llevara adelante los proyectos.

Pelli se anunciaba como estucador, escayolista y ornamentista. En la época del encargo, 1889, ya gozaba de extraordinario prestigio en toda Andalucía. Pelli había trabajado para el duque de Montpensier en sus palacios de San Telmo, de Sevilla, y de Sanlúcar de Barrameda. Además ya había realizado trabajos en Cádiz, en la Santa Cueva, con general aprobación.

Para el patio del Casino Gaditano, José Pelli contaba con el inestimable trabajo del joven decorador, Adolfo López Rodríguez, que fue el que ejecutó la mayoría de los trabajos, bajo la directa supervisión del marqués de Casa Recaño.

Los dibujos y decoración del patio están inspirados en algunos rincones de la Alhambra de Granada y, principalmente, en el patio de Las Muñecas, de los Reales Alcázares de Sevilla.

En cuanto al artesonado del patio, está basado en unos dibujos existentes en la academia de Bellas Artes, de Cádiz, y que fueron aportados por el propio presidente del Casino.

La obra, que también contó con la oposición de un importante número de socios, se inició el 6 de agosto de 1889 y finalizó en el mes de junio de 1890. El presupuesto inicial fue de ocho mil pesetas.

Bajo las balaustradas, los socios quisieron colocar unas inscripciones árabes en combinación con relieves entrelazados y que traducidas dicen: Alabado sea Dios.

Las obras también comprendieron la escalera principal del edificio, con magnífico estucado y colocación en el testero del frente de un medallón con las iniciales del Casino Gaditano.

La pintura de los techos se realizaron algo más tarde, ya que hubo que esperar al secado total de la escayola.

Como remate y complemento a la obra fue colocada en el centro del patio una sencilla fuente sin adorno alguno. Para decoración del patio, la sociedad adquirió dos ricas ánforas, realizadas también por Pelli, y que habían obtenido medalla de plata en la Exposición Universal de Barcelona.

Para celebrar el acontecimiento y que los gaditanos pudieran conocer el nuevo patio, el Casino Gaditano programó varios bailes y veladas. De ellos destacó el celebrado el sábado 9 de agosto.

Diario de Cádiz recogió, como era habitual, la celebración, dando puntual cuenta de los asistentes. Amenizó la velada el Sexteto Lucena, con profesores locales que estuvieron tocando los números de moda.

A las doce en punto de la noche comenzó la cena, consistente en Consomé Royal; Dinde Trouffé; Jambon de York; Patiserie assortie; Sandwichs y Gateaux varieés. De vino, Carta Blanca de las bodegas de Agustín Blázquez.

El espléndido patio árabe del Casino Gaditano sigue conservándose en magnífico estado, aunque necesita una limpieza adecuada a su singularidad. La adaptación de edificio que se lleva a cabo actualmente para instalar un centro de negocios, tal vez sea buena ocasión para ello.

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