El patrimonio del gaditano convento de San Francisco

Cádiz Ilustrada Opina

La definitiva marcha de los franciscanos de Cádiz alerta sobre el futuro destino de algunas de las obras de arte que se guardan en el templo

Detalle de la talla de San Francisco original de Martínez Montañés.
Detalle de la talla de San Francisco original de Martínez Montañés.

18 de septiembre 2022 - 06:00

Tras cinco siglos de permanencia en la ciudad, hoy domingo, 18 de septiembre de 2022, es la fecha fijada por los franciscanos para abandonar el Convento de Nuestra Señora de los Remedios y con ello la ciudad de Cádiz, sumándose a otras órdenes, como los jesuitas y los carmelitas, que lo hicieron con anterioridad. Es una fecha triste para todos porque los franciscanos han sido a lo largo de todo este tiempo parte importante de nuestra historia por la influencia que han tenido en la vida religiosa, social y cultural de la ciudad. Sería muy largo citar aquí a tantos y tantos ilustres frailes y contar todas las vicisitudes sufridas por la orden durante ese prolongado tiempo, y por ello Cádiz Ilustrada lo único que pretende con este artículo de opinión es mostrar nuestra preocupación por el patrimonio que aún atesora el convento y que debe de permanecer intacto en él.

Es de esperar que, tras la marcha de los franciscanos, la iglesia permanezca tal y como se encuentra en la actualidad, y que todas las cofradías que radican en ella no tengan que cambiar de sede canónica, pero nos preocupa especialmente parte de su patrimonio que se halla en sitios menos visibles por haber sido desplazado a la clausura o a la sacristía. Nos referimos a las imágenes de Nuestra Señora de Loreto, de autor desconocido, y de San Francisco de Asís, de Juan Martínez Montañés. Y es que se teme que ambas sean trasladas al museo franciscano de Chipiona, donde evidentemente quedarían descontextualizadas. Ello significaría una pérdida sensible del patrimonio gaditano por la importancia y valor artístico e histórico de las imágenes antes citadas.

La imagen de la Nuestra Señora de Loreto, junto a la de la Candelaria, la de Consolación y la del Rosario de los genoveses, son las tallas más antiguas que se conservan en Cádiz y presidía el retablo mayor de la capilla a ella dedicada que fue levantada a expensas de los genoveses residentes en Cádiz a partir de 1589 en el compás, frontera la fachada principal del templo franciscano. Era una capilla de grandes dimensiones que se asemejaba más a una iglesia y que ocupaba lo que hoy es la plaza de San Francisco y el hotel Francia y París.

Imagen de Nuestra Señora de Loreto.
Imagen de Nuestra Señora de Loreto.

Es una pequeña talla de rasgos manieristas realizada entre los siglos XVI y XVII. Cuando los genoveses, debido a los continuos conflictos que tenían con los franciscanos, abandonan la capilla, la entregan a la V.O.T. continuando la imagen en su lugar. Ésta sobrevivió al derribo de la capilla en 1873 por los cantonalistas y pasó entonces a la iglesia, ocupando un lugar en el retablo del Cristo de la Veracruz. Aunque con algunos desperfectos, sobrevivió también al asalto de la iglesia y convento ocurrido en la noche del 11 al 12 de mayo de 1936. Se tiene constancia de que de estar colocada a los pies del Cristo de la Veracruz pasó a la sacristía y por último fue llevada a la Clausura, donde debe encontrarse.

La otra imagen que nos ocupa es la de San Francisco de Asís, regalo de Montañés al convento donde se encontraba destinado uno de sus hijos, que era franciscano. Es una imagen de gran valor, de madera tallada realizada sobre 1605 y con unas dimensiones de 162x60x50 centímetros, que la hemos conocido pintada de un blanco marmóreo para colocarla en la hornacina de la puerta principal de la iglesia y luego cuando se restauró se pasó al convento colocándola en un lateral de la sacristía, enfrente de donde hoy se encuentra el Cristo de papelón de la Veracruz. María Pemán escribió que esa imagen quizás sea la obra de imaginería más importante que hay en Cádiz.

Expresada por medio de estas líneas la preocupación que nos invade por la conservación de la totalidad del patrimonio del Convento de San Francisco y en especial por estas imágenes, ante el abandono del mismo por la orden franciscana, esperamos que todos los implicados en el proceso de traspaso o transición que determine el futuro del convento e iglesia, tengan presentes que Cádiz no debe perderlas por su traslado a otra localidad. Por otra parte, dado que durante siglos la comunidad franciscana ha ido arropada por los gaditanos con un intercambio mutuo de ayuda y respecto sería conveniente, al igual que en Jerez, la presencia de algún miembro de la orden al menos durante los fines de semana para oficiar alguna eucaristía con el fin de que los lazos no se rompan definitivamente.

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