La perdiz y Bolita, otros dos negocios del centro de Cádiz que dicen adiós

El bar que hacía esquina en Sagasta y Benjumeda cierra por motivos de salud de su propietario y la tienda de ropa infantil sucumbe ante la falta de rentabilidad

El local de La perdiz ha sido traspasado y se convertirá en otro negocio hostelero

Comercio en Cádiz: la calle José del Toro no termina de arrancar

El bar La perdiz, en la esquina de Sagasta y Benjumeda, cerró hace escasas fechas.
El bar La perdiz, en la esquina de Sagasta y Benjumeda, cerró hace escasas fechas. / Germán Mesa

El centro de la capital gaditana se anota dos nuevos cierres de negocios tradicionales, en los que por diversas causas sus propietarios se han visto obligados a echar la baraja. Así, dicen adiós el bar La Perdiz, que ya ha cerrado sus puertas, y la tienda de ropa y accesorios para bebés y niños Bolita, que lo hará a finales de agosto. 

El bar La Perdiz, en la esquina de las calles Sagasta y Benjumeda, lleva algunas fechas clausurado. La causa no es otra, principalmente, que los problemas de salud de Manuel González Palma, que regentaba este establecimiento hostelero desde abril de 1993 y que heredó de su padre, que cogió las riendas del mismo en 1968.

Además de la salud, González admite que la pandemia dejó algo tocado a un negocio que, al no tener terraza, perdió clientela. Luego llegó la época del subidón del recibo de la luz, que tanto daño hizo a los pequeños empresarios. Poco a poco se fue desprendiendo de las personas que allí trabajaban hasta quedarse solo al frente del bar. De abrir ininterrumpidamente de 7.30 a 00.00 horas, el bar tuvo que ir restringiendo los horarios por falta de personal. 

La Perdiz, que vivió una reforma en 2011, se significó siempre por su buena cocina casera, destacando las tortillas y los guisos del día. Fue un bar de los de clientela fija entre su zona de influencia y los trabajadores del Centro de Salud de la calle Cervantes y la sede de Asuntos Sociales de la calle Zaragoza. 

Manuel confirma que ya ha traspasado el local, que se convertirá en otro negocio hostelero, de distinto ámbito, el próximo otoño. 

Por su parte, la tienda Bolita, en la calle José del Toro, se encuentra en periodo de liquidación del género antes de su cierre el día 31. Esta vía sumará ya con este nueve locales vacíos, un más que elevado número si tenemos en cuenta su cercanía a la Milla de Oro: Columela. 

La tienda de ropa infantil Bolita cerrará el 31 de agosto después de siete años y medio abierta.
La tienda de ropa infantil Bolita cerrará el 31 de agosto después de siete años y medio abierta. / Germán Mesa

“Ya esto no es rentable. Me hubiese quedado un año o dos más, pero lo he intentado y no ha podido ser”, confiesa María José Enríquez, que abrió Bolita hace siete años y medio después de una amplia experiencia, de 45 años, en el sector de la ropa infantil. No en vano, trabajó desde los 14 años para la firma Goya en la tienda El Pilar de la calle Compañía y luego en la calle Columela hasta su cierre. 

El negocio quedó tocado con la pandemia, cuando se suspendieron bodas, bautizos y comuniones, celebraciones con las que Bolita conseguía sus mejores cifras de ventas. “A esto le añadimos la compra por internet, la marcha de Zara de esta zona y la bajada de la natalidad”, argumenta María José enumerando obstáculos ineludibles.  

Muy cerca, en la misma pared, se mantiene cerrado desde hace tres años el local que acogió a la firma de moda infantil Gocco. También están cerrados los locales donde estuvieron Chocolates Pancracio, la tienda de ropa La grandeza o la librería Baobab.

Y es que José del Toro, aunque se ubica en pleno centro de la ciudad, no acaba de arrancar y el vaivén de cierres y reaperturas es una constante, evitando así su ansiada consolidación comercial.  

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