El perfil de Bruno García: Un hombre conciliador y con experiencia

Cuando Bruno García León fue elegido presidente provincial del Partido Popular en abril de 2021 en sustitución de Ana Mestre, se decía de él que era el rostro amable del PP. Y desde luego lo es porque es de esas personas que suelen caer bien a personas de todas las ideologías. Sin embargo, en el perfil de Bruno hay que ir mucho más allá porque es un político que tiene mucha formación académica, ha tenido también una trayectoria profesional en el campo de lo privado y en las concejalías o ahora como presidente del Partido Popular dicen de él que ha sido eficiente.

García León, tal y como se ha dicho en varias ocasiones, consiguió entrar en la política en los minutos de descuento de las elecciones municipales del año 2007. En tiempos de rodillo del Partido Popular de Teófila Martínez, este joven que estaba todavía en la década de la veintena aparecía en el número 18 en las listas populares. Durante toda la noche el escrutinio estaba daba 17 concejales al PP, por lo que Bruno García se quedaba fuera por los pelos. Así, en la sede del PP se acercaba a donde estaban los periodistas e iba preguntando cómo iba la cosa y con gran estoicismo recibía la respuesta de que no había fumata blanca para él.

Teófila dio la rueda de prensa con 17 concejales, celebró la victoria con los interventores y militantes en el Hotel Francia y París con 17 concejales; subió a un tablao en la plaza de San Francisco y dio un discurso con 17 concejales, hasta que se produjo un giro inesperado allá por la medianoche. El PP conseguía su concejal 18 a costa de Izquierda Unida, que perdía uno de los tres que tenía: Bruno García León entraba de chiripa en la política gaditana.

Pese a su juventud de aquel entonces, era un hombre que tenía una buena formación académica (licenciado en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Mercados Financieros por el Instituto de Estudios Bursátiles), sabía inglés y había trabajado en temas financieros y económicos relacionados con la banca.

Su bautismo en la política vino con concejalías algo menores como las de turismo y hostelería, pero poco a poco fue recibiendo cada vez más confianza por parte de la alcaldesa porque se desempeñaba con bastante eficiencia en sus competencias, a la vez que poco a poco iba cogiendo tablas en los combates cuerpo a cuerpo en los plenos. Pese a esas buenas maneras, este aficionado acérrimo al Athletic de Bilbao no tenía problemas en ponerse serio cuando requería la ocasión en las sesiones plenarias.

Pese a que entró de milagro en la corporación, poco a poco empezó a formar parte del círculo de confianza de Teofila Martínez, algo que no era tan fácil y donde ya estaban personas como Mercedes Colombo, Ignacio Romaní, Juancho Ortiz y Jorge Moreno. Este jerezano además recibió encargos específicos como la defensa de la candidatura de la Capital Iberoamericana de la Cultura ante la UCCI.

A lo largo de los años y gracias a su desempeño, fue cogiendo concejalías de un mayor peso, como fue el caso de la de Fomento, dedicada a todas las labores relacionadas con el empleo.

Tras perder la Alcaldía, Bruno García León pasó a la oposición y estuvo en ella hasta febrero de 2019, a pocos meses de las elecciones. En ese momento, sustituyó a Ana Mestre en el Parlamento andaluz, una vez que esta asumió la delegación del Gobierno de la Junta. Además, se produce un giro en su vida ya que tiene su primera hija y quiere dedicarle mas tiempo a la familia.

Pese a que ya para el año 2019 sonó para ser el sucesor de Teófila Martínez, finalmente el elegido fue Juancho Ortiz, aunque él tampoco tenía una intención real de asumir ese papel por el giro que había dado su vida.

A esos cargos institucionales también se le une que poco a poco fue ganando peso dentro de lo orgánico en el PP provincial y se convirtió en el número 2 tras la dimisión abrupta del chiclanero Andrés Núñez. Pocos meses después, tras la salida obligada por los estatutos del PP de Ana Mestre, Bruno se puso al frente de los populares gaditanos donde ha jugado ese papel conciliador que siempre ha tenido.

Ahora le toca el reto mayúsculo de tratar de recuperar la Alcaldía de Cádiz. Dentro de ese perfil amable, hace unos meses un socialista que había ocupado cargos electos decía que si el candidato a la Alcaldía era Bruno García León, él lo votaría.