La calle fue de ellas

8-M DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Histórica manifestación del 8-M en Cádiz que superó las 5.000 personas, casi todas mujeres pletóricas de orgullo

Una imagen de la manifestación.
Texto: Pedro Ingelmo / Vídeo: Lourdes De Vicente

09 de marzo 2018 - 08:32

Cádiz/La que montaste Harry Weinstein. La valentía de unas mujeres que denunciaron a un rijoso productor de Hollywood encendió una mecha que acabó en el movimiento metoo y que estalló en un barril de pólvora que se extendió por todo el mundo. Si el muro de Berlín no cayó porque un día casualmente cayera, el estallido de ayer del 8-M, tan diferente a cualquier 8-M, tampoco se produjo en Cádiz por casualidad. No se produjo por Weinstein, naturalmente, sino porque cualquier llama lo haría estallar. Porque el barril estaba lleno de pólvora. Más de cinco mil personas, mujeres en un porcentaje aplastante, como no podía ser de otro modo,pletóricas de orgullo, se echaron a la calle para tomarla a partir de las siete de la tarde.

La convocatoria de los colectivos de mujeres a favor de la igualdad en su día superó todo tipo de expectativas. La portavoz en la provincia, Sofía Vega, aseguraba, asombrada y exultante, ante una plaza de San Antonio absolutamente repleta que "estamos desbordadas. Sabíamos que vendría mucha gente, pero esto era inesperado. De Sanlúcar, de Jerez, de Conil, absolutamente todas partes". Cuando cientos de personas no habían salido de San Antonio, la cabecera de la manifestación ya enfilaba, aunque con huecos no muy grandes, la Cuesta de las Calesas. Un cántico clásico de las manifestaciones, "luego diréis que somos cinco o seis", no tenía sentido ante la evidencia y otras, con cierto humor negro, ponían al hombre (también muchos entre los presentes) en el punto de mira: "Ante la duda, una viuda". Y otras pancartas con más humor blanco, como aquella en la que, con el baile de géneros lingüísticos, abogaba por que no hubiera 'ni fiminismi ni michismi, ni ni ni".

Habría que remontarse a las concentraciones por el cierre de Delphi para encontrar algo parecido y posiblemente lo superara. Las mujeres ayer estallaron. Las mujeres ayer se hicieron con la calle. La calle era de ellas.

Las consignas que se cantaron fueron de todo tipo. Por grupos tomaban las calles del centro con bailes reivindicando romper techos de cristal y mucha muchachería auguraban un futuro distinto sin maltratadores ni nadie que las gobernara en su vida. Es importante que esa muchachería empiece a hacer sus cánticos realidad y a desprenderse de las ataduras de los amores románticos.

Junto a las más jóvenes, los más mayores, reivindicando las pensiones. Junto a los más mayores, trabajadoras en precario y, juunto a ellas, autónomas, empresarias. Cada una con sus pancartas del lema total: "Sin nosotras se para el mundo". Muchas de las que acudieron no habían podido hacer la huelga durante el día, pero tenían claro que ellas también llevaban pólvora en las venas. Pólvora violeta.

La jornada había empezado pronto. Un centenar de mujeres participó en la pasada noche en el encierro que varias asociaciones feministas habían convocado en el Centro Integral de la Mujer, en la plaza del Palillero. El encierro se levantó sobre las 8 de la mañana.

Luego, el Palillero se llenó para respaldar a mediodía de hoy la convocatoria de las mujeres periodistas y escuchar un manifiesto que centrado en la situación de las mujeres en los medios de comunicación, que en buena parte es extrapolable l resto de sectores económicos.

Distintas profesionales de la ciudad leyeron un texto, el "Manifiesto 8-M. Las periodistas paramos", que lleva ya más de 7.000 adhesiones en toda España, donde se describe el papel de la mujer en los medios de comunicación. Por ejemplo, las mujeres son el 64% de las plantillas periodísticas de nuestro país, pero en los puestos de dirección hay el doble de hombres que de mujeres. Además de esos techos de cristal, denuncian la opacidad salarial, la precariedad, la escasa flexibilidad para la conciliación, el papel secundario de la mujer en los contenidos o el acoso sexual que muchas profesionales sufren en las redacciones. Al final, pidieron que este manifiesto no fuera utilizado por ninguna organización con fines políticos.

A la concentración se sumaron otros colectivos de mujeres, que realizaron una pequeña performance colocando cubos de fregona y otros útiles de limpieza en el centro e la plaza que simbolizaban que en lo doméstico también había huelga.

Mientras, a esa misma hora se desarrollaba otra concentración en San Juan de Dios, convocasda por los sindicatos CCOO y UGT, defensores de los paros parciales. El alcalde José María González se sumó y mostró su confianza en que algo cambie en nuestra sociedad "porque es injusto que la mayoría de la sociedad sufra discriminaciones en todos los ámbitps de la vida. Son las mujeres las que hacen trabajos más precarizados, las que cobran menos, las que más soportan las cargas del hogar, las que tienen que acometer el cuidado de los mayores y de los pequeños y pequeñas y las que tienen menos oportunidades a la hora de acometer el mismo trabajo que desempeñamos conjuntamente para construir una sociedad".

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