Un plano permitirá localizar los restos que quedan en el cementerio

el desarrollo de la ciudad | el cierre definitivo del cementerio

Se hará un levantamiento topográfico para facilitar las exhumaciones El Ayuntamiento trasladará a Chiclana los que finalmente no sean reclamados por sus familiares

Un plano permitirá localizar los restos que quedan en el cementerio
José Antonio Hidalgo Cádiz

24 de abril 2013 - 01:00

La decisión del equipo de gobierno de remitir al próximo pleno la propuesta de cierre del cementerio de la ciudad, que se encuentra clausurado para enterramientos desde hace 21 años, irá acompañada por un proceso largo y complicado que culminará con los miles de restos que aún descansan en el camposanto, bajo las planchas de hormigón de su suelo, ya trasladados al mancomunado de Chiclana y con la puesta en marcha del proyecto de construcción en este solar de un nuevo espacio abierto para la ciudad.

Una vez el pleno apruebe el cierre del camposanto, legalmente se abre un periodo de tiempo de tres meses durante el cual se podrá reclamar la exhumación de restos que aún se encuentren en este cementerio. En estas dos décadas el Ayuntamiento apenas ha recibido media docena de peticiones relacionadas con la Memoria Histórica, procedentes de familiares de personas asesinadas durante la Guerra Civil o en los años posteriores a su conclusión. Todos estos casos ya han sido atendidos salvo uno, por cuando los restos están localizados bajo una de las cuarteladas que aún queda por derribar. No obstante, una vez dada la orden de cierre es previsible que se reciban más peticiones para la recuperación de restos de distantas épocas. Una parte de éstas podrían proceder de los colectivos que investigan las denuncias de los casos de bebés robados.

Ha sido la aparición de estos casos, algunos centrados en Cádiz, lo que ha provocado una serie de reuniones entre el Ayuntamiento y el colectivo SOS Bebés Robados, que han abierto una línea de colaboración para facilitar las exhumaciones de restos de pequeños supuestamente enterrados en el cementerio de San José, activando el proceso de su cierre definitivo. Más allá de las actuaciones obligadas por los juzgados, el Ayuntamiento busca facilitar acciones solicitadas por otras familias ajenas a demandas judiciales.

Unas y otras peticiones serán analizadas antes de dar autorización para la ejecución de los trabajos en el recinto "para lo que se contará con toda la colaboración del personal del Ayuntamiento", según destacó a este diario la alcaldesa Teófila Martínez.

En todo caso, previa a la ejecución de estas exhumaciones hay que realizar unos trabajos previos también complicados.

Por lo pronto, antes de proceder al derribo de las cuarteladas que aún siguen en pie, pues a lo largo de los últimos años se han derribado muchas de ellas, especialmente las que se encontraban en un estado ruinoso, el Ayuntamiento va a hacer un levantamiento topográfico de todo el cementerio.

"A partir de 2001 estábamos en disposición de proceder al cierre definitivo del cementerio y ejecutar su derribo (era obligado dejar pasar diez años desde su clausura), pero preferimos no acelerar los plazos y dejar que se realizasen las exhumaciones sin prisas. Había en la ciudad otras prioridades en materia de infraestructuras y equipamientos a las que atender antes de iniciar la reordenación del suelo del viejo cementerio. Ahora, tras este paso plenario tampoco debemos tirar sin más las cuarteladas que siguen en pie ya que la ubicación de las mismas puede servir para localizar las fosas que hay bajo el cemento de todo el conjunto funerario", destaca Teófila Martínez. Cuando se proceda a derribar las cuarteladas se extremarán las medidas de control y seguridad.

Con este documento técnico y con la amplia información de la que se disponen en los archivos del camposanto, se elaborará un detallado plano de todo el cementerio, con las fosas comunes existentes, que no son muchas, y con las fechas de los enterramientos archivados. Hay datos de la mayor parte de ello, incluso del número de cuerpos que pueden descansar en cada una de las filas de las fosas, aunque tampoco se descarta que durante los trabajos de exhumación puedan localizarse restos cuya existencia es hoy desconocida. Los cálculos es que descansan bajo tierra varias decenas de miles de restos. Ya en la exhumación de los nichos, osarios y panteones (de los que quedan aún media docena en pie) se trasladaron, en su mayoría a Chiclana, más de 200.000 restos.

Con la petición de exhumaciones aprobadas y el plano ya elaborado se procederá a atender a las peticiones particulares. "Vamos a poner a su disposición todo el personal que necesiten", insiste Martínez.

Tras ello, se iniciará una etapa si cabe aún más complicada: la recuperación y traslado de todos los restos que aún queden bajo tierra. Será un proceso lento y delicado. "Muy metódico por lo especial que será", menciona Teófila Martínez

Aunque serán previsiblemente miles los restos a trasladar, se ha descartado de forma radical utilizar fosas comunes. La intención del Ayuntamiento es que ya en el cementerio mancomunado de Chiclana sea sencillo encontrar alguno de estos restos si algún vez aparece algún familiar en busca de ellos. De esta forma, todos ellos estarán localizados tal y como hoy ocurre (mediante el nombre de cada uno de los patios y cuarteladas).

Tiene claro Teófila Martínez "que este va a ser un proceso al que no se le puede poner tiempo. Debe ser metódico por lo especial que es. Hay que actuar con el máximo mimo y respeto. Si no hemos corrido hasta ahora por el respeto que nos supone, no lo vamos a hacer ahora".

Por esta misma circunstancia, el Ayuntamiento no pone fecha para la ejecución de los jardines que van a sustituir al actual cementerio, complementado por una serie de equipamientos ciudadanos (zonas deportivas y culturales) así como locales de hostelería. Se asume que se actúa sobre un espacio de evidente valor urbanístico, a pie del paseo marítimo. Su arreglo revalorizará la zona, hoy bastante degradada. Además el polígono en el que se ubica el cementerio se encuentra inmerso desde hace décadas en un lento proceso de reforma integral hoy afectado por la crisis inmobiliaria que mantiene paralizado una promoción privada con más de un centenar de viviendas. y que afecta a un bulevar previsto por el Ayuntamiento.

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