El personal de Urgencias cree que el nuevo sistema aplicado es un caos
Lamentan que se ha aumentado el servicio al aplicar un nuevo plan en el hospital pero sin incrementar el personal.
Los enfermeros y auxiliares del servicio de Urgencias del hospital Puerta del Mar están muy descontentos con los cambios que se han producido en la zona desde el pasado 1 de junio. Un grupo de ellos se reunió esta semana con este periódico para explicar los problemas que vienen sufriendo y que han dejado por escrito en un informe que han entregado a la Dirección de Enfermería del centro sanitario.
A los cambios estructurales que se han producido en la distribución del servicio se ha unido la aplicación del PAUE (Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias).
Una de las primeras quejas viene dada precisamente porque el personal no se ha sentido partícipe de la organización y reestructuración del servicio: "Más que información, recibimos instrucciones".
El nuevo sistema ha implicado la creación de dos nuevas áreas de trabajo, el Área de Observación de Sillones y el Área de Observación de Críticos, que se suman a las que ya existían antes, con el problema de que el personal sigue siendo el mismo: "Estas modificaciones no sólo mejoran la dinámica de trabajo y la calidad de atención a los usuarios" sino que además denuncian que se provoca un "caos" y que se merma la calidad de atención.
Otro de los cambios se ha producido en el triaje, donde se utiliza un nuevo sistema informático que ha sustituido al llamado Manchester, que ha estado en vigor durante sólo un año. Los enfermeros y auxiliares coinciden en que es mucho más lento, problema que aumenta porque se ha quitado a una auxiliar que servía de apoyo al enfermero en el triaje.
Sin embargo, uno de los grandes caballos de batalla se produce con la nueva sala de sillones, doce en total, que se ha puesto en la misma que la de tratamientos. Este último área es donde se realizan las extracciones de sangre y se administran los tratamientos, electrocardiogramas, curas y otros. Los enfermeros y auxiliares señalaron a este periódico que allí soportan ya una carga de trabajo bastante importante con los dos enfermeros y la auxiliar, a la que se suma ahora la que ha venido de triaje.
Los enfermos que se encuentran en sillones requieren de una especial vigilancia con una monitorización de constantes y administración de tratamientos con una supervisión continua por parte del enfermero que se encarga de ello. Por ello consideran que "es una temeridad que los dos enfermeros solos tengan que hacerse cargo de los tratamientos y también del cuidado de los sillones".
A ello se le une que los pacientes que tienen una carácter más leve, es decir, los que están en tratamientos, han sido situados al fondo de la sala, "por lo que tienen que pasar delante de todos los que están en sillones, rompiendo su intimidad". En esto ha tenido mucho que ver los problemas de espacio que sufre el hospital Puerta del Mar.
En lo que se refiere a la sala de observación de camas, la PAUE indica que se tiene que disponer de camas para pacientes críticos y de un personal para llevar a cabo la atención inmediata de los mismos, pero no obliga a que se asignen a unas camas concretas. El problema es que los afectados aseguran que las cuatro camas que se han dispuesto para críticos están detrás de un muro y, por lo tanto, en la parte menos visible para los propios sanitarios.
A ello se le unen las personas que llegan y tienen que permanecer su tiempo de espera en camillas. Para ellos no se ha habilitado un espacio, sino que aseguran que se ha improvisado un antiguo trastero donde se dejan estas camillas, cuyos pacientes sólo se encuentran acompañados de los familiares y no de enfermeros o auxiliares.
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