Las peticiones de ayudas a Servicios Sociales aumenta un 20%
la incidencia de la crisis en la infancia 3 Los datos estadísticos
En 2012 se atendieron en las dependencias municipales a 9.041 personas, con un perfil que se está modificando
Hay tres puertas a las que las familias sin recursos llaman primero pidiendo auxilio: Caritas, las asociaciones de vecinos y, sobre todo, el Ayuntamiento. La administración local es la primera que percibe el empobrecimiento de la sociedad, aquí y en todo el país, y como esta precaria situación en lugar de solucionarse mantiene una línea ascendente de empeoramiento de todos los parámetros.
El primero, y más evidente, es el número de personas que han sido atendidas en las dependencias de Servicios Sociales. En 2012 fueron 9.041 personas, lo que supone 1.449 más que el ejercicio anterior. Cerca de un 20% más de crecimiento en apenas doce meses. Hay que tener en cuenta que la mayoría de estas unidades familiares cuentan con menores a su cargo, a la vez que el perfil del usuario se ha ido modificando a la vez que la crisis se ha ido comiendo los recursos del conjunto de la sociedad.
Así, han sido atendidas diversos modelos de familias:
- Familias donde todos sus miembros se encuentran en situación de desempleo o trabaja alguno de ellos de forma muy temporal y con un sueldo que no supera los 800 euros.
-Unidades familiares donde conviven varias familias y los únicos ingresos con los que cuentan proceden de alguna pensión de los abuelos.
-Familias que en los últimos años han agotado los únicos ingresos con los que contaban referidos a la prestación por desempleo y el subsidio y no cuentan con recursos económicos de ningún tipo.
-Empresarios que se han visto obligados al cierre de sus empresas sin tener derecho a prestación económica y en algunos casos con deudas pendientes de saldar.
-Familias de clase media que acuden con asiduidad con viviendas embargadas o bien las han perdido por no haber podido hacer frente a la hipoteca.
-Personas activas con formación y habilidades sociales pero sin salida laboral.
-Otras unidades que se han visto obligadas a romperse y marcharse a vivir con otros miembros de la familia tras perder su vivienda habitual.
Y en todas ellas hay siempre menores de edad cuya calidad de vida se ve directamente trastocada. Los Servicios Sociales en estos casos actúa a través de diversos programas, teniendo en cuenta que las principales demandas que se presentan hacen referencia al pago de suministros básicos como la luz, el agua, el gas; las deudas por el pago del alquiler o la hipoteca, en muchos casos con riesgo de desalojo; los propios desahucios; la falta de empleo; la necesidad de compra de alimentos y tratamientos médicos.
Sólo en temas de viviendas el Ayuntamiento de Cádiz gastó el año pasado 1.551.898 euros, siendo la mayor partida la del pago de deuda de alquileres, con más de 680 mil euros. Algo más de 6.000 euros evitaron desahucios mientras que 79.000 euros se destinaron a hipotecas. Aunque todo ello tiene mucho que ver con los pequeños de la unidad familiar, programas directamente relacionados con ellos son las becas de guardería, para las que hay una previsión de gasto de 18.000 euros este año, o el bonobús escolar, que se llevó en 2012 más de 3.600 euros, además de 7.060 en becas para libros.
"Desde el Ayuntamiento nos hacemos cargo tanto con recursos humanos como con recursos económicos, de estas nuevas situaciones que hasta el momento eran completamente desconocidas", destaca a este diario la concejal delegada de Servicios Sociales, Carmen Sánchez. "Estas situaciones son fruto de la crisis económica que estamos viviendo no solo en la ciudad sino en todo el país, y por ello ponemos a disposición de las familias con riesgo de exclusión social todos los servicios y recursos municipales para intentar paliar esta situación".
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