La pintura costumbrista de Alonso

Es un cofrade de los de toda la vida. Durante muchos años fue hermano mayor de la cofradía del Nazareno del Amor. Y un buen día, visitando una exposición de Sorolla en Sevilla donde estaba el famoso cuadro que recrea una procesión de La Carretería, se preguntó por qué en Cádiz no había este tipo de representaciones pictóricas sobre la Semana Santa o las procesiones. "Y entonces me lo propuse". Este es el punto de partida de la faceta artística de Francisco Alonso Villalobos, que a raíz de esa pregunta ha realizado ya más de una veintena de cuadros que recrean momentos muy distintos de la Semana Santa gaditana y que a partir del lunes estarán expuestos en la biblioteca del Casino Gaditano.

La afición de Alonso por la pintura no es de ahora, ni mucho menos. De joven, estudió modelado y dibujo tres años en la Escuela de Artes Aplicadas, "con profesores como Rafael Parodi o Alfonso Berraquero" y con compañeros de clase como Enrique Naya, "que me regaló un nacimiento que hizo en el 74" y que aún conserva hoy en día en el salón de su casa. El trabajo, la familia y otras ocupaciones, entre ellas la de gestionar la cofradía del Amor durante tantos años, hicieron que Paco Alonso dejara de pintar. "Y ahora con la prejubilación he empezado de nuevo. Mi mujer me ha dejado un sitio para pintar", bromea.

Como no podía ser de otra forma, el Nazareno del Amor protagonizó su primer cuadro cofrade, que también cuelga de la pared del salón. Después vinieron la Virgen de la Esperanza al poco de salir de San Francisco, Cigarreras bajando hacia la calle Plocia, la trasera del misterio de Sentencia por San Juan de Dios, el Nazareno bajando Santa María, la trasera del palio de Amargura, el Perdón, Piedad, Vera-Cruz... Así hasta 21 momentos distintos. Siempre es un momento concreto, una especie de fotografía puntual del desarrollo de una procesión. Por eso no faltan, si uno se fija bien, los detalles: una niña pidiendo cera a un nazareno de la Vera-Cruz, un hombre vendiendo pirulíes en San Juan de Dios, el Cristo de la Humildad al fondo del cuadro de la Amargura o un matrimonio presenciando el paso de Gracia y Esperanza del Huerto por San Severiano.

"Me invento las escenas, aunque sí saco fotos de los enseres de las cofradías que pinto, porque me gusta que eso sí sea reproducido de forma fidedigna; y voy a los lugares que quiero retratar y los estudios, les hago muchas fotos, espero a la hora adecuada para ver la luz y las sombras que quiero pintar...", explica Francisco Alonso, que de momento no se marca reto alguno, salvo el de seguir pintando cuadros. Menos los de aquellos pasos que no están terminados. Esos no los pinta hasta que no terminen de tallarse y dorarse.

En el pequeño taller que ha habilitado en una de las habitaciones de la casa, con marchas de Semana Santa de fondo, pasa Alonso las tardes pintando sus momentos cofrades. Todas escenas inventadas por él, trazos que tiene en la mente y que plasma en los cuadros. Como hizo en su momento Sorolla con La Carretería de Sevilla, salvando todas las distancias que haya que salvar. "Yo creo que puede ser una aportación que yo haga al mundo de las hermandades", afirma con humildad Alonso.

Las 21 obras -entre ellas una que se sale de la Semana Santa para recrear el paso de la hermandad de El Rocío por el Coto- podrán verse en la biblioteca del Casino Gaditano la próxima semana, desde el lunes, en horario de once y media de la mañana a dos de la tarde y de seis de la tarde a nueve de la noche. "Es la primera vez que expongo, no sé cómo puede resultar", confiesa este cofrade que está recreando la Semana Santa de Cádiz a través de sus cuadros.

HOY voy a hacer de pregonero, para vender la intensidad de los actos y cultos de este fin de semana. Hoy habrá dos vía crucis por las calles, más el de Salesianos y el traslado de las imágenes de Las Aguas. Mañana, el Sermón de las Siete Palabras (desconocido para muchísima gente cuando se hacía el Viernes Santo por la mañana) y los Diálogos con el Señor de La Cena (muy recomendable). El domingo el Pregón de Pérez Godoy y las subidas al paso de Vera-Cruz y Sanidad. Y muchos besamanos y besapiés. No se puede pedir más a una Cuaresma. Disfrútenlo.