“Las plantillas de Enfermería no cubren las necesidades de la población”
Rafael Campos | Presidente del Colegio de Enfermería de Cádiz
La entidad profesional gaditana celebra su 125 aniversario recordando su historia y analizando los logros y retos de un sector que no escapa de las demandas sanitarias más generales
El Colegio de Enfermería de Cádiz se entrega a su 125 aniversario
El Colegio de Enfermería de Cádiz celebra su 125 aniversario. Una institución, pues, arraigada en la historia sanitaria de Cádiz y su provincia que la entidad profesional está conmemorando mirando al pasado, para no olvidar sus raíces, y oteando el futuro de una profesión exigente y vital para la sociedad. Su presidente, Rafael Campos, analiza en esta entrevista los objetivos del programa de actos de este aniversario, que esta semana entra en su fase principal, y habla de los logros y retos del sector.
Pregunta.–Desde su condición de presidente, ¿qué supone conmemorar el 125 aniversario del Colegio de Enfermería de Cádiz?
Respuesta.-Para nuestra junta directiva y personalmente para mí, como presidente, supone estar presente en un momento importante y de alto significado. Un buen momento para honrar y recordar a todos los que desde su fundación y a lo largo de nuestra historia han trabajado duro por y para la profesión y poner en valor los logros conseguidos, que no han sido pocos.
Entendemos que también es una buena ocasión para reflexionar sobre el momento en el que nos encontramos y mirar hacia el futuro, estableciendo juntos nuevas metas y desafíos que nos permitan seguir creciendo como profesión.
Ser enfermero o enfermera es mucho más que una carrera universitaria; es una elección de vida. Es estar al lado de quien sufre, de quien atraviesa momentos de vulnerabilidad, de quien necesita una mano amiga para sanar el cuerpo y reconfortar el alma. No es solo cuestión de aplicar técnicas, sino de brindar una atención integral a las personas, con conocimiento científico y la mejor evidencia.
P.-¿Cuáles han sido los objetivos que se han marcado con esta celebración? En el programa parece que hay mucho hueco a jornadas de carácter profesional.
R.-En el diseño del programa para celebrar estos 125 años como colegio profesional, hemos querido incluir actividades que nos permitan, en primer lugar, hacer partícipe a la sociedad del papel fundamental que la enfermería juega en la salud de las personas. En ese sentido fue nuestro acto de presentación en Cádiz junto al Ayuntamiento, Delegación del Gobierno andaluz y Delegación de Salud y también la exposición itinerante de paneles con la historia de nuestra profesión en la provincia, que está siendo mostrada en espacios municipales, la propia Delegación Provincial de Salud, los centros docentes y la práctica totalidad de nuestros centros sanitarios.
Otro objetivo importante para nosotros es resaltar los logros históricos conseguidos. Para hablar de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro, diseñamos una jornada que ya celebramos en Cádiz y que repetimos en el Hospital de La Línea. En esa jornada debatimos sobre el inmenso progreso académico que nuestra profesión ha experimentado durante los últimos tiempos. Desde las Siervas de María en 1915, hasta la actualidad, donde ya hemos llegado al máximo nivel de formación académica al que una profesión sanitaria puede llegar: el grado de doctor.
Y, finalmente, nuestro objetivo más importante, que está relacionado con la historia reciente de nuestra profesión: recordar y poner en valor el enorme protagonismo que tuvo y tiene el trabajo enfermero situado en primera línea de actuación contra el Covid-19. Porque, estaremos todos absolutamente de acuerdo, que ya es difícil en estos tiempos, en el compromiso y la respuesta que han dado, y están dando, los enfermeros y enfermeras. Que estuvieron ahí dando el mil por cien, peleando sin apenas descanso, agarrados a sus pacientes sin quererlos soltar y conviviendo día y noche con la sonrisa y la lágrima.
Y es por ese motivo diseñamos dos jornadas sobre ‘Cuidar en tiempos de pandemia’, que ya celebramos en Cádiz y en la ciudad de Algeciras con resultados extraordinarios. En ellas tratamos sobre cómo en nuestra provincia respondimos ante una enfermedad desconocida que trajo consigo miedo, incertidumbre y dolor, pero también una demostración de valentía, compromiso y profesionalidad.
En el acto de clausura que realizaremos en Jerez, el próximo día 30, distinguiremos a varios compañeros y compañeras de todos los centros sanitarios de nuestra provincia por su destacada labor en esos momentos tan duros para todos.
P.-Y cómo está siendo la acogida de los colegiados a esta celebración y a los actos del programa.
R.–Tengo que decir que estamos muy satisfechos y agradecidos de la respuesta que estamos teniendo por parte de nuestros compañeros y también de los estudiantes de Enfermería, a quienes hemos querido invitar en todas nuestras celebraciones porque ya forman parte de nuestra profesión y tienen derecho a poder participar en ella.
P.-Llama la atención el reparto de actividades por Cádiz, Jerez y el Campo de Gibraltar. Da la impresión de que el Colegio no quiere, ni puede, olvidar su carácter provincial.
R.–Usted lo ha dicho: ni queremos, ni podemos olvidar a uno solo de nuestros colegiados. Tenemos una provincia muy dispersa, y entendemos que nuestro compromiso está en acercar nuestro Colegio a todos. Gracias a la magnífica relación que mantenemos con todos los centros sanitarios donde trabajan nuestros compañeros y las facultades de Enfermería, podemos celebrar jornadas y actividades de formación tanto en Cádiz como en el Campo de Gibraltar y la sierra de Cádiz. En este momento hay una exposición de nuestra historia en el Hospital Virgen de las Montañas, en Villamartín, y otra en el Hospital de La Línea de la Concepción.
P.-Hábleme de esa parte histórica que se ha incluido en este aniversario. ¿Qué ha supuesto?
R.–Desde hace ya algún tiempo, tuvimos la gran idea de poner en marcha en nuestro Colegio un grupo de investigación de la historia de la enfermería gaditana, que ha venido realizando durante años un trabajo exhaustivo de búsqueda e investigación que ha propiciado el que podamos tener muchísima información sobre nuestro pasado.
Toda esa documentación nos ha permitido montar una exposición permanente que tenemos en nuestro Colegio, e incluso ha sido la base de la tesis doctoral de uno de los miembros del grupo. 125 años dan para mucho, pero en las actividades programadas se tratará principalmente sobre la ‘Difusión de la historia de la enfermería a través de las publicaciones científicas’, ‘Juan de Dios, enfermero universal. Precursor del cuidado enfermero’, ‘La importancia de la prensa, a lo largo de la historia, para la difusión de la imagen de la Enfermería’, y por supuesto, se hablará de ‘La fundación de los Colegios de Enfermería de Cádiz (Practicantes, Matronas y Enfermeras)’ y de la figura de sus presidentes y presidentas fundacionales, presentando una edición de sellos de correos elaborados con sus imágenes, así como un libro sobre nuestra historia. Ciertamente está siendo un trabajo agotador, pero ampliamente recompensado. Conocer nuestro pasado nos permite diseñar nuestro futuro.
"Ser enfermero o enfermera es mucho más que una carrera universitaria; es una elección de vida”
P.-¿Cuál es la realidad actual de la profesión en un contexto, el sanitario, tan agitado socialmente?
R.A pesar de que contamos con un buen sistema de salud, no recuerdo ninguna etapa política en la que la sanidad no haya sido objeto de críticas y cuestionada su eficacia y su eficiencia. La enfermería no escapa de ese problema que afecta a todos los profesionales sanitarios en general. Pero centrándonos en nuestra profesión, debo decir con cierta tristeza que existen situaciones inexplicables que nos perjudican seriamente.
Se van a cumplir ahora 20 años desde la aprobación de las Especialidades Enfermeras y todavía muchas de ellas están sin desarrollar, no existen los puestos de trabajo creados para ellas e incluso hay una que todavía no tiene plan de estudio. Hay muchos compañeros que han realizado dos años de especialización y están trabajando de generalista, despreciando por una parte su formación y por otra a los propios pacientes que tienen derecho a ser cuidados por los que más saben de ello.
Por otra parte, puedo decirle que el aumento de la esperanza de vida hace que tengamos una población cada vez mayor. Hay por ello un aumento de las enfermedades crónicas y, por lo tanto, mayores necesidades de cuidados de esas personas. Los cuidados a la cronicidad los damos los enfermeros.
En cambio, la dotación que tenemos de enfermeras y enfermeros está muy por debajo de la media de nuestro país, y por supuesto de Europa. Tenemos unas plantillas en nuestros centros que no llegan a cubrir las necesidades que tiene nuestra población, lo que se traduce en situaciones de agotamiento, cansancio y desmotivación de los profesionales que incluso tienen que padecer momentos complicados que a veces desembocan en agresiones verbales o físicas. Como consecuencia, estamos viviendo una fuga de casi el 60 % de los nuevos enfermeros que se marchan a otras comunidades o incluso al extranjero.
La exposición al sufrimiento y la muerte de colegas y pacientes en la pandemia dejaron secuelas que han llevado a una mayor demanda de apoyo emocional y psicológico”
En general, y a modo de resumen, puedo decirle que las normativas que rigen nuestra profesión deben evolucionar y cambiarse para reflejar la realidad y demanda actual de los profesionales y de la población.
Hoy en día nuestras responsabilidades y competencias son mucho más amplias y especializadas, y la comunidad espera de nosotros una atención de calidad que, a menudo, supera lo contemplado en las normativas vigentes.
P.-¿Qué cambió la pandemia en la profesión?
R.-Como expliqué anteriormente, fueron unos momentos muy complicados en los que todos tuvimos que enfrentarnos a una situación imprevista y desconocida; unos lo hicimos en gestión, otros en docencia y la gran mayoría tuvo que hacerlo en el día a día de la atención directa a las personas, en la UCI, en urgencias, en paritorios, en Atención Primaria, o vacunando. Siempre en primera línea de actuación. Se vivieron situaciones límites que obligaron a una adaptación rápida e improvisada de la práctica y aumentaron la complejidad y el tiempo requerido para realizar las actividades diarias.
Por otra parte, este aumento de la carga laboral y el riesgo de contagio generaron un impacto emocional, afectando en la gran mayoría de los casos a la salud mental de nuestros compañeros y compañeras. La exposición constante a pacientes graves y al sufrimiento de los familiares, así como la muerte de colegas y pacientes dejaron en ellos secuelas que han llevado a una mayor demanda de mayor apoyo emocional y psicológico.
Finalmente, decirle que a los ojos de la población la pandemia sirvió para se conociera mejor el excelente nivel de nuestra profesión, y también a nuestros profesionales, hechos de una pasta especial, mezcla de sensibilidad y compromiso, que supieron dar la talla y responder como nadie lo hizo en esos momentos.
P.-¿Qué retos de futuro inquietan a los profesionales de la enfermería?
R.-Pocas profesiones, incluyendo a las sanitarias, tienen ante sí un futuro tan prometedor. Como dije antes, urge un cambio sustancial en las normas que regulan nuestra profesión, tanto en su actividad autónoma, como dentro del equipo multidisciplinar. Los tiempos recientes han venido a poner de manifiesto que se necesita una mayor profesionalización y especialización. Cada vez es más frecuente que los enfermeros ocupemos posiciones de liderazgo o roles clínicos avanzados dotados de mayor autonomía, para la que estamos perfectamente acreditados, formados y preparados.
Se va a ver ampliada nuestra presencia en las áreas de salud pública y la prevención y promoción de la salud, especialmente en la educación de la comunidad para prevenir enfermedades. Nuestro papel en la educación sobre la importancia de hábitos de vida saludables y en la preparación para futuras emergencias sanitarias será cada vez más importante y necesario. Habrá una Enfermería cada vez más centrada en la atención domiciliaria, lo que nos permitirá ofrecer cuidados en los propios domicilios, promoviendo la salud de una forma más accesible y centrada en el paciente y sus familiares. Qué duda cabe de que para poder responder al futuro inmediato, e incluso para poder dar respuesta a las necesidades actuales, necesariamente hay que aumentar las plantillas de los centros y mejorar las condiciones laborales para atraer y retener a los profesionales.
En conclusión, la Enfermería del futuro se caracterizará por un perfil de profesional altamente cualificado, capacitado y reconocido por las instituciones y por la población, como una profesión cada vez más estratégica y esencial en el sistema de salud.
También te puede interesar
Lo último