Agaden denuncia destrozos en las zonas protegidas de cría de chorlitejo patinegro

Cádiz/Unos desaprensivos incapaces de apreciar el valor de un proyecto de recuperación de una especie en peligro de extinción en el que participan una docena de municipios costeros, entre ellos Cádiz, y decenas de voluntarios, están destrozando por todo el litoral gaditano los cercados de las zonas de cría del chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). Así lo ha denunciado, en declaraciones a este periódico, Vanessa Rivera, presidenta de Agaden- Ecologistas en Acción, colectivo conservacionista que lidera el proyecto ‘Salvemos al chorlitejo patinegro’. ‘Salvemos al chorlitejo patinegro’. "Han llegado hasta a insultarnos", asegura Rivera.

El derribo de los postes que delimitan en varias playas de los municipios costeros que participan en el proyecto las áreas de nidificación de estas aves limícolas está siendo generalizado, hasta el punto de que se han dañado algunas puestas, lamentan los ecologistas, y se ha extendido durante toda esta semana desde La Línea hasta Sanlúcar, pasando por los arenales de la Janda, la Bahía de Cádiz y la Costa Noroeste.

El colectivo ecologista ya ha comunicado y denunciado estos hechos ante los Ayuntamientos y va a hacerlo ante la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. La Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres prohíbe “destruir, dañar o quitar de forma intencionada nidos o sus huevos, frezaderos y zonas de desove, así como la recogida o retención de huevos, aun estando vacíos”.

De hecho, se considera una infracción muy grave “la destrucción o degradación manifiesta del hábitat de especies amenazadas catalogadas como en peligro de extinción o sensibles a la alteración de su hábitat o de sus lugares de reproducción, invernada, reposo, campeo o alimentación. Está sancionado con multas que van de los de 60.101,22 de 300.506,05 euros.

La Delegación de Playas y Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Línea, por ejemplo, ya ha solicitado a través de sus redes sociales la colaboración ciudadana para denunciar estos actos vandálicos ante la Policía Local, después de los destrozos detectados en la playa de Sobrevela.

A finales de mayo de este año, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, en colaboración con los voluntarios de Agaden y los trabajadores de Cádiz 2000 comenzaron a delimitar perimetralmente la zona más sensible de nidificación de esta especie en la playa de Cortadura.

El chorlitejo patinegro es un ave limícola que ha sufrido intensamente el acusado proceso de transformación de playas y humedales, lo que ha provocado su progresiva disminución, según apunta la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Bird Life). Y lo ha sufrido hasta el punto de que ha visto reducida sus poblaciones hasta un 70% en Andalucía, situación que ha hecho que pase de tener estatuto de conservación de “vulnerable”, según el Libro rojo de la Especies de Andalucía, a catalogarse como “en peligro de extinción”, recuerdan desde Agaden-Ecologistas en Acción.

El principal problema que presenta la recuperación de esta especie es que el final de su periodo de nidificación en las dunas y arenas costeras coincide precisamente con la temporada estival y de máxima afluencia de bañistas a las playas. El chorlitejo patinegro habita en el entorno dunar y es a partir de marzo cuando las parejas buscan emplazamiento para el nido e inician un periodo de reproducción que abarca al menos hasta junio, pudiendo llegar a tener dos o tres puestas.

Desde Agaden-Ecologistas en Acción vuelven a advertir de las amenazas que están diezmando las poblaciones de chorlitejo patinegro en la costa gaditana: La huella humana en forma de turismo masivo, los perros sueltos, la limpieza mecánica de las playas, acceder a la playa por las dunas en vez de por las pasarelas, los vehículos a motor (quads y motos), los caballos, la mala praxis en el mantenimiento de playas, entre otras agresiones directas al litoral.

Y ahora, a todas ellas, se les suma el vandalismo hacia un proyecto de recuperación que surgió precisamente a raíz de las denuncias que numerosas organizaciones ecologistas realizaban todos los veranos por la afección de nidos, la retirada de pollos y la mala praxis en la limpieza de las playas.

Con la ayuda de diversos colectivos y voluntarios en Cádiz, San Fernando, Chiclana, Conil, Sanlúcar, Chipiona, Rota, El Puerto, Puerto Real, Algeciras, La Línea y San Roque, Agaden-Ecologistas en Acción había creado ya decenas de zonas a modo de reserva para potenciar la cría de este ave a lo largo de toda la costa gaditana. Un trabajo que no puede quedar tirado por tierra y que necesita de la colaboración ciudadana y de las administraciones implicadas para recuperarlo.