"No podíamos quedarnos en casa sin hacer nada"
José Antonio Rodríguez santigosa. Emprendedor
Tras cerrar Visteón, abrió una empresa con dos excompañeros
Tras muchos años trabajando en la empresa Visteón, José Antonio Rodríguez Santigosa se vio de pronto en la calle. Él es electrónico industrial y estaba en el departamento de Calidad de la firma. Hace seis meses creó junto con dos antiguos compañeros de Visteón -Enrique Sánchez Romero y José Antonio Romero Alfaro- otro negocio totalmente diferente, dedicado a la hostelería, que tiene la intención de abrir cinco franquicias dedicadas al atún rojo de almadraba.
Primero comenzaron en Puerto Real y la semana pasada abrieron De almadraba sal y vino en el Paseo de Canalejas de Cádiz. José Antonio afirma que no les va nada mal y piensan abrir a finales de año en Sevilla. Para 2014 quieren extenderse a Madrid y Barcelona. "Todo depende de la evolución del negocio", señala.
"Una vez que cerró la empresa, pensamos que no podíamos quedarnos en casa sin hacer nada, esperando que nos ofrecieran trabajo. Así, decidimos generar nosotros el trabajo y escribir nuestro futuro laboral partiendo de nosotros mismos, siendo nosotros los empresarios y generando empleo, tratando de combatir la crisis no sólo desde el punto de vista del autoempleo sino también de la creación de trabajo", expresa este gaditano, quien afirma orgulloso que en seis meses ya han creado siete puestos de trabajo.
Cuenta que, antes de embarcarse en este proyecto, hicieron un curso en la Universidad Complutense de Gastronomía y Enología, y luego se han formado en inglés técnico para hostelería.
Para montar su empresa, han invertido parte de la indemnización que les dieron en Visteón y han aplicado "los mismos procedimientos que utilizábamos en nuestro anterior trabajo: la calidad, el servicio y la atención personalizada al cliente".
José Antonio declara que para los puestos de trabajo, han realizado una selección de personal "muy estricta". Han elegido a profesionales que se han formado en la Escuela de Hostelería de Cádiz y saben idiomas para poder atender a los turistas, y lo han hecho así "porque estas personas vienen con una preparación muy específica para el tipo de negocio que nosotros queremos".
Afirma que su intención es "crecer y demostrar a la gente que en época de crisis, con esos criterios de calidad, servicio y atención personalizada se puede llevar para delante un negocio. Sabemos que ahora todo es más difícil, pero lo importante es escuchar a los clientes y hacer una selección de productos exclusivos para ellos, escogiendo lo que ellos quieren, que son los que van a pagar".
Indica que han centrado su empresa en el atún rojo porque "es un producto de gran calidad y, además, es una manera de darle un empuje a una zona muy castigada". Consideran que "tenemos que ayudarnos entre todos para intentar levantar el tejido industrial y empresarial en la provincia".
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