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La prestigiosa arquitecta Benedetta Tagliabue clausura la Semana de la Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Cádiz

Durante el acto que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Cádiz se homenajeó a los compañeros que cumplen 25, 40 y 50 años con la profesión en 2024

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El Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz celebró el tradicional homenaje a los compañeros que cumplen 25, 40 y 50 años con la profesión en el año 2024, en un acto en el que la prestigiosa arquitecta Benedetta Tagliabue (EMBT Architects) ofreció la lección magistral ‘Arquitectura para las personas’.

El encuentro, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Cádiz, fue presidido por Alfonso Montes, Javier Alonso y Pilar Gallego, de la junta directiva de los Arquitectos de Cádiz, que excusaron la ausencia de la decana, Paula Vilches, que no pudo asistir por motivos personales. Se acompañaron en la multitudinaria cita el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, José Manuel Cossi; la delegada de Territorial de Fomento, Carmen Sánchez, el secretario general del Colegio Superior de Arquitectos de España, Laureano Matas, y la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores.

Mientras Cossi mencionó que ante el importante problema de vivienda en Cádiz se pretende impulsar “el modelo de vivienda pública, social y de renta libre para avanzar como la ciudad que queremos ser” y para lo que “ha sido fundamental la colaboración con el Colegio de Arquitectos de Cádiz”, Matas ensalzó la importante labor en la defensa de arquitectura del Colegio de Arquitectos de Cádiz, mientras que Sánchez destacó la tarea de las agrupaciones colegiales y la necesidad de contar con la voz de los profesionales del sector, siempre al servicio de la sociedad.

Una arquitectura al servicio de las personas

Sus palabras fueron la antesala de la atractiva charla que ofreció la italiana Benedetta Tagliabue, en la que hizo un repaso por los grandes proyectos al servicio de las personas y la sociedad que su estudio ha desarrollado por todos los lugares del mundo. Entre ellos, su centenaria casa, un antiguo almacén del barrio gótico de Barcelona que compró junto a su entonces marido, el arquitecto fallecido Enric Miralles, cuya rehabilitación le hizo reflexionar sobre el hecho de que “somos una generación más de tantas que han vivido aquí”, dijo. Una casa en la que descubrieron muchas reminiscencias históricas con la que jugaron hasta convertirla en la vivienda actual y que considera la base de los muchos proyectos que han venido después. En Barcelona, por ejemplo, también devolvieron el color, esplendor y la vida al Mercado de Santa Caterina, que inicialmente pensaban derribar, y cuyo uso consiguieron perpetuar convirtiéndose en un proyecto emocionante y vital para su estudio.

Transformaron el Ayuntamiento de Utrech, en Holanda, en otra suerte de hogar, pues en “un lugar muy histórico intentamos mantener la relación entre generaciones diferentes”, con la misma filosofía con la que levantaron el Parlamento de Escocia, “que convertimos en algo no tan institucional, más parecido a un paisaje, a una casa, un lugar doméstico, con un edificio en diálogo con la historia, como en nuestra casa”. La transformación urbana del antiguo puerto de Hamburgo, el segundo de Europa, ha sido otro de sus retos, al que han devuelto parte de su pasado, cercanía al agua y la domesticidad y la comodidad que siempre persiguen en sus arquitecturas, como espacios donde estar y disfrutar.

El pabellón de España en la Expo de Shangai o el Centro Kalida San Pau, un lugar asistencial dirigido a personas con cáncer con el que lograron humanizar su funcionalidad, así como la iglesia de San Giacomo Apostolo, en Argidone (Italia) centraron, entre otros proyectos, el resto de la lección magistral en la que definió a la arquitectura como “un instrumento poderoso que tenemos entre manos para mejorar funcionalmente y anímicamente la vida de la gente”.

El encuentro con el que se puso punto y final a los actos organizados por el Colegio de Arquitectos de Cádiz con motivo del Día Mundial de la Arquitectura concluyó con el recuerdo a los compañeros fallecidos, la bienvenida a los nuevos colegiados y la entrega de insignias a los compañeros con décadas en la profesión, a lo que siguió un cóctel de clausura amenizado con música jazz en el patio del Palacio de Congresos gaditano, del que disfrutaron cientos de colegiados de toda provincia.

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