La Princesa Leonor cumple con la primera tradición a bordo del 'Elcano' en Cádiz

La subida a los palos es una de las tareas que deben realizar todos los guardiamarinas

Así vivirá la Princesa Leonor en el 'Elcano': un recorrido por los sitios claves de la vida en el buque escuela

La Princesa Leonor, subiendo por uno de los palos del 'Juan Sebastián de Elcano'.
La Princesa Leonor, subiendo por uno de los palos del 'Juan Sebastián de Elcano'. / Julio González

"La Princesa Leonor participará activamente en las actividades programadas y compartirá la vida cotidiana con el resto de la dotación". Tanto la Casa Real como la Armada aseguraban que en el viaje de instrucción, la Princesa de Asturias compartiría rutinas con el resto de guardiamarinas a bordo del buque-escuela 'Juan Sebastián de Elcano' y este jueves se ha visto la primera prueba con una de las tareas más tradicionales para las nuevas promociones del emblemático navío: la subida a los palos del 'Elcano'.

Arropada por su compañeros de promoción, la Princesa Leonor ha procedido a ascender, con la seguridad que dan unos arneses (los palos puedes llegar hasta los 50 metros de altura), por unas de las escalas del trinquete, llamado 'Blanca', hasta llegar a la parte superior del barco para después descender por la escala situada en el otro extremo. La de este jueves es una labor por la que tienen que pasar todos los guardiamarinas. De hecho, la imagen de todos ellos desplegados por los palos del 'Elcano' es una de las fotografías más significativas que suele dejar el buque de la Armada cuando se despide de Cádiz.

Leonor, por tanto y al igual que el resto de sus compañeros, comienza ya a conocer y a aclimatarse al barco que será su casa durante los próximos meses, donde continuará su formación militar mientras recorre buena parte del conteniente americano.

Subida de S.A.R. la Princesa de Asturias al palo del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano. / Redacción Cádiz

Despiertos a las 6:45

Ayer, la Armada ofreció a los medios un recorrido por los lugares claves del buque donde harán vida y se formarán los guardiamarinas y dio algunos detalles de la vida diaria a bordo sin hacer distinciones y sin escoltas en su estancia en bergantín goleta. Allí será la guardiamarina Borbón, en tierra la Princesa de Asturias.

En un día normal , la jornada de trabajo se iniciará a las 6.45 horas, salvo si están de guardia nocturna. A esa hora deben despertarse, asearse, arreglar sus literas y desayunar, para comenzar las clases y actividades deportivas o marineras hasta las 12.00, cuando realizan una pausa, antes de comer a las 13.00.

Por la tarde reanudan las maniobras y clases que realizan junto a la dotación del barco hasta las 18.00 horas, cuando tienen un tiempo libre en el que pueden ir de forma voluntaria a misa, o disfrutar de sus lecturas, juegos de mesas o de lo que deseen en la cámara, los sollados donde duermen o las cubiertas del velero, hasta que a las 22.30 llegue la hora del silencio, excepto para quienes deben hacer las guardias nocturnas de cuatro horas.

Un lugar clave será la cámara de guardiamarinas, donde los futuros oficiales de la Armada pasarán buena parte de su tiempo en el barco, donde darán todas sus clases, dónde comerán, desayunarán todos juntos”. “Se hace todo juntos, es parte de la experiencia”, explica la alférez de navío Ida Blanco, que afronta con ganas su segundo viaje como oficial en el Elcano y será una de las docentes de hasta las 18 asignaturas que cursan durante el viaje.

También hubo un recorrido por la zona de la cubierta de toldillas, donde está la vela más grande de todas, la cangreja, en el palo del Nautilus y el timón más antiguo. Aquí los guardiamarinas tienen un lugar de esparcimiento, contaba el jefe de maniobras, el teniente de navío Gonzalo Gestoso. La zona del Alcázar, en cubierta, es donde se celebran distinto actos.

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