“Esto al principio era un trabajo sólo para hombres”
Entrevista con Elena muñoz, ingeniero jefe de Mammoet
A sus 39 años, Elena es la jefa del proyecto de Mammoet en Cádiz
39 años de edad. “Yo soy como los marinos. Ellos tienen un amor en cada puerto y yo tengo una grúa en cada puerto”. Son muchos años haciendo mecanos con estas gigantescas piezas. Elena es la máxima responsable del ensamblaje, izado y embarque de las ocho grúas que en noviembre deben quedar montadas en el puerto de Tánger.
–¿El que monta una grúa las monta todas?
–Hombre, cada marca tiene sus peculiaridades
–¿Y estos monstruos vienen sin manual de instrucciones?
–No. Lo que tienen son planos de montaje. A un electricista le tengo que dar un diagrama eléctrico sobre como van las conexiones. Aquí tenemos información de primera mano de Liebherr que son los que fabrican las grúas. Y ahí viene cómo se montan, cómo se levantan, etcétera.
–¿Y se venden muchas grúas ahora?
–EnEspaña lo que hacemos sobre todo son traslados de grúas o algún que otro izado de plumas. También hacemos muy a menudo recrecido de grúas. Si el puerto necesita grúas más altas, se cortan se instala un equipo a bajo, se eleva, se le pone un trozo nuevo, se vuelve a empalmar.
–Esto le exigirá una formación continua, ¿No?
–Nunca dejas de aprender. Aunque lleves montando grúas diez años, cada proyecto es diferente aunque, a simple vista parezca la misma operación. Los problemas con los que te encuentras son siempre distintos, las situaciones, diferentes, las personas con las que trabajas, diferentes
–¿Ymontar grúas es trabajo de hombres?
–Aquí somos dos mujeres. Yo, y Beatriz, que es la administrativo. En este sector hay mujeres y cada vez son más, pero aún son pocas. No veo la diferencia. Tanto vale una mujer como un hombre en este tipo de trabajos. Al principio sí recuerdo que este era un mundo de hombres y casi siempre me confundían con personal de seguridad. Y no, no lo era.
–¿Qué tal su estancia en Cádiz?
–Muy bien. Aquí estoy muy a gusto. Lo que sí veo es que hay muchas fiestas.
–El personal habrá tenido que alquilar viviendas en Cádiz. ¿No?
–Claro. Se han alquilado en El Puerto, en Puerto Real, en Valdelagrana.
–¿Y usted dónde le ha tocado?
–Yo vivo en “cadi cadi” (dice con mucha simpatía y con una amable sonrisa). Cerca de la Catedral así que si hay Semana Santa voy a vivirla en primera persona
.–¿Es duro este trabajo?
–Es muy vocacional. El horario es desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde así que no necesitamos nocturnidades. Aquí toca la bocina y para casa.
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